El nuevo desafío de Washington podría ser un "nuevo frente panislámico"
El nuevo desafío de Washington podría ser un "nuevo frente panislámico"
Sputnik Mundo
El apoyo de la comunidad árabe y musulmana a Gaza ante los ataques de Israel parece estar uniendo a las regiones islámicas y haciendo que los chiíes y suníes... 09.02.2024, Sputnik Mundo
En un artículo para el medio especializado Foreing Affairs, el experto destaca que la ampliación del conflicto entre Israel y Palestina por Oriente Medio ha difuminado las divisiones sectarias que a menudo han configurado la región islámica.Matthiesen subraya que el conflicto en Gaza ha desafiado las tensiones entre los musulmanes suníes y los chiíes. Un ejemplo de lo anterior, dice, es que los palestinos son, en su inmensa mayoría, musulmanes suníes, mientras que Hamás —el movimiento gobernante en Gaza— surgió de los Hermanos Musulmanes, el movimiento islamista suní. Sin embargo, explica, ambos han encontrado algunos de sus aliados más fuertes en grupos y regímenes dirigidos por chiíes en Irán, Irak, el Líbano, Siria y Yemen."La explicación reside en el lugar especial que la liberación palestina ocupa desde hace tiempo entre suníes y chiíes de a pie y en cómo la guerra ha convertido ese sentimiento en una poderosa fuerza unificadora", explica el también académico de Islam Global en la Universidad de Bristol.Este nuevo frente, argumenta Toby Matthiesen, puede plantear un reto estratégico para Estados Unidos que va mucho más allá de contrarrestar a las milicias iraquíes y a los hutíes con ataques selectivos, pues esta nueva unión entre musulmanes amenaza con socavar aún más la influencia estadounidense y, a largo plazo, podría hacer insostenibles numerosas misiones militares de Washington en la región.Matthiesen explica que esta "creciente fuerza de las fuerzas de resistencia" no debe entenderse como una expresión de fundamentalismo religioso o identificación sectaria, ya que esta se debe a varios factores como unos niveles sostenidos de financiación, una estructura organizativa comprometida y disciplinada, una ideología coherente y un importante respaldo social a los grupos en sus respectivas comunidades."Pero también tiene su origen en las consecuencias imprevistas de las intervenciones militares occidentales e israelíes y de las políticas de los regímenes árabes prooccidentales. Y, lo que es más importante, está relacionado con la unión gradual de Hamás, el movimiento islamista palestino más poderoso, con los aliados chiíes de Irán", concluye.
El apoyo de la comunidad árabe y musulmana a Gaza ante los ataques de Israel parece estar uniendo a las regiones islámicas y haciendo que los chiíes y suníes olviden sus diferencias históricas, lo cual podría representar una nueva amenaza para Estados Unidos, indica el historiador y politólogo especializado en Oriente Medio, Toby Matthiesen.
En un artículo para el medio especializado Foreing Affairs, el experto destaca que la ampliación del conflicto entre Israel y Palestina por Oriente Medio ha difuminado las divisiones sectarias que a menudo han configurado la región islámica.
Matthiesen subraya que el conflicto en Gaza ha desafiado las tensiones entre los musulmanes suníes y los chiíes. Un ejemplo de lo anterior, dice, es que los palestinos son, en su inmensa mayoría, musulmanes suníes, mientras que Hamás —el movimiento gobernante en Gaza— surgió de los Hermanos Musulmanes, el movimiento islamista suní. Sin embargo, explica, ambos han encontrado algunos de sus aliados más fuertes en grupos y regímenes dirigidos por chiíes en Irán, Irak, el Líbano, Siria y Yemen.
"La explicación reside en el lugar especial que la liberación palestina ocupa desde hace tiempo entre suníes y chiíes de a pie y en cómo la guerra ha convertido ese sentimiento en una poderosa fuerza unificadora", explica el también académico de Islam Global en la Universidad de Bristol.
"Tras casi cuatro meses de guerra catastrófica, el asalto de Israel a Gaza ha despertado un frente panislámico que engloba a las opiniones públicas árabes suníes, que se oponen de forma abrumadora a la normalización árabe, y a los grupos militantes chiíes que constituyen el núcleo de las fuerzas de resistencia de Irán", apunta el también autor de The Other Saudis: Shiism, Dissent and Sectarianism.
Este nuevo frente, argumenta Toby Matthiesen, puede plantear un reto estratégico para Estados Unidos que va mucho más allá de contrarrestar a las milicias iraquíes y a los hutíes con ataques selectivos, pues esta nueva unión entre musulmanes amenaza con socavar aún más la influencia estadounidense y, a largo plazo, podría hacer insostenibles numerosas misiones militares de Washington en la región.
"Esta nueva unidad también plantea importantes obstáculos a cualquier esfuerzo liderado por Estados Unidos para imponer un acuerdo de paz desde arriba que excluya a los islamistas palestinos", asegura.
Matthiesen explica que esta "creciente fuerza de las fuerzas de resistencia" no debe entenderse como una expresión de fundamentalismo religioso o identificación sectaria, ya que esta se debe a varios factores como unos niveles sostenidos de financiación, una estructura organizativa comprometida y disciplinada, una ideología coherente y un importante respaldo social a los grupos en sus respectivas comunidades.
"Pero también tiene su origen en las consecuencias imprevistas de las intervenciones militares occidentales e israelíes y de las políticas de los regímenes árabes prooccidentales. Y, lo que es más importante, está relacionado con la unión gradual de Hamás, el movimiento islamista palestino más poderoso, con los aliados chiíes de Irán", concluye.
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