Una rara amistad que busca lavar culpas: ¿por qué se omite a EEUU al hablar de Hiroshima?
Una rara amistad que busca lavar culpas: ¿por qué se omite a EEUU al hablar de Hiroshima?
Sputnik Mundo
Una extraña amistad entre Tokio y Washington y un discurso que pretende lavar las culpas de la Casa Blanca son algunas de las razones por las que Japón —e... 10.08.2023, Sputnik Mundo
Durante la conmemoración del 78 aniversario de este ataque, ni las autoridades japonesas ni la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señalaron a la nación norteamericana como la causante de la muerte de 140.000 personas en Hiroshima y 74.000 en Nagasaki.Pese a aquellas explosiones, Tokio y Washington actualmente mantienen lazos fuertes en prácticamente todos los ámbitos: económico, comercial, político y militar. Atrás quedaron los años de confrontación durante la primera mitad del siglo XX. Actualmente, aunque todo el mundo mira a Estados Unidos como el culpable, "no hay que olvidar que los japoneses también cometieron atrocidades", afirma la doctora Natalia Rivera, coordinadora del módulo del Sudeste Asiático del Diplomado en Estudios sobre Asia del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).Además, el lazo bilateral se hace más fuerte debido a la presencia cada vez más sólida de China en el panorama internacional. Para paliar este avance de Pekín, Japón, Estados Unidos, la India y Australia conformaron la alianza Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (QUAD), recuerda la especialista. De esta manera, "se entiende que ni Japón ni las Naciones Unidas hagan alusión a Estados Unidos porque necesitan la cooperación para enfrentar la influencia que tiene China en el este y en el sureste de Asia", precisa Rivera.Una tensa relaciónEstados Unidos y Japón sostuvieron una tensa relación hasta la primera mitad del siglo XX. Durante el siglo XIX, el país asiático inició su expansión regional y lo hizo quitando territorios a China y ampliándose militarmente. La experta cita algunos análisis que consideran que las autoridades japonesas fueron más agresivas que Occidente en sus procesos de colonización."Para poder frenar a Japón, Estados Unidos decidió aplicar un embargo petrolero y, como respuesta, el 7 de diciembre de 1941, en una hora en que la población iba a la iglesia, [los japoneses] atacaron la base de Pearl Harbor (...). Para el 8 de diciembre de ese año, inician formalmente las hostilidades entre Washington y Tokio", recuerda.A raíz del lanzamiento de las bombas atómicas, que fue el punto más álgido en las rencillas entre ambas naciones, se firmó el Tratado de San Francisco, donde se estableció que las Fuerzas Armadas estadounidenses debían desocupar el territorio japonés. El acuerdo entró en vigor en 1952.¿Por qué señalan a Moscú?Durante los discursos de las autoridades japonesas para recordar la tragedia de Hiroshima y Nagasaki, hubo un país que apareció sin tener una relación con el evento: Rusia.Por ejemplo, el gobernador de Hiroshima, Hidehiko Yuzaki, indicó que hay supuestas amenazas de "armas nucleares de Rusia". También apuntó a los programas nucleares y a los misiles balísticos de Corea del Norte. Sin embargo, Moscú nunca ha amenazado con emplear armas nucleares sin motivos verdaderamente trascedentes, ya que su uso está previsto en la doctrina militar rusa exclusivamente con fines defensivos y en caso de peligro en la seguridad nacional del país. Según López Alvarado, los señalamientos en contra de la nación gobernada por Vladímir Putin tienen que ver con los discursos antirrusos que predominan en varios foros internacionales a raíz del conflicto en Ucrania, que ha sido alimentado mes a mes por la Casa Blanca y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a través del suministro masivo de armas a Kiev. En el plano internacional, "Estados Unidos le tiene miedo a la próxima cumbre de los BRICS, debido a que varios países han anunciado su deseo de incorporarse al bloque. Por esta razón, Washington quiere resolver su vínculo con naciones que tienen posición equidistante con él, como algunos de América Latina, África, Asia y Oceanía que, además, no cuenten con un vínculo tan sólido, ya que solo las naciones que sean aliadas [al Gobierno estadounidense] serán las que repliquen ese discurso", expone el especialista. Sin embargo, Rivera destaca que otro punto importante es la relación entre Japón y Rusia, especialmente a través del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés).Aunque es un foro meramente económico, "esto permite, de alguna manera, limar las diferencias. Creo que es muy importante, por eso le llaman la diplomacia de los pasillos, pero habrá que mencionar también que Rusia y Japón han tenido problemas en el pasado. Por ejemplo, entre 1904 y 1905 tuvieron un enfrentamiento cuando Rusia buscó contar con una salida para mares más cálidos", detalla. Reflexiones para el futuroUn punto en el que ambos expertos coinciden es en reflexionar sobre las consecuencias del uso de armas nucleares para no repetir capítulos como el de Hiroshima y Nagasaki. "Es un tema tabú porque Estados Unidos quiere que el mundo se olvide de su responsabilidad en este hecho (...) y se condene cualquier agresión nuclear, pero que no se señale su actuación. Ante eso, apela a la falta de conciencia y memoria histórica", dice López Alvarado.En este tenor, Rivera es enfática en que Washington está aprovechando la coyuntura del conflicto ucraniano para eludir el tema, aunque es pertinente recordarlo y aprender de ello.
Una extraña amistad entre Tokio y Washington y un discurso que pretende lavar las culpas de la Casa Blanca son algunas de las razones por las que Japón —e incluso la ONU— no menciona explícitamente a Estados Unidos como el responsable del lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.
Durante la conmemoración del 78 aniversario de este ataque, ni las autoridades japonesas ni la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señalaron a la nación norteamericana como la causante de la muerte de 140.000 personas en Hiroshima y 74.000 en Nagasaki.
Pese a aquellas explosiones, Tokio y Washington actualmente mantienen lazos fuertes en prácticamente todos los ámbitos: económico, comercial, político y militar. Atrás quedaron los años de confrontación durante la primera mitad del siglo XX.
"Se omite [a Washington] porque se quiere limpiar el nombre de Estados Unidos, pero también se pretende cuidar el nombre de Japón para que la historia lo perciba como una víctima porque, en su momento, también fue victimario", explica el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experto en temas internacionales, Carlos Manuel López Alvarado.
Actualmente, aunque todo el mundo mira a Estados Unidos como el culpable, "no hay que olvidar que los japoneses también cometieron atrocidades", afirma la doctora Natalia Rivera, coordinadora del módulo del Sudeste Asiático del Diplomado en Estudios sobre Asia del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además, el lazo bilateral se hace más fuerte debido a la presencia cada vez más sólida de China en el panorama internacional. Para paliar este avance de Pekín, Japón, Estados Unidos, la India y Australia conformaron la alianza Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (QUAD), recuerda la especialista.
De esta manera, "se entiende que ni Japón ni las Naciones Unidas hagan alusión a Estados Unidos porque necesitan la cooperación para enfrentar la influencia que tiene China en el este y en el sureste de Asia", precisa Rivera.
Estados Unidos y Japón sostuvieron una tensa relación hasta la primera mitad del siglo XX. Durante el siglo XIX, el país asiático inició su expansión regional y lo hizo quitando territorios a China y ampliándose militarmente. La experta cita algunos análisis que consideran que las autoridades japonesas fueron más agresivas que Occidente en sus procesos de colonización.
"Para poder frenar a Japón, Estados Unidos decidió aplicar un embargo petrolero y, como respuesta, el 7 de diciembre de 1941, en una hora en que la población iba a la iglesia, [los japoneses] atacaron la base de Pearl Harbor (...). Para el 8 de diciembre de ese año, inician formalmente las hostilidades entre Washington y Tokio", recuerda.
A raíz del lanzamiento de las bombas atómicas, que fue el punto más álgido en las rencillas entre ambas naciones, se firmó el Tratado de San Francisco, donde se estableció que las Fuerzas Armadas estadounidenses debían desocupar el territorio japonés. El acuerdo entró en vigor en 1952.
"Previo a ello, Japón perdió su soberanía, aunque nunca fue colonizado por los occidentales", indica Rivera.
Durante los discursos de las autoridades japonesas para recordar la tragedia de Hiroshima y Nagasaki, hubo un país que apareció sin tener una relación con el evento: Rusia.
Por ejemplo, el gobernador de Hiroshima, Hidehiko Yuzaki, indicó que hay supuestas amenazas de "armas nucleares de Rusia". También apuntó a los programas nucleares y a los misiles balísticos de Corea del Norte. Sin embargo, Moscú nunca ha amenazado con emplear armas nucleares sin motivos verdaderamente trascedentes, ya que su uso está previsto en la doctrina militar rusa exclusivamente con fines defensivos y en caso de peligro en la seguridad nacional del país.
Según López Alvarado, los señalamientos en contra de la nación gobernada por Vladímir Putin tienen que ver con los discursos antirrusos que predominan en varios foros internacionales a raíz del conflicto en Ucrania, que ha sido alimentado mes a mes por la Casa Blanca y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a través del suministro masivo de armas a Kiev.
En el plano internacional, "Estados Unidos le tiene miedo a la próxima cumbre de los BRICS, debido a que varios países han anunciado su deseo de incorporarse al bloque. Por esta razón, Washington quiere resolver su vínculo con naciones que tienen posición equidistante con él, como algunos de América Latina, África, Asia y Oceanía que, además, no cuenten con un vínculo tan sólido, ya que solo las naciones que sean aliadas [al Gobierno estadounidense] serán las que repliquen ese discurso", expone el especialista.
Sin embargo, Rivera destaca que otro punto importante es la relación entre Japón y Rusia, especialmente a través del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés).
Aunque es un foro meramente económico, "esto permite, de alguna manera, limar las diferencias. Creo que es muy importante, por eso le llaman la diplomacia de los pasillos, pero habrá que mencionar también que Rusia y Japón han tenido problemas en el pasado. Por ejemplo, entre 1904 y 1905 tuvieron un enfrentamiento cuando Rusia buscó contar con una salida para mares más cálidos", detalla.
Reflexiones para el futuro
Un punto en el que ambos expertos coinciden es en reflexionar sobre las consecuencias del uso de armas nucleares para no repetir capítulos como el de Hiroshima y Nagasaki.
"Es un tema tabú porque Estados Unidos quiere que el mundo se olvide de su responsabilidad en este hecho (...) y se condene cualquier agresión nuclear, pero que no se señale su actuación. Ante eso, apela a la falta de conciencia y memoria histórica", dice López Alvarado.
En este tenor, Rivera es enfática en que Washington está aprovechando la coyuntura del conflicto ucraniano para eludir el tema, aunque es pertinente recordarlo y aprender de ello.
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