Las demoras en el Congreso argentino amenazan con cambiar los planes de Milei
Las demoras en el Congreso argentino amenazan con cambiar los planes de Milei
Sputnik Mundo
Los obstáculos para la aprobación de la tan anhelada ley ómnibus ponen presión sobre el Gobierno, que contempla la posibilidad de postergar la convocatoria a... 16.05.2024, Sputnik Mundo
Las idas y vueltas en torno a la ansiada ley ómnibus parecen no tener fin en Argentina. Tras el contundente respaldo mayoritario alcanzado en la Cámara de Diputados, el Gobierno de Javier Milei observa con desvelo las crecientes trabas que emergen para que su iniciativa legislativa fundacional logre ser sancionada en el Senado.Es que paulatinamente comienzan a emerger voces críticas de algunos de los ejes más sensibles —y, por ende, polémicos— comprendidos en los más de 270 artículos del megaproyecto, tales como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece sendos beneficios impositivos a inversiones superiores a los 200 millones de dólares, que son concebidos como un factor de "competencia desleal" por los representantes de la industria nacionales.El escenario de extrema minoría parlamentaria en la que se encuentra el oficialismo podría dar lugar a una serie de modificaciones introducidas por la oposición: si así fuera, el proyecto debería volver a Diputados, dilatándose aún más los tiempos. Sin embargo, el Poder Ejecutivo empieza a ver de reojo un plazo límite autoimpuesto: el 25 de mayo, fecha patria que el presidente dispuso como escenario para la firma de un acuerdo interpartidario bajo el nombre de "Pacto de Mayo". Las demoras parlamentarias amenazan con postergar la iniciativa.Consultado por la prensa, Milei se refirió a la retardación de los tiempos previstos: el objetivo del presidente era que la firma del acuerdo fuera precedida por la sanción de la ley, como forma de encauzar el relanzamiento del programa de Gobierno. "Si el pacto no es en mayo, será en junio o julio", respondió el mandatario.Con el objetivo de llevar tranquilidad sobre la solidez de la convocatoria oficial, menos de 24 horas después de las declaraciones del mandatario, el presidente de la Cámara de Diputados —Martín Menem, hombre de confianza de Milei—, aclaró que el Pacto de Mayo "va a estar con o sin ley".A contrarreloj"Estamos esperando el dictamen del Senado para avanzar rápidamente hacia la sanción de la ley. Tenemos la ilusión de tratarla la semana que viene, antes del 25 de mayo", dijo a Sputnik Nicolás Mayoraz, diputado nacional de La Libertad Avanza. El legislador reconoció que "los tiempos se han atrasado", pero consideró que aún hay posibilidades de "insistir en el proyecto original".Al otro lado del río, la oposición más frontal al oficialismo —nucleada en el peronismo bajo el nombre de Unión por la Patria— lee el cambio de planes como una victoria. "El Gobierno ahora sabe que no tiene el número de votos necesario para sacar la ley: acaban de chocar contra la realidad (...)", afirmó ante Sputnik el diputado nacional Hugo Yasky.Según el politólogo Facundo Cruz, el manto de incertidumbre que reposa sobre todo el trámite de una de las iniciativas fundamentales de La Libertad Avanza es producto de su propia impericia. "Milei contaba con apoyos parlamentarios que hasta ahora no se han concretado. El problema no es de gobernabilidad, sino de gestión política: el oficialismo no está tejiendo los respaldos necesarios para la aprobación de sus iniciativas", dijo en diálogo con Sputnik.¿Pragmatismo o debilidad?Si la noción que articuló toda la estrategia rupturista —propia de un outsider— esgrimida por La Libertad Avanza desde su llegada al poder consistió en la idea de "no negociar con la casta política", esta parece haber mutado a un pragmatismo velado. Sea por conciencia de los límites de la realpolitik o por las dificultades explícitas para aprobar su primera ley propia, el oficialismo comenzó a ensayar una lectura diferente del escenario político."El rumbo económico del Gobierno no depende de la ley. Estamos en el camino correcto y eso se manifiesta en la caída de la inflación. Es más un aspecto simbólico", sostuvo el diputado oficialista.En este punto, Cruz advirtió que "la ley que salga va a ser presentada como un éxito, y esto responde más a la necesidad que al pragmatismo. Aceptar los cambios que proponga la oposición muestra la urgencia del Gobierno de exhibir resultados legislativos concretos después de varios meses de gestión".El peso del PactoAdemás de un éxito parlamentario, el Pacto de Mayo podría constituir una primera imagen de Milei rodeado por los gobernadores provinciales a pesar de las explícitas tensiones que han marcado los primeros cinco meses de presidencia libertaria.Sin embargo, el segundo interrogante —después del de la fecha de concreción— remite a la posibilidad de congregar a todos los mandatarios del interior. "La principal duda es quienes van a asistir al Pacto. En el fondo, termina siendo la manifestación política de la Ley Ómnibus, que muy probablemente no llegue a ser sancionada antes".En este punto adquiere un papel central el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien confirmó que no asistiría a la convocatoria. El gesto del mandatario opositor a cargo de la gestión de un territorio que reúne a más de un tercio de la población nacional es elocuente. Consultado al respecto, Yasky consideró que "no es posible para un gobernador que realmente quiera respetar su mandato formar parte de ese evento".
Los obstáculos para la aprobación de la tan anhelada ley ómnibus ponen presión sobre el Gobierno, que contempla la posibilidad de postergar la convocatoria a gobernadores opositores para la firma de un acuerdo que relance la gestión. "El oficialismo necesita urgentemente exhibir logros legislativos", dijo a Sputnik el politólogo Facundo Cruz.
Es que paulatinamente comienzan a emerger voces críticas de algunos de los ejes más sensibles —y, por ende, polémicos— comprendidos en los más de 270 artículos del megaproyecto, tales como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece sendos beneficios impositivos a inversiones superiores a los 200 millones de dólares, que son concebidos como un factor de "competencia desleal" por los representantes de la industria nacionales.
El escenario de extrema minoría parlamentaria en la que se encuentra el oficialismo podría dar lugar a una serie de modificaciones introducidas por la oposición: si así fuera, el proyecto debería volver a Diputados, dilatándose aún más los tiempos. Sin embargo, el Poder Ejecutivo empieza a ver de reojo un plazo límite autoimpuesto: el 25 de mayo, fecha patria que el presidente dispuso como escenario para lafirma de un acuerdo interpartidario bajo el nombre de "Pacto de Mayo". Las demoras parlamentarias amenazan con postergar la iniciativa.
Consultado por la prensa, Milei se refirió a la retardación de los tiempos previstos: el objetivo del presidente era que la firma del acuerdo fuera precedida por la sanción de la ley, como forma de encauzar el relanzamiento del programa de Gobierno. "Si el pacto no es en mayo, será en junio o julio", respondió el mandatario.
"Si el pacto no es en mayo, será en junio o julio"
Javier Milei sostuvo que "no hay problema" si se posterga el Pacto de Mayo y comparó su Gobierno con el de Carlos Menem: "La reforma de Menem fue la más grande la historia, solo la Ley Bases es 5 veces más grande". pic.twitter.com/OBRFYPPZpE
Con el objetivo de llevar tranquilidad sobre la solidez de la convocatoria oficial, menos de 24 horas después de las declaraciones del mandatario, el presidente de la Cámara de Diputados —Martín Menem, hombre de confianza de Milei—, aclaró que el Pacto de Mayo "va a estar con o sin ley".
"El Pacto de Mayo va a estar con o sin ley"
Martín Menem ratificó que se realizará la cumbre convocada por Javier Milei el 25 de mayo, independientemente de la sanción de la Ley Bases.
"Estamos esperando el dictamen del Senado para avanzar rápidamente hacia la sanción de la ley. Tenemos la ilusión de tratarla la semana que viene, antes del 25 de mayo", dijo a Sputnik Nicolás Mayoraz, diputado nacional de La Libertad Avanza. El legislador reconoció que "los tiempos se han atrasado", pero consideró que aún hay posibilidades de "insistir en el proyecto original".
Al otro lado del río, la oposición más frontal al oficialismo —nucleada en el peronismo bajo el nombre de Unión por la Patria— lee el cambio de planes como una victoria. "El Gobierno ahora sabe que no tiene el número de votos necesario para sacar la ley: acaban de chocar contra la realidad (...)", afirmó ante Sputnik el diputado nacional Hugo Yasky.
Según el politólogo Facundo Cruz, el manto de incertidumbre que reposa sobre todo el trámite de una de las iniciativas fundamentales de La Libertad Avanza es producto de su propia impericia. "Milei contaba con apoyos parlamentarios que hasta ahora no se han concretado. El problema no es de gobernabilidad, sino de gestión política: el oficialismo no está tejiendo los respaldos necesarios para la aprobación de sus iniciativas", dijo en diálogo con Sputnik.
"En términos económicos o fiscales el aplazamiento de la ley no debería tener mucho impacto. Hasta ahora el Gobierno no necesitó el respaldo del Congreso: toma decisiones por fuera de la necesidad de recibir su colaboración", afirmó el investigador del Observatorio Pulsar de la Universidad de Buenos Aires.
¿Pragmatismo o debilidad?
Si la noción que articuló toda la estrategia rupturista —propia de un outsider— esgrimida por La Libertad Avanza desde su llegada al poder consistió en la idea de "no negociar con la casta política", esta parece haber mutado a un pragmatismo velado. Sea por conciencia de los límites de la realpolitik o por las dificultades explícitas para aprobar su primera ley propia, el oficialismo comenzó a ensayar una lectura diferente del escenario político.
"Las reformas que propone la oposición son atendibles, pero la intención del Poder Ejecutivo es mantener el proyecto original. De todos modos, no va a salir una 'mala ley': la que salga va a ser buena, aún si no es el proyecto original", remarcó Mayoraz.
"El rumbo económico del Gobierno no depende de la ley. Estamos en el camino correcto y eso se manifiesta en la caída de la inflación. Es más un aspecto simbólico", sostuvo el diputado oficialista.
En este punto, Cruz advirtió que "la ley que salga va a ser presentada como un éxito, y esto responde más a la necesidad que al pragmatismo. Aceptar los cambios que proponga la oposición muestra la urgencia del Gobierno de exhibir resultados legislativos concretos después de varios meses de gestión".
Además de un éxito parlamentario, el Pacto de Mayo podría constituir una primera imagen de Milei rodeado por los gobernadores provinciales a pesar de las explícitas tensiones que han marcado los primeros cinco meses de presidencia libertaria.
Sin embargo, el segundo interrogante —después del de la fecha de concreción— remite a la posibilidad de congregar a todos los mandatarios del interior. "La principal duda es quienes van a asistir al Pacto. En el fondo, termina siendo la manifestación política de la Ley Ómnibus, que muy probablemente no llegue a ser sancionada antes".
En este punto adquiere un papel central el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien confirmó que no asistiría a la convocatoria. El gesto del mandatario opositor a cargo de la gestión de un territorio que reúne a más de un tercio de la población nacional es elocuente. Consultado al respecto, Yasky consideró que "no es posible para un gobernador que realmente quiera respetar su mandato formar parte de ese evento".
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