Javier Milei: ¿promesa que se desinfla o candidato fuerte en Argentina?
Javier Milei: ¿promesa que se desinfla o candidato fuerte en Argentina?
Sputnik Mundo
Una racha de malos resultados de los aliados de Javier Milei en varias provincias argentinas puso dudas sobre su peso como candidato nacional. En diálogo con... 22.06.2023, Sputnik Mundo
La Libertad Avanza, El partido que lidera Javier Milei, parece tener dificultades para trasladar a las provincias el apoyo político que el precandidato reúne de cara a las presidenciales. En las recientes elecciones primarias de la provincia norteña del Chaco, por ejemplo, el candidato a gobernador de Milei, Alfredo Rodríguez, no llegó a reunir 3% de los votos, quedando en quinto lugar en un comicio marcado por una victoria aplastante de Juntos por el Cambio.La situación se repite provincia tras provincia, a pesar de los esfuerzos de Milei por apostar a candidatos con apellidos importantes, como sucedió en La Rioja con Martín Menem, sobrino del expresidente Carlos Menem (1989-1999), o en Tucumán con Ricardo Bussi, hijo del exgobernador Antonio Domingo Bussi (1995-1999).Tanto Menem como Bussi eran las mayores apuestas del político y los resultados electorales fueron decepcionantes: Menem quedó tercero con poco más de 15% de los votos y Bussi no llegó al 4% de apoyos.La racha de malos resultados en las provincias alejadas de Buenos Aires desató dudas acerca de si el fenómeno Milei, señalado como la gran novedad de las elecciones de 2023, pudiera estar desinflándose.En un diálogo con Sputnik, el politólogo Julio Burdman aseguró que "la elección provincial está separada de la nacional", por lo que no habría motivo para creer que Milei se vería afectado directamente por los desalentadores resultados.A su vez, indicó que no necesariamente los candidatos ganadores en los comicios provinciales son parte de un partido de competitividad nacional, por más que los partidos o candidatos nacionales suelan acreditarse los triunfos locales.Para Burdman, la figura de Milei no se ve condicionada por los resultados provinciales y el dirigente no pierde popularidad. Lo que sucedió es, según el experto, que inicialmente algunas encuestadoras "exageraron" e "inflaron demasiado" la intención de voto de Milei y "ahora están corrigiendo para abajo su pronóstico".A sus ojos, el político de derechas "siempre estuvo en tercer lugar, en torno a los 20 puntos", ocupando la posición de "una tercera fuerza con potencial de crecimiento".Para Burdman, la figura de Milei se nutre del gran rechazo que sienten los argentinos tanto hacia el oficialismo como a Juntos por el Cambio. "Hay un 40% de la población que rechaza ambas fuerzas y eso le da potencial a cualquier actor", puntualizó el analista.De acuerdo al politólogo, el candidato de la Libertad Avanza "sigue siendo competitivo" para las nacionales de octubre, una elección que se caracterizará por tener tres fuerzas protagónicas: la coalición oficialista Unión por la Patria, el bloque opositor Juntos por el Cambio y el partido la Libertad Avanza.Consultado por Sputnik, el politólogo Nicolás Dvoskin planteó otra razón de los malos resultados: Milei "no tiene aparato territorial para ganar una elección". En ese sentido, apuntó que algo similar le sucedía al macrismo en 2015 y que lo obligó a nuclearse con la Unión Cívica Radical (UCR), una fuerza política tradicional argentina con presencia de militantes y dirigentes en todo el territorio.El "voto bronca" por encima de la ideologíaLa figura de Milei reúne ciertas particularidades. Dvoskin repasa que, a diferencia de la ultraderecha de otros países que se centran en componentes más raciales o migratorios, en Argentina se canaliza con un discurso radical en lo económico.Para el analista, Milei logró generar "mucha pertenencia en redes sociales" con una alta presencia en diversas plataformas y medios de comunicación en los que esgrime discursos confrontativos, pero que generan gran atracción, particularmente en jóvenes.Dvoskin explicó que la figura de Milei "trasciende completamente su militancia", debido a que la mayoría de los argentinos que lo apoyan no comparten sus propuestas, pero encuentran en el libertario "una canalización del voto bronca", un voto motivado por la frustración y el enojo por parte de un electorado que no está "ideologizado".Según el experto, los votantes de Milei pudieron haber votado a Macri en 2015 y haber elegido a Alberto Fernández en 2019. A su vez, podrían votar a Milei en las nacionales, pero apostar por los oficialismos peronistas o radicales a nivel local, algo que no considera contradictorio.El problema de Milei en las provincias recae en que ese descontento "es mucho más difícil de trasladar a las elecciones subnacionales", apuntó Dvoskin. Una de las razones es que Milei "no tracciona nada" en el debate político local, que según el analista se estructura a partir de dimensiones diferentes al debate nacional.De todas maneras, el politólogo consideró que los malos resultados de los aliados de Milei en las provincias sí muestran que tiene un apoyo "más endeble de lo que se pensaba". A partir de eso, el experto valoró que quizás podría considerarse que "no hay un giro a la ultraderecha en Argentina, sino un montón de gente enojada por las condiciones económicas que ven en Milei una canalización de esa frustración".
Una racha de malos resultados de los aliados de Javier Milei en varias provincias argentinas puso dudas sobre su peso como candidato nacional. En diálogo con Sputnik, el politólogo Nicolás Dvoskin aseguró que Milei "no tiene un aparato para ganar una elección", mientras que el analista Julio Burdman sostuvo que aún "sigue siendo competitivo".
La Libertad Avanza, El partido que lidera Javier Milei, parece tener dificultades para trasladar a las provincias el apoyo político que el precandidato reúne de cara a las presidenciales. En las recientes elecciones primarias de la provincia norteña del Chaco, por ejemplo, el candidato a gobernador de Milei, Alfredo Rodríguez, no llegó a reunir 3% de los votos, quedando en quinto lugar en un comicio marcado por una victoria aplastante de Juntos por el Cambio.
La situación se repite provincia tras provincia, a pesar de los esfuerzos de Milei por apostar a candidatos con apellidos importantes, como sucedió en La Rioja con Martín Menem, sobrino del expresidente Carlos Menem (1989-1999), o en Tucumán con Ricardo Bussi, hijo del exgobernador Antonio Domingo Bussi (1995-1999).
Tanto Menem como Bussi eran las mayores apuestas del político y los resultados electorales fueron decepcionantes: Menem quedó tercero con poco más de 15% de los votos y Bussi no llegó al 4% de apoyos.
La racha de malos resultados en las provincias alejadas de Buenos Aires desató dudas acerca de si el fenómeno Milei, señalado como la gran novedad de las elecciones de 2023, pudiera estar desinflándose.
En un diálogo con Sputnik, el politólogo Julio Burdman aseguró que "la elección provincial está separada de la nacional", por lo que no habría motivo para creer que Milei se vería afectado directamente por los desalentadores resultados.
A su vez, indicó que no necesariamente los candidatos ganadores en los comicios provinciales son parte de un partido de competitividad nacional, por más que los partidos o candidatos nacionales suelan acreditarse los triunfos locales.
Para Burdman, la figura de Milei no se ve condicionada por los resultados provinciales y el dirigente no pierde popularidad. Lo que sucedió es, según el experto, que inicialmente algunas encuestadoras "exageraron" e "inflaron demasiado" la intención de voto de Milei y "ahora están corrigiendo para abajo su pronóstico".
A sus ojos, el político de derechas "siempre estuvo en tercer lugar, en torno a los 20 puntos", ocupando la posición de "una tercera fuerza con potencial de crecimiento".
Para Burdman, la figura de Milei se nutre del gran rechazo que sienten los argentinos tanto hacia el oficialismo como a Juntos por el Cambio. "Hay un 40% de la población que rechaza ambas fuerzas y eso le da potencial a cualquier actor", puntualizó el analista.
De acuerdo al politólogo, el candidato de la Libertad Avanza "sigue siendo competitivo" para las nacionales de octubre, una elección que se caracterizará por tener tres fuerzas protagónicas: la coalición oficialista Unión por la Patria, el bloque opositor Juntos por el Cambio y el partido la Libertad Avanza.
Consultado por Sputnik, el politólogo Nicolás Dvoskin planteó otra razón de los malos resultados: Milei "no tiene aparato territorial para ganar una elección". En ese sentido, apuntó que algo similar le sucedía al macrismo en 2015 y que lo obligó a nuclearse con la Unión Cívica Radical (UCR), una fuerza política tradicional argentina con presencia de militantes y dirigentes en todo el territorio.
La figura de Milei reúne ciertas particularidades. Dvoskin repasa que, a diferencia de la ultraderecha de otros países que se centran en componentes más raciales o migratorios, en Argentina se canaliza con un discurso radical en lo económico.
Para el analista, Milei logró generar "mucha pertenencia en redes sociales" con una alta presencia en diversas plataformas y medios de comunicación en los que esgrime discursos confrontativos, pero que generan gran atracción, particularmente en jóvenes.
Dvoskin explicó que la figura de Milei "trasciende completamente su militancia", debido a que la mayoría de los argentinos que lo apoyan no comparten sus propuestas, pero encuentran en el libertario "una canalización del voto bronca", un voto motivado por la frustración y el enojo por parte de un electorado que no está "ideologizado".
"No es un voto programático, es un voto de gente enojada; si fuera un voto programático, militante, la gente votaría al candidato que Milei apoya en las elecciones", aseguró.
Según el experto, los votantes de Milei pudieron haber votado a Macri en 2015 y haber elegido a Alberto Fernández en 2019. A su vez, podrían votar a Milei en las nacionales, pero apostar por los oficialismos peronistas o radicales a nivel local, algo que no considera contradictorio.
El problema de Milei en las provincias recae en que ese descontento "es mucho más difícil de trasladar a las elecciones subnacionales", apuntó Dvoskin. Una de las razones es que Milei "no tracciona nada" en el debate político local, que según el analista se estructura a partir de dimensiones diferentes al debate nacional.
De todas maneras, el politólogo consideró que los malos resultados de los aliados de Milei en las provincias sí muestran que tiene un apoyo "más endeble de lo que se pensaba". A partir de eso, el experto valoró que quizás podría considerarse que "no hay un giro a la ultraderecha en Argentina, sino un montón de gente enojada por las condiciones económicas que ven en Milei una canalización de esa frustración".
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