"Biden no puede dejar su adicción a la escalada": ¿qué pasa con la diplomacia de EEUU?
"Biden no puede dejar su adicción a la escalada": ¿qué pasa con la diplomacia de EEUU?
Sputnik Mundo
La política exterior del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no da prioridad a la diplomacia, sino al agravamiento de los conflictos a través de... 01.02.2024, Sputnik Mundo
El autor del análisis, Alex Little, un especialista en Asia Central y Rusia del Tecnológico de Georgia, la Administración de Biden perpetúa conflictos devastadores en el extranjero en lugar de resolverlos. Como ejemplo cita el ataque de las Fuerzas Armadas estadounidenses contra las posiciones de los hutíes en Yemen con el pretexto de que este grupo pone en riesgo la seguridad marítima y comercial en el mar Rojo."Del mismo modo, Pakistán, país dotado de armas nucleares y uno de los principales receptores de ayuda militar estadounidense, lanzó ataques aéreos contra supuestos escondites de militantes dentro de Irán, lo que a su vez provocó un ataque con aviones no tripulados contra una base estadounidense en el que murieron tres militares estadounidenses", agrega el analista de The American Conservative."EEUU debe corregir el rumbo"Estos acontecimientos, dice, demuestran que los conflictos en Oriente Medio se están ampliando en un ciclo de represalias en la región tras la intervención estadounidense.Según el análisis, Washington "recurre por defecto a una respuesta militarista cuando se enfrenta a un conflicto mundial: enviar armas, disparar misiles o proferir graves amenazas"Con sus ataques contra Yemen, lo único que ha conseguido la Casa Blanca es reforzar la capacidad del grupo militante hutí para interrumpir el transporte marítimo internacional, afirma. "Washington debería abandonar tales tácticas y, en su lugar, trabajar diplomáticamente con Israel para forjar los términos de un alto el fuego a largo plazo en Gaza", recomienda el autor.¿Realmente Washington apoya a Ucrania?En cuanto a la crisis ucraniana, Little sostiene que solo la diplomacia pondrá fin al conflicto con Rusia. El envío masivo de armamento, dice, conduce inevitablemente a una escalada que ni siquiera podría conducir a Kiev a la victoria. "Lamentablemente, los incentivos diplomáticos para que Moscú llegue a un acuerdo de paz han disminuido tras el fracaso de Ucrania a la hora de imponerse, y ahora Moscú cree que tiene tanto el tiempo como el impulso para ganar", afirma el analista.Según él, las perspectivas de paz eran mucho mejores al principio del conflicto, cuando el propio presidente Volodímir Zelenski confirmó que su país estaba dispuesto a aceptar intercambiar una garantía de "neutralidad" por "garantías de seguridad para Ucrania".Sin embargo, dice el articulista, en lugar de permitir a Ucrania negociar desde una posición de fuerza, los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), incluido Estados Unidos, animaron a Ucrania a luchar durante "todo el tiempo que haga falta". De acuerdo con Little, Washington podría ayudar a Ucrania aconsejando a Kiev que prolongar el conflicto no augura nada bueno para la prosperidad de la nación ucraniana a largo plazo."Estados Unidos, con su importante papel en los esfuerzos defensivos de Ucrania, tiene la influencia necesaria para empujar a Ucrania a transigir con Rusia", dice.
La política exterior del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no da prioridad a la diplomacia, sino al agravamiento de los conflictos a través de respuestas militares, como en Ucrania y Oriente Medio, lo que ha puesto en peligro los intereses de Washington, observa un análisis publicado en el portal 'The American Conservative'.
El autor del análisis, Alex Little, un especialista en Asia Central y Rusia del Tecnológico de Georgia, la Administración de Biden perpetúa conflictos devastadores en el extranjero en lugar de resolverlos.
"De Europa del Este a Oriente Medio, el presidente Biden no puede dejar su adicción a la escalada", critica el especialista en referencia a todos los problemas que, según él, ha profundizado Biden en el mundo, como Ucrania, la Franja de Gaza y el mar Rojo.
Como ejemplo cita el ataque de las Fuerzas Armadas estadounidenses contra las posiciones de los hutíes en Yemen con el pretexto de que este grupo pone en riesgo la seguridad marítima y comercial en el mar Rojo.
"Los ataques aéreos no hacen, sino desestabilizar aún más la región. Posteriormente, Irán contraatacó disparando misiles balísticos a través de sus representantes contra instalaciones estadounidenses en el norte de Irak", señala el reporte.
"Del mismo modo, Pakistán, país dotado de armas nucleares y uno de los principales receptores de ayuda militar estadounidense, lanzó ataques aéreos contra supuestos escondites de militantes dentro de Irán, lo que a su vez provocó un ataque con aviones no tripulados contra una base estadounidense en el que murieron tres militares estadounidenses", agrega el analista de The American Conservative.
Estos acontecimientos, dice, demuestran que los conflictos en Oriente Medio se están ampliando en un ciclo de represalias en la región tras la intervención estadounidense.
Según el análisis, Washington "recurre por defecto a una respuesta militarista cuando se enfrenta a un conflicto mundial: enviar armas, disparar misiles o proferir graves amenazas"
"Estas soluciones a menudo no resuelven nada y siempre corren el riesgo de exacerbar aún más los conflictos. Por ello, Estados Unidos debe corregir el rumbo, aprovechando su infrautilizado pero sólido capital diplomático", sugiere el académico del Tecnológico de Georgia.
"Washington debería abandonar tales tácticas y, en su lugar, trabajar diplomáticamente con Israel para forjar los términos de un alto el fuego a largo plazo en Gaza", recomienda el autor.
En cuanto a la crisis ucraniana, Little sostiene que solo la diplomacia pondrá fin al conflicto con Rusia. El envío masivo de armamento, dice, conduce inevitablemente a una escalada que ni siquiera podría conducir a Kiev a la victoria.
"Lamentablemente, los incentivos diplomáticos para que Moscú llegue a un acuerdo de paz han disminuido tras el fracaso de Ucrania a la hora de imponerse, y ahora Moscú cree que tiene tanto el tiempo como el impulso para ganar", afirma el analista.
Según él, las perspectivas de paz eran mucho mejores al principio del conflicto, cuando el propio presidente Volodímir Zelenski confirmó que su país estaba dispuesto a aceptar intercambiar una garantía de "neutralidad" por "garantías de seguridad para Ucrania".
Sin embargo, dice el articulista, en lugar de permitir a Ucrania negociar desde una posición de fuerza, los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), incluido Estados Unidos, animaron a Ucrania a luchar durante "todo el tiempo que haga falta".
De acuerdo con Little, Washington podría ayudar a Ucrania aconsejando a Kiev que prolongar el conflicto no augura nada bueno para la prosperidad de la nación ucraniana a largo plazo.
"Estados Unidos, con su importante papel en los esfuerzos defensivos de Ucrania, tiene la influencia necesaria para empujar a Ucrania a transigir con Rusia", dice.
"A medida que los conflictos hacen estragos en Oriente Medio y Europa, el mundo mira a Estados Unidos en busca de apoyo y liderazgo. Desgraciadamente, como Washington ha dependido del militarismo estadounidense como principal vía de compromiso, no ha hecho sino exacerbar las tensiones. A pesar de las promesas en sentido contrario, la Administración Biden nos recuerda que la diplomacia es un arte perdido en Washington", concluye el especialista.
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