España, aún sin derecho al olvido: vencer al cáncer y tener difícil trabajar y obtener una hipoteca
España, aún sin derecho al olvido: vencer al cáncer y tener difícil trabajar y obtener una hipoteca
Sputnik Mundo
Sin una ley de "derecho al olvido oncológico", las personas que superan la enfermedad se encuentran con barreras a la hora de pedir un préstamo o contratar un... 24.06.2023, Sputnik Mundo
El derecho al olvido es un concepto que se refiere a la capacidad de una persona para eliminar información sobre sí misma que ya no es relevante o que podría ser perjudicial para sus intereses. Pero para aquellos que han superado un cáncer, este derecho cobra una dimensión diferente, pues es la herramienta clave para dejar atrás el estigma y la discriminación asociadas a esta enfermedad.Si no se dejan atrás, pueden repercutir negativamente en la salud mental y física, pues se genera un estrés y una ansiedad que en último término puede incluso incrementar el riesgo de recaída. En España, la falta de una ley de "derecho al olvido oncológico" significa que aquellos que han superado el cáncer pueden encontrarse con dificultades para obtener algunos préstamos o seguros de vida, así como la permanencia o mejora de sus condiciones laborales.Según los datos de una investigación realizada por la Fundación Josep Carreras en 2022 sobre el impacto, también social, de la leucemia aguda y linfomas agresivos en ex pacientes españoles de entre 18 y 35 años, hasta el 47% de ellos han experimentado problemas al solicitar un préstamo en un banco. El porcentaje sube al 83% cuando se trata de contratar un seguro de vida. Y el 20% sufrió el despido o la no renovación de su contrato de trabajo.¿Se niegan hipotecas?No exactamente. En España no hay una norma que vincule la concesión de créditos hipotecarios a la contratación de un seguro de vida, pero muchas entidades bancarias lo solicitan o recomiendan como garantía de pago para adquirir un préstamo en condiciones ventajosas. Es cierto que los proveedores de servicios de salud a menudo consideran a las personas que han padecido cáncer como un riesgo mayor, por lo que en muchas ocasiones se dificulta su acceso a un determinado tipo de productos, como puedan ser algunos tipos de seguros.De ahí que el problema aparezca cuando la aseguradora se niega a tramitar una póliza por enfermedad o por haber sufrido una durante los años anteriores, como es el caso de las personas que han padecido una dolencia oncológica. En este caso, se deniega el seguro y pueden surgir dificultades para la concesión de productos financieros, como los préstamos. "El seguro es un servicio accesorio con el cual el banco reduce el tipo de interés, pero no niega la concesión de la hipoteca por no contratarlo", explica a Sputnik, Rubén Sánchez, secretario general de FACUA-Consumidores en Acción, organización sin ánimo de lucro dedicada a la defensa de los derechos de los consumidores.Sánchez admite que de acontecer la denegación de un crédito "por el hecho en sí" de haber pasado un cáncer, sería algo especialmente grave. "Y de eso nosotros no tenemos ningún caso documentado", subraya. No obstante, en España desde 2018 rige la Ley 4/2018, por la que no cabe discriminar a las personas afectadas de VIH "u otras condiciones de salud" a la hora de contratar un seguro. Pero la ley no especifica cuáles son esas "otras condiciones de salud".Relaciones laborales afectadasEn la búsqueda de empleo, un problema recurrente entre los exenfermos de cáncer es justificar el largo periodo de tiempo que se ha estado parado para recibir tratamiento y sanar. "En mi curriculum había un espacio en blanco de cinco años, no había trabajado desde los 21, así que tenía que decir que había tenido cáncer", declara a Sputnik Yaiza Cumelles, que superó un linfoma agresivo.Este tipo de información puede inducir a un empleador a pensar que el trabajador será más propenso a pedir bajas médicas o días libres para ir a revisiones. En el caso de Cumelles, de 30 años, en la actualidad, esto se tradujo en que la "descartaban rápido" en las entrevistas. "Encontré trabajo gracias a una amiga, que le tuvo que decir a la jefa que yo podía rendir igual que cualquiera", cuenta, recalcando que se esforzaba "el triple" con tal de que no la vieran inferior al resto.El sueldo también puede ser menor, porque no se accede a puestos de responsabilidad. Y con un sueldo modesto y sin seguro de vida, la solicitud de un préstamo hipotecario se complica. Pese a la motivación de personas como Yaiza Cumelles por permanecer o volver al trabajo, la estadística refleja una amenaza para sus perspectivas laborales."Las investigaciones demuestran que ese riesgo aumenta 1,4 veces después de un diagnóstico de cáncer", explica a Sputnik Alexandra Carpentier, responsable del programa de Experiencia del Paciente de la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, citando datos de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) sobre los 3,2 millones de pacientes de cáncer que se diagnostican cada año en Europa. Y Carpentier, basándose en el informe de su fundación, expresa estadísticamente tal riesgo en el caso de España:La futura leyMediante la Resolución 2020/2267 de febrero de 2022, la UE exige a todos los países miembros tener lista una ley que regule el derecho al olvido oncológico antes de 2025. En abril, a propuesta de Unidas Podemos, entre cuyos diputados figura Aina Vidal, superviviente de cáncer, el Parlamento español aprobó al respecto una Proposición No de Ley para empezar a luchar contra esta discriminación, si bien el espíritu de la resolución europea gira en torno a un plazo de 10 años tras el final de los tratamientos oncológicos, o cinco si las personas eran menores de edad cuando fueron diagnosticadas."Pero algunos países, como Francia o Bélgica, ya están regulando a cinco años desde la remisión completa de la enfermedad, no a 10. Y esa será la tendencia en el futuro", señala Carpentier. La ley en Francia, recuerda, ha tenido "más recorrido" porque fue el primer país europeo en sacarla, allá por 2016. "Allí, y también en Bélgica y Países Bajos, el plazo de cinco años es sin distinción de edad". Pero la futura ley puede no cubrir a los pacientes "con cánceres de curso crónico", que en palabras de Carpentier, "no consiguen nunca la remisión completa de la enfermedad pero pueden vivir su vida con más o menos efectos secundarios", al igual que otros enfermos crónicos."Por ejemplo, en hematología existe el ejemplo paradigmático de la leucemia mieloide crónica que, hace 20 años era de altísimo riesgo y mal pronóstico y hoy en día el 90% de los pacientes conviven con una pastilla diaria con casi la misma esperanza de vida de una persona sana", detalla Carpentier, para quien los avances en la investigación contra el cáncer han permitido mejorar las tasas de supervivencia de esta enfermedad, "que tiende a la cronificación en muchas de sus variantes".El Senado no llega a tiempoEl presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, prometió reiteredamente durante la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo que la aprobación de un texto legal que garantizara el derecho al olvido era inminente. La idea de Sánchez era aprobar en el Senado antes de finales de junio una enmienda a la ley que regula los servicios de atención a la clientela para así declarar nulas las cláusulas que excluyen a una de las partes por haber padecido cáncer, y también para prohibir a las compañías aseguradoras que discriminen a estas personas a la hora de contratar una póliza, especialmente en lo que toca a los seguros de vida: no habrá obligación de declarar el padecimiento de un cáncer una vez pasado el plazo de cinco años. Pero los malos resultados de su partido en esa cita electoral y la subsiguiente disolución del Congreso y el Senado por mor de la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio, ha desbaratado la aprobación de decenas de leyes que estaban en tramitación, incluidas las enmiendas a la ley que regula la atención al cliente, pues ya no hay actividad parlamentaria en ninguna de las dos cámaras.Cada vez más afectados"Nuestro informe representa una pequeña parte del cáncer en España, de 4.000 a 5.000 jóvenes cada año, pero la incidencia del cáncer aumentará en los próximos años siendo la estimación del número de nuevos casos de cáncer en España para el año 2023 de 279.260", recuerda Carpentier, apoyándose en datos de la Sociedad Española de Oncología Médica."Globalmente, la supervivencia neta a cinco años del diagnóstico de los pacientes diagnosticados en el periodo 2008- 2013 en España fue de 55,3% en los hombres y de 61,7% en las mujeres", afirma.Las cifras muestran una esperanza de vida en aumento para quien contrae una enfermedad oncológica. Pero el optimismo que desprenden estos números no se traslada a las aseguradoras. "Yo tenía contratada una póliza de salud desde antes de enfermar, pero cuando me tocó renovarla, el coste de la prima ya era mucho más elevado. Y no te dicen el motivo", cuenta a Sputnik Juan S., que padeció una leucemia mieloide aguda.Libre desde 2019 de la leucemia mieloide aguda que padeció gracias a un trasplante de médula ósea, este joven ni siquiera se plantea contratar un seguro de vida de cara a un crédito hipotecario que tiene previsto pedir y duda de que "moralmente" sea pertinente la denegación de pólizas de seguros de vida. "Me planteé contratar un seguro de decesos, pero tampoco pude", lamenta.El ejemplo francés"Claramente, Francia", afirma rotunda Carpentier, preguntada por el país que puede servir de ejemplo a España en materia del derecho al olvido. Desde 2022, su extensión a cinco años sin distinción de edad abarca también la hepatitis C.En general, el retorno al trabajo en el país galo tras bajas médicas mayores de 30 días contempla un apoyo en que el empleador, en presencia del servicio médico de la empresa, informa de las medidas a adoptar: adaptación del puesto de trabajo, medidas para evitar el desplazamiento, visita previa a la reincorporación, etc. Además, el sistema francés brinda a los pacientes de cáncer o de enfermedades crónicas la opción de obtener el reconocimiento de la calidad de trabajador discapacitado (RQTH, por sus siglas en francés) y diversas ayudas para facilitar su reincorporación al trabajo. Y, muy importante, el trabajador afectado no está obligado a informar a su empleador de que tiene el estatus de RQTH.Consecuencias tras los tratamientos de quimioterapia y/o radioterapia como pérdida de memoria, problemas de concentración, fatiga (incapacidad para realizar una jornada de trabajo), dolor muscular y articular o pérdida de autonomía pueden consignarse mediante pruebas médicas que justifiquen la solicitud del RQTH, que suele resolverse en un plazo de entre cuatro y seis meses."De hecho, yo no lo pedí, porque no me veía discapacitado. Al principio, por receta de mi médico, solo trabajaba cuatro días a la semana", afirma Philippe D., quien admite que en esta situación "se depende mucho de la empresa" y del jefe que se tenga. "El mío se portó muy bien", concluye este ingeniero, empleado en una multinacional tecnológica europea.
Sin una ley de "derecho al olvido oncológico", las personas que superan la enfermedad se encuentran con barreras a la hora de pedir un préstamo o contratar un seguro de vida. Sus expectativas laborales tampoco son buenas. Pedro Sánchez prometió acabar con tal situación por ley, pero la disolución del Senado por las elecciones del 23-J lo impide.
El derecho al olvido es un concepto que se refiere a la capacidad de una persona para eliminar información sobre sí misma que ya no es relevante o que podría ser perjudicial para sus intereses. Pero para aquellos que han superado un cáncer, este derecho cobra una dimensión diferente, pues es la herramienta clave para dejar atrás el estigma y la discriminación asociadas a esta enfermedad.
Si no se dejan atrás, pueden repercutir negativamente en la salud mental y física, pues se genera un estrés y una ansiedad que en último término puede incluso incrementar el riesgo de recaída. En España, la falta de una ley de "derecho al olvido oncológico" significa que aquellos que han superado el cáncer pueden encontrarse con dificultades para obtener algunos préstamos o seguros de vida, así como la permanencia o mejora de sus condiciones laborales.
Según los datos de una investigación realizada por la Fundación Josep Carreras en 2022 sobre el impacto, también social, de la leucemia aguda y linfomas agresivos en ex pacientes españoles de entre 18 y 35 años, hasta el 47% de ellos han experimentado problemas al solicitar un préstamo en un banco. El porcentaje sube al 83% cuando se trata de contratar un seguro de vida. Y el 20% sufrió el despido o la no renovación de su contrato de trabajo.
¿Se niegan hipotecas?
No exactamente. En España no hay una norma que vincule la concesión de créditos hipotecarios a la contratación de un seguro de vida, pero muchas entidades bancarias lo solicitan o recomiendan como garantía de pago para adquirir un préstamo en condiciones ventajosas. Es cierto que los proveedores de servicios de salud a menudo consideran a las personas que han padecido cáncer como un riesgo mayor, por lo que en muchas ocasiones se dificulta su acceso a un determinado tipo de productos, como puedan ser algunos tipos de seguros.
De ahí que el problema aparezca cuando la aseguradora se niega a tramitar una póliza por enfermedad o por haber sufrido una durante los años anteriores, como es el caso de las personas que han padecido una dolencia oncológica. En este caso, se deniega el seguro y pueden surgir dificultades para la concesión de productos financieros, como los préstamos. "El seguro es un servicio accesorio con el cual el banco reduce el tipo de interés, pero no niega la concesión de la hipoteca por no contratarlo", explica a Sputnik, Rubén Sánchez, secretario general de FACUA-Consumidores en Acción, organización sin ánimo de lucro dedicada a la defensa de los derechos de los consumidores.
"Nosotros no tenemos reclamaciones por ese tema. Cualquier aseguradora de salud o vida puede negar a un usuario el alta sin que ello implique ilegalidad, ya que la normativa del sector no recoge obligaciones de contratación para las aseguradoras".
Rubén Sánchez
FACUA-Consumidores en Acción
Sánchez admite que de acontecer la denegación de un crédito "por el hecho en sí" de haber pasado un cáncer, sería algo especialmente grave. "Y de eso nosotros no tenemos ningún caso documentado", subraya. No obstante, en España desde 2018 rige la Ley 4/2018, por la que no cabe discriminar a las personas afectadas de VIH "u otras condiciones de salud" a la hora de contratar un seguro. Pero la ley no especifica cuáles son esas "otras condiciones de salud".
Relaciones laborales afectadas
En la búsqueda de empleo, un problema recurrente entre los exenfermos de cáncer es justificar el largo periodo de tiempo que se ha estado parado para recibir tratamiento y sanar. "En mi curriculum había un espacio en blanco de cinco años, no había trabajado desde los 21, así que tenía que decir que había tenido cáncer", declara a Sputnik Yaiza Cumelles, que superó un linfoma agresivo.
Que esto ocurra es gravísimo. Enfermos somos unos luchadores; libres de cáncer somos discriminados https://t.co/KLMVJs31gB
Este tipo de información puede inducir a un empleador a pensar que el trabajador será más propenso a pedir bajas médicas o días libres para ir a revisiones. En el caso de Cumelles, de 30 años, en la actualidad, esto se tradujo en que la "descartaban rápido" en las entrevistas. "Encontré trabajo gracias a una amiga, que le tuvo que decir a la jefa que yo podía rendir igual que cualquiera", cuenta, recalcando que se esforzaba "el triple" con tal de que no la vieran inferior al resto.
"En mi primer trabajo se negaron a adaptarme el horario, ya que no era capaz de cumplir 40 horas y tuve que irme. Y en el último me despidieron tras la primera y única baja que solicité porque, palabras textuales de la jefa, 'claro, con lo que ha pasado esta chica, me va a coger muchas bajas'. Llevaba dos años con ella y nunca antes había estado de baja, pero al volver de la misma, me despidió al mes siguiente", declaró Yaiza Cumelles.
El sueldo también puede ser menor, porque no se accede a puestos de responsabilidad. Y con un sueldo modesto y sin seguro de vida, la solicitud de un préstamo hipotecario se complica. Pese a la motivación de personas como Yaiza Cumelles por permanecer o volver al trabajo, la estadística refleja una amenaza para sus perspectivas laborales.
"Las investigaciones demuestran que ese riesgo aumenta 1,4 veces después de un diagnóstico de cáncer", explica a Sputnik Alexandra Carpentier, responsable del programa de Experiencia del Paciente de la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, citando datos de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) sobre los 3,2 millones de pacientes de cáncer que se diagnostican cada año en Europa. Y Carpentier, basándose en el informe de su fundación, expresa estadísticamente tal riesgo en el caso de España:
"A casi ocho de cada 10 personas la enfermedad les ha impactado negativamente en el ámbito laboral y seis de cada 10 tienen que abandonar o discontinuar su trabajo durante el tratamiento. Tras casi dos años (20 meses de media), solo uno de cada dos (el 53 %) se ha reincorporado a su trabajo y el 30% lo hará con condiciones distintas a las que tenían", subrayó Alexandra Carpentier.
La futura ley
Mediante la Resolución 2020/2267 de febrero de 2022, la UE exige a todos los países miembros tener lista una ley que regule el derecho al olvido oncológico antes de 2025. En abril, a propuesta de Unidas Podemos, entre cuyos diputados figura Aina Vidal, superviviente de cáncer, el Parlamento español aprobó al respecto una Proposición No de Ley para empezar a luchar contra esta discriminación, si bien el espíritu de la resolución europea gira en torno a un plazo de 10 años tras el final de los tratamientos oncológicos, o cinco si las personas eran menores de edad cuando fueron diagnosticadas.
Tras la enfermedad, no queremos estar a merced de bancos o aseguradoras que solo ven oportunidad del negocio.
"Pero algunos países, como Francia o Bélgica, ya están regulando a cinco años desde la remisión completa de la enfermedad, no a 10. Y esa será la tendencia en el futuro", señala Carpentier. La ley en Francia, recuerda, ha tenido "más recorrido" porque fue el primer país europeo en sacarla, allá por 2016. "Allí, y también en Bélgica y Países Bajos, el plazo de cinco años es sin distinción de edad".
Pero la futura ley puede no cubrir a los pacientes "con cánceres de curso crónico", que en palabras de Carpentier, "no consiguen nunca la remisión completa de la enfermedad pero pueden vivir su vida con más o menos efectos secundarios", al igual que otros enfermos crónicos.
Hoy he visitado la @fcarreras, ejemplo de dedicación y compromiso con la investigación en la lucha contra enfermedades como la leucemia y el cáncer.
La Ley de Ciencia y el mayor presupuesto de la historia para I+D+i muestran nuestro compromiso con el talento científico español. pic.twitter.com/pixKWP0TLc
"Por ejemplo, en hematología existe el ejemplo paradigmático de la leucemia mieloide crónica que, hace 20 años era de altísimo riesgo y mal pronóstico y hoy en día el 90% de los pacientes conviven con una pastilla diaria con casi la misma esperanza de vida de una persona sana", detalla Carpentier, para quien los avances en la investigación contra el cáncer han permitido mejorar las tasas de supervivencia de esta enfermedad, "que tiende a la cronificación en muchas de sus variantes".
"Ante este cambio de paradigma, como sociedad, hemos de poner todos los medios para evitar la discriminación de este colectivo y promover cambios sociales que ayuden a la reintegración en todos los ámbitos de la vida, una vuelta a la cotidianidad", indicó Alexandra Carpentier.
El Senado no llega a tiempo
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, prometió reiteredamente durante la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo que la aprobación de un texto legal que garantizara el derecho al olvido era inminente.
El derecho al olvido oncológico será una realidad de aplicación inmediata.
Para dejar atrás la enfermedad y avanzar en igualdad de oportunidades.
Porque las personas que han superado un cáncer no deben ser discriminadas en la búsqueda de un empleo, un seguro o una casa. pic.twitter.com/EJ26YjKuTg
La idea de Sánchez era aprobar en el Senado antes de finales de junio una enmienda a la ley que regula los servicios de atención a la clientela para así declarar nulas las cláusulas que excluyen a una de las partes por haber padecido cáncer, y también para prohibir a las compañías aseguradoras que discriminen a estas personas a la hora de contratar una póliza, especialmente en lo que toca a los seguros de vida: no habrá obligación de declarar el padecimiento de un cáncer una vez pasado el plazo de cinco años.
Pero los malos resultados de su partido en esa cita electoral y la subsiguiente disolución del Congreso y el Senado por mor de la convocatoria de elecciones generales para el 23 de julio, ha desbaratado la aprobación de decenas de leyes que estaban en tramitación, incluidas las enmiendas a la ley que regula la atención al cliente, pues ya no hay actividad parlamentaria en ninguna de las dos cámaras.
Cada vez más afectados
"Nuestro informe representa una pequeña parte del cáncer en España, de 4.000 a 5.000 jóvenes cada año, pero la incidencia del cáncer aumentará en los próximos años siendo la estimación del número de nuevos casos de cáncer en España para el año 2023 de 279.260", recuerda Carpentier, apoyándose en datos de la Sociedad Española de Oncología Médica.
"Globalmente, la supervivencia neta a cinco años del diagnóstico de los pacientes diagnosticados en el periodo 2008- 2013 en España fue de 55,3% en los hombres y de 61,7% en las mujeres", afirma.
Las cifras muestran una esperanza de vida en aumento para quien contrae una enfermedad oncológica. Pero el optimismo que desprenden estos números no se traslada a las aseguradoras. "Yo tenía contratada una póliza de salud desde antes de enfermar, pero cuando me tocó renovarla, el coste de la prima ya era mucho más elevado. Y no te dicen el motivo", cuenta a Sputnik Juan S., que padeció una leucemia mieloide aguda.
"Intenté cambiar de compañía, pero fue imposible: te dicen que eres un riesgo demasiado alto y no te dejan contratar el seguro", afirmó Juan S.
Libre desde 2019 de la leucemia mieloide aguda que padeció gracias a un trasplante de médula ósea, este joven ni siquiera se plantea contratar un seguro de vida de cara a un crédito hipotecario que tiene previsto pedir y duda de que "moralmente" sea pertinente la denegación de pólizas de seguros de vida. "Me planteé contratar un seguro de decesos, pero tampoco pude", lamenta.
El ejemplo francés
"Claramente, Francia", afirma rotunda Carpentier, preguntada por el país que puede servir de ejemplo a España en materia del derecho al olvido. Desde 2022, su extensión a cinco años sin distinción de edad abarca también la hepatitis C.
En general, el retorno al trabajo en el país galo tras bajas médicas mayores de 30 días contempla un apoyo en que el empleador, en presencia del servicio médico de la empresa, informa de las medidas a adoptar: adaptación del puesto de trabajo, medidas para evitar el desplazamiento, visita previa a la reincorporación, etc. Además, el sistema francés brinda a los pacientes de cáncer o de enfermedades crónicas la opción de obtener el reconocimiento de la calidad de trabajador discapacitado (RQTH, por sus siglas en francés) y diversas ayudas para facilitar su reincorporación al trabajo. Y, muy importante, el trabajador afectado no está obligado a informar a su empleador de que tiene el estatus de RQTH.
Consecuencias tras los tratamientos de quimioterapia y/o radioterapia como pérdida de memoria, problemas de concentración, fatiga (incapacidad para realizar una jornada de trabajo), dolor muscular y articular o pérdida de autonomía pueden consignarse mediante pruebas médicas que justifiquen la solicitud del RQTH, que suele resolverse en un plazo de entre cuatro y seis meses.
"Es tu médico quien pide el estatus de RQTH, que te protege cuando vuelves al trabajo y también en caso de despido, porque te otorga la protección de un representante sindical", explica a Sputnik desde París Philippe D., que hace unos años superó un cáncer de lengua. Pero sin llegar al extremo de solicitar el RQTH, la protección de por sí en Francia es muy buena.
"De hecho, yo no lo pedí, porque no me veía discapacitado. Al principio, por receta de mi médico, solo trabajaba cuatro días a la semana", afirma Philippe D., quien admite que en esta situación "se depende mucho de la empresa" y del jefe que se tenga. "El mío se portó muy bien", concluye este ingeniero, empleado en una multinacional tecnológica europea.
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