Pekín bajo el agua: las consecuencias de las lluvias más intensas de los últimos 140 años en China

Pekín se convirtió en una zona catastrófica por el devastador supertifón Doksuri y las lluvias torrenciales que le siguieron. Se ha puesto en marcha una operación de limpieza a gran escala.

La recuperación está muy avanzada, con cientos de expertos de la Cruz Roja china retirando escombros y ayudando a evacuar a las víctimas.

Los equipos de emergencia utilizan maquinaria pesada, botes de rescate y ambulancias para llegar a las zonas afectadas.

En la foto: la reconstrucción de una vía férrea en Pekín.

La catástrofe natural cogió por sorpresa a los chinos. Normalmente, el tiempo en el país es cálido y seco en esta época. Sin embargo, las fuertes lluvias que empezaron el 28 de julio hicieron que el nivel del agua de 21 ríos de la cuenca del río Haihe, donde se encuentran muchas ciudades importantes, superara un nivel peligroso.

Potentes corrientes de agua arrastraron automóviles con personas, derribaron casas e incluso puentes.

En Pekín, las fuertes lluvias e inundaciones causaron al menos 11 muertos y 27 desaparecidos.

Más de 30.000 residentes de la capital china se vieron obligados a evacuarse a zonas más seguras.

Como consecuencia del tiempo anormal en China, unas 20 personas perdieron la vida y casi 30 están desaparecidas. Varios cientos de miles de personas abandonaron sus hogares.

Aunque el nivel de las aguas de los principales ríos ha descendido considerablemente, China sigue en estado de máxima alerta mientras el tifón Hanun, el sexto del año, se aproxima a la costa oriental del país.

En las últimas semanas, millones de personas de todo el planeta sufrieron fenómenos meteorológicos extremos. Los científicos lo atribuyen al agravamiento de los efectos del cambio climático.