La frontera de los mundos y el valle de los fantasmas: lugares misteriosos de Rusia

En la orilla oriental del lago Onega hay un cabo extraordinario denominado Bésov Nos. Sus rocas están pintadas con antiguos dibujos de piedra llamados petroglifos.

En el cabo Bésov Nos se producen varios fenómenos misteriosos. Afirman que en ese lugar se detienen las manecillas de los relojes y la gente siente un torrente de energía increíble.

El antiguo asentamiento de Arkaim, descubierto a finales del siglo pasado en la región rusa de Cheliábinsk, es considerado como un lugar misterioso.

Arkaim está construido en una falla geológica donde se encuentran los valles de dos ríos del sur de los Urales. No se sabe quién construyó la antigua ciudad. Arkaim tiene forma redonda. En su interior hay casas trapezoidales y calles orientadas a los lados del mundo.

Las investigaciones demuestran que la vida en el asentamiento se interrumpió de golpe, sin motivo aparente.

En el corazón de las tundras de Lovózero se encuentra el lago Seidózero, que tiene fama de paranormal.

Los chamanes creen que el fondo del lago conecta con el centro de la Tierra. Aquí a menudo mueren personas en circunstancias misteriosas, y se producen accidentes comparables con la tragedia del paso Diátlov.

Hay varias decenas de laberintos Saami en la república rusa de Karelia. La mayoría de las construcciones de piedra en forma de espiral se encuentran en Solovkí, en las islas de los skerries de Kemsk y en la llanura aluvial del río Keret.

Los científicos siguen discutiendo sobre la función de estos laberintos, mientras que los lugareños creen en el poder místico de las piedras y su conexión con el otro mundo.

La principal montaña de Altai, Beluja, es conocida no solo como el centro del alpinismo y el senderismo. Muchos lo ven como "el lugar del poder" y "la frontera de los mundos".

Los budistas insisten en que fue aquí donde su deidad principal descendió a la tierra pecadora. En el pasado estaba prohibido subir a Beluja para no perturbar la Morada de los dioses.

En Crimea, en la zona del monte Demerdzhi, hay grandes columnas de piedra. Bajo la luz de la Luna, esos proyectan largas sombras, convirtiéndose en misteriosas figuras de personas y animales. Por lo tanto, el lugar fue bautizado como el valle de los fantasmas.

Según una antigua leyenda rusa, el lago Svetloyar es un lugar sagrado donde la antigua ciudad de Kítezh se sumergió bajo las aguas. El lago se encuentra a 120 kilómetros al noreste de Nizhni Nóvgorod.

Rodeado de densos bosques, el lago Svetloyar se asemeja a un gran ojo frío, y el espeso azul del agua acentúa sus 40 metros de profundidad. Se dice que aún hoy, en el silencio del antiguo lago, se oyen los sonidos cristalinos de campanas procedentes de las profundidades.

El sendero de Manpupunyur significa "pequeña montaña de ídolos" en la lengua de la etnia mansi que vive en Rusia.

Los mansi consideran sagrado este lugar, y solo los chamanes tenían permiso para ir a la montaña. Los antiguos pueblos de los Urales del norte de Rusia creían que a los que violaban la prohibición les esperaba un severo castigo.

El remoto pueblo de Molebki está situado en la frontera entre la región de Sverdlovsk y la región de Perm, en la orilla izquierda del río Silva, y se considera anómalo desde los tiempos de la URSS.

Según los rumores, es posible ver allí un grupo de ovnis. El pueblo solía estar habitado por los mansi, que hacían sacrificios a los dioses en una meseta de piedra.

Los antiguos ídolos han sobrevivido hasta nuestros días.

La roca plana de Parus, en la costa del mar Negro es famoso por su pequeño agujero nítido de origen desconocido

En la costa occidental del Baikal, frente a las islas Ushkan, se encuentra el cabo Rityi. La etnia de los buriatos lo llama Jer-Jushun, "cabo furioso".

Los habitantes de los asentamientos costeros afirman que todas las bolas brillantes, que a veces sobrevuelan misteriosamente el Baikal por la noche, desaparecen en el desfiladero del cabo Rityi.

Según la leyenda, aquí está enterrado el terrible y maligno espíritu de los vientos, al que nunca se debe molestar. Las mujeres y los niños tienen prohibida la entrada a este territorio, aquí no hay carreteras para automóviles y los barcos de pesca no se apresuran a pasar por allí.