Un día en el infierno: así entrena la Guardia Nacional de México para enfrentar al narco | Video
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Sputnik Mundo
Más de 6.000 elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Ejército mexicano culminaron su periodo de adiestramiento de tres semanas en la base militar de Santa... 21.06.2023, Sputnik Mundo
Unos 1.700 elementos de la GN culminaron su adiestramiento con un simulacro de agresiones de la delincuencia organizada contra una población civil, y cerca de 3.200 militares actuaron en otro escenario del Centro Nacional de Adiestramiento (CNS) en el que simularon la invasión militar de una potencia extranjera que toma una parte del territorio nacional.En el caso de los elementos de la GN, la cuarta y quinta fase de un periodo de entrenamiento que inició el 25 de mayo consistió en demostrar las habilidades adquiridas en cómo hacer frente a un crimen organizado equipado con armamento de alto poder, que se mueve en vehículos blindados, con capacidad organizativa, de comunicaciones y, además, con base social.El ejercicio se llevó a cabo el pasado 14 de junio en la inmensa base militar de Santa Gertrudis, de 149.950 hectáreas, un área similar al estado de Tlaxcala. El ejercicio fue encabezado por el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, el observador de más alto rango en el terreno, pero también fueron invitados legisladores de las comisiones de Defensa en la Cámara de Diputados y del Senado, entre ellos Ricardo Monreal, quien acudió al primer acto público después de anunciar su renuncia al Senado para contender por candidatura de Morena a la Presidencia de la República.“Todo está basado en hechos reales”, dijo el general de brigada, Isaac Bravo López, comandante del CNA, sobre el ejercicio en el que se simulaba un pueblo asediado por el narco. De hecho, comentó el general, "hemos pasado por muchas situaciones similares".Primero se reprodujo un ataque a la instalación militar del pueblo nombrado La Cofradía, que fue repelido a velocidad. Luego, la captura de un líder de la delincuencia que los efectivos de la GN hicieron "sin disparar un solo tiro", después la evacuación del detenido en un MI-17 con perímetro de seguridad. Después, una agresión a un convoy de los efectivos que fue repelida a balazos.Todo se hace con apego al respeto a los derechos humanos y a las normas y protocolos respecto al uso de la fuerza, enfatizó el general Bravo, mientras los guardias nacionales repelían la embestida de dos vehículos blindados repletos de hombres armados que abrieron fuego a mansalva.Otro ejercicio tuvo que ver con la seguridad interior. El general Bravo explicó que es cuando la delincuencia organizada ya tiene el control completo del pueblo y no permite el ingreso de las autoridades legítimamente establecidas.En este ejercicio 20 paracaidistas de las fuerzas especiales del Ejército se arrojaron desde 18.000 pies de altura. Descendieron, ocuparon la casa donde se refugiaba el líder del grupo criminal que tenía tomado el pueblo. Ingresaron a una habitación y lo aseguraron, pero enfrentaron abundante fuego enemigo. Llegaron refuerzos del crimen en camionetas con blindajes artesanales, hechizos. Un Sandcat del Ejército intentó encontrar el camino en las calles del pueblo para llegar hasta el domicilio; otras camionetas pick ups de la Defensa Nacional atacaron por otro flanco, pero fueron enfrentadas por sicarios desde los famosos vehículos blindados conocidos "monstruos". La balacera se intensificó. El Sandcat finalmente llegó. Los agresores, entre la polvareda, avanzaron, retrocedieron y, finalmente, cedieron: el líder criminal fue retirado en helicóptero."Todo salió conforme a lo planeado", dijo el subinspector segundo de la Guardia Nacional, Martín Salinas Arroyo, quien, desde una torre elevada en el centro del poblado y junto a otros mandos de la corporación, dio instrucciones por radiocomunicación y dirigió a elementos bajo su mando."Fueron los resultados que se esperaban de este adiestramiento. Los evaluadores que estaban presentes calificaron que fue un ejercicio que se llevó de buena manera", señaló después de esta batalla escenificada, pero que en los próximos días o meses podría convertirse en una situación real para las mujeres y hombres que se integran a la corporación policial de casi 100.000 efectivos, creada por esta Administración del presidente López Obrador para enfrentar lo que muchos habitantes consideran como el problema más profundo y lacerante de este país latinoamericano: la violencia armada.Abajo de la torre donde Salinas Arroyo siguió a detalle las maniobras de los elementos de la GN, una pequeña exposición daba cuenta del tamaño de problema al que se enfrenta el personal uniformado en la vida real. Pistolas desde calibre 9 mm, calibre 45, Lugger, armas largas como el fusil Herstal semiautomático, Heckler & Koch, ametralladoras 7,62 x50, Cuernos de Chivo, fusiles Barrett, ametralladoras Browning M2 calibre 50. Todo este armamento fue asegurado a grupos criminales en distintos operativos en territorio nacional. Afuera, un vehículo parecido a un Sandcat, con blindaje artesanal repleto de marcas de impactos de balas.En una sala contigua, la teniente coronel, Judith Irina González, informó de los saldos de estas batallas: de diciembre de 2018 a lo que va de junio de este año, la GN ha enfrentado 581 agresiones armadas que derivaron en la muerte de 57 elementos y causaron lesiones a 294. El Ejército, en tanto, ha enfrentado 1.153 agresiones con un saldo de 64 elementos fallecidos y 312 heridos.En un país en el que se calcula que hubo más de 2.500 agresiones armadas contra personal militar entre 2007 y 2022, es probable que los soldados que participaron en los ejercicios de adiestramiento enfrenten una situación similar a la de ese día, pero real, en el cumplimiento de su labor constitucional y con resultados impredecibles. "Uno nunca sabe con quién se está enfrentando", dijo el general Bravo.La reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de revertir la adscripción de la Guardia Nacional a la Sedena complica los escenarios y podría trastocar a la corporación desde lo más íntimo. Estos ejercicios exhiben la simbiosis entre la Guardia Nacional y el Ejército; actuaron como una sola fuerza bajo los mismos manuales de operación, en una unión que será difícil de adaptar a los ordenamientos del máximo tribunal del país. Otro flanco abierto para los militares y una papa caliente que heredará su sucesor del Gobierno de López Obrador.
Más de 6.000 elementos de la Guardia Nacional (GN) y del Ejército mexicano culminaron su periodo de adiestramiento de tres semanas en la base militar de Santa Gertrudis, al sureste de Chihuahua y Sputnik fue testigo de algunos ejercicios militares.
Unos 1.700 elementos de la GN culminaron su adiestramiento con un simulacro de agresiones de la delincuencia organizada contra una población civil, y cerca de 3.200 militares actuaron en otro escenario del Centro Nacional de Adiestramiento (CNS) en el que simularon la invasión militar de una potencia extranjera que toma una parte del territorio nacional.
En el caso de los elementos de la GN, la cuarta y quinta fase de un periodo de entrenamiento que inició el 25 de mayo consistió en demostrar las habilidades adquiridas en cómo hacer frente a un crimen organizado equipado con armamento de alto poder, que se mueve en vehículos blindados, con capacidad organizativa, de comunicaciones y, además, con base social.
El ejercicio se llevó a cabo el pasado 14 de junio en la inmensa base militar de Santa Gertrudis, de 149.950 hectáreas, un área similar al estado de Tlaxcala.
Elementos de la Guardia Nacional muestran su equipo frente a un vehículo decomisado a grupos criminales.
El ejercicio fue encabezado por el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, el observador de más alto rango en el terreno, pero también fueron invitados legisladores de las comisiones de Defensa en la Cámara de Diputados y del Senado, entre ellos Ricardo Monreal, quien acudió al primer acto público después de anunciar su renuncia al Senado para contender por candidatura de Morena a la Presidencia de la República.
“Todo está basado en hechos reales”, dijo el general de brigada, Isaac Bravo López, comandante del CNA, sobre el ejercicio en el que se simulaba un pueblo asediado por el narco. De hecho, comentó el general, "hemos pasado por muchas situaciones similares".
Primero se reprodujo un ataque a la instalación militar del pueblo nombrado La Cofradía, que fue repelido a velocidad. Luego, la captura de un líder de la delincuencia que los efectivos de la GN hicieron "sin disparar un solo tiro", después la evacuación del detenido en un MI-17 con perímetro de seguridad. Después, una agresión a un convoy de los efectivos que fue repelida a balazos.
Todo se hace con apego al respeto a los derechos humanos y a las normas y protocolos respecto al uso de la fuerza, enfatizó el general Bravo, mientras los guardias nacionales repelían la embestida de dos vehículos blindados repletos de hombres armados que abrieron fuego a mansalva.
Otro ejercicio tuvo que ver con la seguridad interior. El general Bravo explicó que es cuando la delincuencia organizada ya tiene el control completo del pueblo y no permite el ingreso de las autoridades legítimamente establecidas.
En este ejercicio 20 paracaidistas de las fuerzas especiales del Ejército se arrojaron desde 18.000 pies de altura. Descendieron, ocuparon la casa donde se refugiaba el líder del grupo criminal que tenía tomado el pueblo. Ingresaron a una habitación y lo aseguraron, pero enfrentaron abundante fuego enemigo. Llegaron refuerzos del crimen en camionetas con blindajes artesanales, hechizos. Un Sandcat del Ejército intentó encontrar el camino en las calles del pueblo para llegar hasta el domicilio; otras camionetas pick ups de la Defensa Nacional atacaron por otro flanco, pero fueron enfrentadas por sicarios desde los famosos vehículos blindados conocidos "monstruos". La balacera se intensificó. El Sandcat finalmente llegó. Los agresores, entre la polvareda, avanzaron, retrocedieron y, finalmente, cedieron: el líder criminal fue retirado en helicóptero.
Armamento de alto poder decomisado a organizaciones criminales en México.
"Todo salió conforme a lo planeado", dijo el subinspector segundo de la Guardia Nacional, Martín Salinas Arroyo, quien, desde una torre elevada en el centro del poblado y junto a otros mandos de la corporación, dio instrucciones por radiocomunicación y dirigió a elementos bajo su mando.
"Fueron los resultados que se esperaban de este adiestramiento. Los evaluadores que estaban presentes calificaron que fue un ejercicio que se llevó de buena manera", señaló después de esta batalla escenificada, pero que en los próximos días o meses podría convertirse en una situación real para las mujeres y hombres que se integran a la corporación policial de casi 100.000 efectivos, creada por esta Administración del presidente López Obrador para enfrentar lo que muchos habitantes consideran como el problema más profundo y lacerante de este país latinoamericano: la violencia armada.
Abajo de la torre donde Salinas Arroyo siguió a detalle las maniobras de los elementos de la GN, una pequeña exposición daba cuenta del tamaño de problema al que se enfrenta el personal uniformado en la vida real. Pistolas desde calibre 9 mm, calibre 45, Lugger, armas largas como el fusil Herstal semiautomático, Heckler & Koch, ametralladoras 7,62 x50, Cuernos de Chivo, fusiles Barrett, ametralladoras Browning M2 calibre 50. Todo este armamento fue asegurado a grupos criminales en distintos operativos en territorio nacional. Afuera, un vehículo parecido a un Sandcat, con blindaje artesanal repleto de marcas de impactos de balas.
Enfrentamientos, fallecidos y heridos de la Guardia Nacional y del ejército mexicano en la administración de AMLO
En una sala contigua, la teniente coronel, Judith Irina González, informó de los saldos de estas batallas: de diciembre de 2018 a lo que va de junio de este año, la GN ha enfrentado 581 agresiones armadas que derivaron en la muerte de 57 elementos y causaron lesiones a 294. El Ejército, en tanto, ha enfrentado 1.153 agresiones con un saldo de 64 elementos fallecidos y 312 heridos.
En un país en el que se calcula que hubo más de 2.500 agresiones armadas contra personal militar entre 2007 y 2022, es probable que los soldados que participaron en los ejercicios de adiestramiento enfrenten una situación similar a la de ese día, pero real, en el cumplimiento de su labor constitucional y con resultados impredecibles. "Uno nunca sabe con quién se está enfrentando", dijo el general Bravo.
La reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de revertir la adscripción de la Guardia Nacional a la Sedena complica los escenarios y podría trastocar a la corporación desde lo más íntimo. Estos ejercicios exhiben la simbiosis entre la Guardia Nacional y el Ejército; actuaron como una sola fuerza bajo los mismos manuales de operación, en una unión que será difícil de adaptar a los ordenamientos del máximo tribunal del país. Otro flanco abierto para los militares y una papa caliente que heredará su sucesor del Gobierno de López Obrador.
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