Miles de dólares por un billete: ¿cómo funciona el coleccionismo de divisas en México?
Miles de dólares por un billete: ¿cómo funciona el coleccionismo de divisas en México?
Sputnik Mundo
En internet es común encontrar ofertas de monedas y billetes mexicanos con características o diseños especiales que no se consiguen fácilmente, como el de 50... 07.07.2023, Sputnik Mundo
Debido a que no existe una regulación específica, las ofertas son frecuentes y puede implicar un fuerte gasto para quien desee adquirir alguno de estos artículos. Por ejemplo, hay colecciones de la actual familia de elementos numismáticos emitidos por el Banco de México (Banxico) que cuestan hasta 150.000 pesos mexicanos (unos 8.700 dólares), aunque el valor real sea de alrededor de 900 pesos (52 dólares). Unos de los más interesados en comprar piezas específicas son los completistas, quienes año con año buscan las piezas en mejor estado que emitan las autoridades monetarias. En una charla para este medio, el presidente de la asociación civil Sociedad Numismática de México (Sonumex), Siddhartha Sánchez, señala que hay una gran diferencia entre quienes dedican su vida a comprar billetes y monedas con el fin de coleccionar y las personas que solo guardan las piezas sin razón aparente."No por tener monedas y billetes significa que somos coleccionistas; podríamos ser acumuladores. ¿Cuál es la gran diferencia? Darle orden y sentido, porque para el coleccionista representa algo. No son solo piezas arrumbadas o incrementándose en volumen", explica.¿Qué los hace tan atractivos?Siddhartha Sánchez señala que hay, al menos, seis factores por los que algunas monedas y billetes resultan atractivas para la población:"Entre menos piezas disponibles haya, se convierte en algo muchísimo más atractivo para los coleccionistas. Buscan piezas, monedas y billetes que sean más bien raros, que no todo el mundo pueda tener. Posteriormente, el estado de conservación es qué tan cercano está a cómo fue realizado originalmente el billete o moneda, si es nuevo, tiene dobleces, fue limpiado o tiene golpes", indica y hace énfasis en que los aspectos menos importantes son los materiales y la edad del objeto."Cuando una moneda es rara, no importa que esté fabricada en cobre (...) pero, cuando no son tan extrañas, nos podemos enfocar en [su composición] (...). Son mejores y más demandadas las de oro, plata y materiales finos que las [elaboradas con elementos] industriales", asevera.Además, el experto detalla que es un mito que, a mayor antigüedad de una moneda o billete, tengan un costo más alto en el mercado, ya que hay objetos de esta índole que, teniendo pocos años, llegan a venderse en cientos o miles de pesos.Compra y venta a través del tiempoEl coleccionismo en México prolifera a partir del final de la Independencia en adelante, cuando se dio una mayor estabilidad. Sin embargo, su auge fue en el mandato del presidente Porfirio Díaz (1884–1911), tanto que existen catálogos especializados en numismática que datan de esos tiempos."Era muy común, tanto en nuestro país como en el mundo, coleccionar monedas clásicas, es decir, griegas o romanas, y estas se montaban en gabinetes especializados, en cajones con vitrinas y fondo de terciopelo", recuerda Sánchez.Acerca de los billetes, estos comenzaron a circular en el Porfiriato y se posicionaron en el mercado nacional a partir de 1925. Tan solo un lustro después, empezaron a aparecer en las manos de los coleccionistas.De acuerdo con Enciso Zamudio, un punto relevante para la compra y venta de monedas y billetes fue la pandemia del COVID-19, ya que estos fueron comercializados a través de diversas plataformas.No obstante, "tendríamos que considerar ciertas cuestiones como el volumen de intercambio que se realice en ciertas plataformas porque, en la misma página del Banco de México (Banxico) pueden conseguirse estas monedas y billetes en buen estado, con un precio ligeramente mayor a su valor nominal", expone la también docente de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).En esta línea, Sánchez ahonda en la facilidad que existe en esta época para ofrecer productos numismáticos que, anteriormente, eran difíciles de conseguir o vender.Esto tiene otra consecuencia: que las personas interesadas en la colección de monedas y billetes caigan en fraudes debido a la desinformación.Las afectaciones son improbables, pero no imposiblesDebido al auge de la compra y venta de objetos numismáticos en internet, surge una duda: ¿afecta a la economía?Enciso Zamudio hace énfasis en que, de manera formal, no hay registros en la literatura económica sobre ello. Sin embargo, hay un caso en que esta transacción podría pegar a los bolsillos de los mexicanos."Si llegara un momento en el que este fenómeno sacara del mercado una cantidad importante de billetes o monedas, entonces ya podríamos pensar que estaría reduciendo o aumentando la oferta monetaria en la economía. Con base en ello, se analizarían los efectos adversos", precisa.Otro rubro a tomar en cuenta es el intercambio de una moneda de un valor bajo por una gran cantidad de dinero."En realidad solo está sacando de la circulación poco valor y el resto sigue circulando porque eso que recibe como pago se espera que sea gastado, utilizándolo como medio de pago", señala.El presidente de Sonumex precisa que, cuando el banco central emite un nuevo diseño, suele causar furor en la población en general, como ocurrió con el billete de 50 pesos mexicanos con un ajolote. En esa época, Banxico solicitó a la población que lo circulara, ya que puede causar que la economía no avance.Un punto importante a reflexionar, indica Sánchez, es el efecto inflacionario que tiene el coleccionismo de billetes y monedas cuando hay una gran demanda y los precios de las piezas son exorbitantes."No solo pasa en el coleccionismo de monedas, sino en los de otros productos. Entonces, al haber cada vez más demanda por un producto que ya no se está emitiendo, tiene un efecto inflacionario en la economía muy evidente. Afortunadamente, se puede considerar el coleccionismo de monedas, cuando es especializado y bien informado, se puede convertir en una inversión. Esto es porque el precio de las monedas de colección, cuando cumplen ciertas características, puede tener beneficios muy superiores a la inflación", añade.Una regulación complejaAmbos expertos coinciden en que no es sencillo regular la compra y venta de monedas y billetes, especialmente porque México se ciñe al libre mercado y las autoridades no deberían interferir en las transacciones.Por ello, invitan a la población a informarse, ya sea a través de los contenidos y campañas que realiza Banxico sobre el tema o acercándose con los profesionales en numismática."Difícilmente se podría hacer algo más para alertar a la población. Debemos entender que la mayor herramienta que tenemos es informar a través de los canales con los que contamos actualmente", reconoce Sánchez."La compra debe ser muy cuidadosa"Algunos de los consejos más relevantes para iniciar con una colección de monedas y billetes, dice el presidente de Sonumex, son investigar las características e historia de los productos de interés."Hay que saber realmente cuál es el valor [del objeto] dentro del mundo numismático, en qué rango de precios se maneja, porque si vamos a desembolsar una cantidad de nuestro bolsillo para esta inversión, debe ser ligada a la información, no por impulso o inmediatez. La compra debe ser muy cuidadosa", recomienda.Sumado a ello, es esencial conocer a la entidad o persona que ofrece los objetos numismáticos, con el fin de evitar pagar más de lo que cuestan realmente."Por otro lado, también se recomienda a las personas que quieran vender sus piezas a través de estas plataformas de compra y venta en línea, que también se asesoren de cuáles son los precios reales del mercado; son muy fáciles de encontrar dentro de las mismas comunidades numismáticas virtuales que existen en las diferentes plataformas sociales", agrega.
En internet es común encontrar ofertas de monedas y billetes mexicanos con características o diseños especiales que no se consiguen fácilmente, como el de 50 pesos mexicanos con su figura de ajolote. Estas divisas cuestan mucho más de lo que realmente valen entre el mercado de los coleccionistas.
Debido a que no existe una regulación específica, las ofertas son frecuentes y puede implicar un fuerte gasto para quien desee adquirir alguno de estos artículos. Por ejemplo, hay colecciones de la actual familia de elementos numismáticos emitidos por el Banco de México (Banxico) que cuestan hasta 150.000 pesos mexicanos (unos 8.700 dólares), aunque el valor real sea de alrededor de 900 pesos (52 dólares).
"La demanda sería fundamentalmente para los diferentes tipos de coleccionistas y la oferta [proviene] de cualquier persona o entidad que considere que tiene una pieza con un valor [que sea impactado] por la demanda", dice en entrevista para Sputnik la maestra en economía por el Colegio de México (Colmex), Níobe Enciso Zamudio.
Unos de los más interesados en comprar piezas específicas son los completistas, quienes año con año buscan las piezas en mejor estado que emitan las autoridades monetarias.
En una charla para este medio, el presidente de la asociación civil Sociedad Numismática de México (Sonumex), Siddhartha Sánchez, señala que hay una gran diferencia entre quienes dedican su vida a comprar billetes y monedas con el fin de coleccionar y las personas que solo guardan las piezas sin razón aparente.
"No por tener monedas y billetes significa que somos coleccionistas; podríamos ser acumuladores. ¿Cuál es la gran diferencia? Darle orden y sentido, porque para el coleccionista representa algo. No son solo piezas arrumbadas o incrementándose en volumen", explica.
Siddhartha Sánchez señala que hay, al menos, seis factores por los que algunas monedas y billetes resultan atractivas para la población:
escasez de las piezas;
conservación;
popularidad (también llamado "ángel");
demanda;
material de fabricación;
antigüedad.
"Entre menos piezas disponibles haya, se convierte en algo muchísimo más atractivo para los coleccionistas. Buscan piezas, monedas y billetes que sean más bien raros, que no todo el mundo pueda tener. Posteriormente, el estado de conservación es qué tan cercano está a cómo fue realizado originalmente el billete o moneda, si es nuevo, tiene dobleces, fue limpiado o tiene golpes", indica y hace énfasis en que los aspectos menos importantes son los materiales y la edad del objeto.
"Cuando una moneda es rara, no importa que esté fabricada en cobre (...) pero, cuando no son tan extrañas, nos podemos enfocar en [su composición] (...). Son mejores y más demandadas las de oro, plata y materiales finos que las [elaboradas con elementos] industriales", asevera.
Además, el experto detalla que es un mito que, a mayor antigüedad de una moneda o billete, tengan un costo más alto en el mercado, ya que hay objetos de esta índole que, teniendo pocos años, llegan a venderse en cientos o miles de pesos.
El coleccionismo en México prolifera a partir del final de la Independencia en adelante, cuando se dio una mayor estabilidad. Sin embargo, su auge fue en el mandato del presidente Porfirio Díaz (1884–1911), tanto que existen catálogos especializados en numismática que datan de esos tiempos.
"Las primeras monedas realizadas en México [datan] de 1536 y eran coleccionadas. Incluso Carlos I de España y Carlos V de Alemania eran coleccionistas. Es posible que, dentro de su [curaduría] tuvieran ejemplares que autorizaron realizar. Desde que surgieron las primeras monedas mexicanas, ha existido interés internacional en tenerlas", dice el presidente de Sonumex.
"Era muy común, tanto en nuestro país como en el mundo, coleccionar monedas clásicas, es decir, griegas o romanas, y estas se montaban en gabinetes especializados, en cajones con vitrinas y fondo de terciopelo", recuerda Sánchez.
Acerca de los billetes, estos comenzaron a circular en el Porfiriato y se posicionaron en el mercado nacional a partir de 1925. Tan solo un lustro después, empezaron a aparecer en las manos de los coleccionistas.
De acuerdo con Enciso Zamudio, un punto relevante para la compra y venta de monedas y billetes fue la pandemia del COVID-19, ya que estos fueron comercializados a través de diversas plataformas.
No obstante, "tendríamos que considerar ciertas cuestiones como el volumen de intercambio que se realice en ciertas plataformas porque, en la misma página del Banco de México (Banxico) pueden conseguirse estas monedas y billetes en buen estado, con un precio ligeramente mayor a su valor nominal", expone la también docente de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh).
En esta línea, Sánchez ahonda en la facilidad que existe en esta época para ofrecer productos numismáticos que, anteriormente, eran difíciles de conseguir o vender.
"El público en general desconocía este mercado. Ahora, en unos cuantos minutos y con un par de clics, se toman fotografías y se publican [en internet], con cualquier precio. Esto ha contribuido muchísimo a este mercado numismático con costos exagerados, que no tienen nada que ver con la realidad", destaca.
Esto tiene otra consecuencia: que las personas interesadas en la colección de monedas y billetes caigan en fraudes debido a la desinformación.
Las afectaciones son improbables, pero no imposibles
Debido al auge de la compra y venta de objetos numismáticos en internet, surge una duda: ¿afecta a la economía?
Enciso Zamudio hace énfasis en que, de manera formal, no hay registros en la literatura económica sobre ello. Sin embargo, hay un caso en que esta transacción podría pegar a los bolsillos de los mexicanos.
"Si llegara un momento en el que este fenómeno sacara del mercado una cantidad importante de billetes o monedas, entonces ya podríamos pensar que estaría reduciendo o aumentando la oferta monetaria en la economía. Con base en ello, se analizarían los efectos adversos", precisa.
Otro rubro a tomar en cuenta es el intercambio de una moneda de un valor bajo por una gran cantidad de dinero.
"En realidad solo está sacando de la circulación poco valor y el resto sigue circulando porque eso que recibe como pago se espera que sea gastado, utilizándolo como medio de pago", señala.
El presidente de Sonumex precisa que, cuando el banco central emite un nuevo diseño, suele causar furor en la población en general, como ocurrió con el billete de 50 pesos mexicanos con un ajolote. En esa época, Banxico solicitó a la población que lo circulara, ya que puede causar que la economía no avance.
"Cuando gran parte de la población deja de poner en circulación las monedas o los billetes que están recibiendo puede provocar efectos muy interesantes dentro de la economía, no necesariamente los ideales", subraya.
Un punto importante a reflexionar, indica Sánchez, es el efecto inflacionario que tiene el coleccionismo de billetes y monedas cuando hay una gran demanda y los precios de las piezas son exorbitantes.
"No solo pasa en el coleccionismo de monedas, sino en los de otros productos. Entonces, al haber cada vez más demanda por un producto que ya no se está emitiendo, tiene un efecto inflacionario en la economía muy evidente. Afortunadamente, se puede considerar el coleccionismo de monedas, cuando es especializado y bien informado, se puede convertir en una inversión. Esto es porque el precio de las monedas de colección, cuando cumplen ciertas características, puede tener beneficios muy superiores a la inflación", añade.
Una regulación compleja
Ambos expertos coinciden en que no es sencillo regular la compra y venta de monedas y billetes, especialmente porque México se ciñe al libre mercado y las autoridades no deberían interferir en las transacciones.
Por ello, invitan a la población a informarse, ya sea a través de los contenidos y campañas que realiza Banxico sobre el tema o acercándose con los profesionales en numismática.
"Difícilmente se podría hacer algo más para alertar a la población. Debemos entender que la mayor herramienta que tenemos es informar a través de los canales con los que contamos actualmente", reconoce Sánchez.
Algunos de los consejos más relevantes para iniciar con una colección de monedas y billetes, dice el presidente de Sonumex, son investigar las características e historia de los productos de interés.
"Hay que saber realmente cuál es el valor [del objeto] dentro del mundo numismático, en qué rango de precios se maneja, porque si vamos a desembolsar una cantidad de nuestro bolsillo para esta inversión, debe ser ligada a la información, no por impulso o inmediatez. La compra debe ser muy cuidadosa", recomienda.
Sumado a ello, es esencial conocer a la entidad o persona que ofrece los objetos numismáticos, con el fin de evitar pagar más de lo que cuestan realmente.
"Por otro lado, también se recomienda a las personas que quieran vender sus piezas a través de estas plataformas de compra y venta en línea, que también se asesoren de cuáles son los precios reales del mercado; son muy fáciles de encontrar dentro de las mismas comunidades numismáticas virtuales que existen en las diferentes plataformas sociales", agrega.
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