La liberación de Assange es un "acto diplomático para salvar la vergüenza" de EEUU
La liberación de Assange es un "acto diplomático para salvar la vergüenza" de EEUU
Sputnik Mundo
Aunque la liberación del periodista y activista australiano Julian Assange fue tomada con beneplácito en buena parte del mundo, expertos advierten que el... 25.06.2024, Sputnik Mundo
Los fiscales estadounidenses llegaron a pedir para Assange una pena de hasta 175 años de prisión por 18 cargos. Los últimos cinco años, los pasó encerrado en la prisión de Belmarsh, en el Reino Unido, pero el 24 de junio fue liberado de esa cárcel tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos que implicaba declararse culpable.Según la cadena NBC, el fundador de WikiLeaks planea declararse culpable como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que le permitiría salir en libertad. Según CNN, las autoridades norteamericanas solicitarán una condena de 62 meses en Estados Unidos, es decir, los cinco años que Assange ya pasó en una cárcel británica, lo que le permitiría al activista regresar a Australia.Ante esta situación, expertos consultados por The Guardian advierten de que el acuerdo alcanzado entre Assange y el país norteamericano podría resultar contraproducente para otras personas que pretendan transparentar información gubernamental en Estados Unidos. Geoffrey Robertson KC, abogado especializado en derechos humanos y quien representó a Assange, dijo al medio británico que el Gobierno de Joe Biden debería ahora indicar públicamente que no perseguirá a periodistas por realizar su trabajo, incluyendo la garantía de que los periodistas no estadounidenses estarían protegidos por la Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión en ese país."El Gobierno de Estados Unidos debe dejar claro que no intentará argumentar de nuevo que la Primera Enmienda no protege a los periodistas de otros países", dijo Robertson, añadiendo que los Gobiernos, incluido el británico, deben presionar para obtener este resultado.El también fundador del bufete Doughty Street Chambers, que ha representado al fundador de WikiLeaks durante más de una década, consideró que la liberación de Julian Assange representa una decisión más diplomática y política que judicial. Otros expertos sostuvieron que era improbable que el acuerdo sentara precedente. Tim Dawson, vicesecretario general de la Federación Internacional de Periodistas, dijo a The Guardian que, aunque aceptar la acusación podía parecer un precedente peligroso, "en la práctica, que el caso termine así es un impulso significativo para la libertad de prensa".Rebecca Vincent, directora de campañas de Reporteros sin Fronteras (RSF), declaró: "Nos gustaría ver a un Gobierno británico que enviara un mensaje muy diferente si volviera a enfrentarse a un caso como este, y actuara en la línea de reforzar la libertad de prensa".Julian Assange aterrizó este 24 de junio en la isla de Saipán, que pertenece al Estado libre asociado insular estadounidense de las Islas Marianas del Norte. Ahí tendría una audiencia final para, después, quedar en libertad y regresar a Australia con su familia.
Aunque la liberación del periodista y activista australiano Julian Assange fue tomada con beneplácito en buena parte del mundo, expertos advierten que el acuerdo de culpabilidad que tendrá que firmar con la Justicia de Estados Unidos podría sentar un peligroso precedente para otros periodistas que se dedican a temas de seguridad nacional.
Los fiscales estadounidenses llegaron a pedir para Assange una pena de hasta 175 años de prisión por 18 cargos. Los últimos cinco años, los pasó encerrado en la prisión de Belmarsh, en el Reino Unido, pero el 24 de junio fue liberado de esa cárcel tras llegar a un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos que implicaba declararse culpable.
Según la cadena NBC, el fundador de WikiLeaks planea declararse culpable como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que le permitiría salir en libertad. Según CNN, las autoridades norteamericanas solicitarán una condena de 62 meses en Estados Unidos, es decir, los cinco años que Assange ya pasó en una cárcel británica, lo que le permitiría al activista regresar a Australia.
Ante esta situación, expertos consultados por The Guardian advierten de que el acuerdo alcanzado entre Assange y el país norteamericano podría resultar contraproducente para otras personas que pretendan transparentar información gubernamental en Estados Unidos.
Geoffrey Robertson KC, abogado especializado en derechos humanos y quien representó a Assange, dijo al medio británico que el Gobierno de Joe Biden debería ahora indicar públicamente que no perseguirá a periodistas por realizar su trabajo, incluyendo la garantía de que los periodistas no estadounidenses estarían protegidos por la Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión en ese país.
"El Gobierno de Estados Unidos debe dejar claro que no intentará argumentar de nuevo que la Primera Enmienda no protege a los periodistas de otros países", dijo Robertson, añadiendo que los Gobiernos, incluido el británico, deben presionar para obtener este resultado.
El también fundador del bufete Doughty Street Chambers, que ha representado al fundador de WikiLeaks durante más de una década, consideró que la liberación de Julian Assange representa una decisión más diplomática y política que judicial.
"Creo que todo el mundo se da cuenta de que se trata más de un ejercicio diplomático para salvar la vergüenza que de una decisión legal. Todo esto ha sido un ojo morado para el Pentágono en este sentido, y no creo que estén ansiosos por recrear una situación similar", agregó.
Otros expertos sostuvieron que era improbable que el acuerdo sentara precedente. Tim Dawson, vicesecretario general de la Federación Internacional de Periodistas, dijo a The Guardian que, aunque aceptar la acusación podía parecer un precedente peligroso, "en la práctica, que el caso termine así es un impulso significativo para la libertad de prensa".
Rebecca Vincent, directora de campañas de Reporteros sin Fronteras (RSF), declaró: "Nos gustaría ver a un Gobierno británico que enviara un mensaje muy diferente si volviera a enfrentarse a un caso como este, y actuara en la línea de reforzar la libertad de prensa".
Julian Assange aterrizó este 24 de junio en la isla de Saipán, que pertenece al Estado libre asociado insular estadounidense de las Islas Marianas del Norte. Ahí tendría una audiencia final para, después, quedar en libertad y regresar a Australia con su familia.
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