"Romper lazos con Taiwán y tenerlos con China brinda una política exterior independiente de EEUU"
"Romper lazos con Taiwán y tenerlos con China brinda una política exterior independiente de EEUU"
Sputnik Mundo
Taiwán es un territorio que, poco a poco, pierde a sus aliados, incluso en América Latina. Recientemente Honduras entabló un vínculo diplomático con China, una... 17.06.2023, Sputnik Mundo
En los últimos meses, Tegucigalpa decidió romper su relación diplomática con Taipéi, y hace unos días la presidenta Xiomara Castro viajó a China para iniciar su acercamiento con la Administración de Xi Jinping, con la que está en pláticas para forjar un tratado de libre comercio. Este giro en las relaciones diplomáticas de Honduras con respecto al gigante asiático es síntoma de que el país latinoamericano busca tener una política exterior independiente a EEUU y diversificada, apunta la experta. Sumado a ello, menciona Escalante, las naciones latinoamericanas quieren demostrar su soberanía y capacidad para tomar decisiones propias sin injerencia de potencias como Washington, esto frente a los problemas que enfrentan de índole estructural, gubernamental y en materia de pobreza y corrupción.La relación latinoamericana con TaiwánLo primero que debemos reconocer, dice la también investigadora del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es que Taiwán es un territorio que, conforme pasan los años, tiene menos reconocimiento como Estado a nivel internacional."Para China, representa el remanente del siglo de humillación que, por la presencia japonesa y la división ideológica, mantiene a [la región] fragmentada hasta nuestros días", precisa.Sin embargo, Taipéi aún tiene lazos diplomáticos con 13 países alrededor del mundo. De ellos, la mayoría está en América Latina y el Caribe: Belice, Guatemala, Paraguay, Haití, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, y Santa Lucía."Las cuestiones históricas y el papel de Estados Unidos en la región latinoamericana son lo que ha definido que permanezcan los vínculos con Taiwán. Es decir, históricamente hasta antes de 1970 una gran mayoría de países mantenían relaciones con [ese territorio], dado que era quien ocupaba el asiento de China en Naciones Unidas. La transformación de este estatus y el inminente acercamiento de la República Popular China con [Washington], llevaron al establecimiento de relaciones y al reconocimiento del principio de una sola China'", expone Escalante.Actualmente, señala la especialista, los beneficios que obtienen las naciones que aún son cercanas a Taipéi se deben, en cierta medida, a la influencia de EEUU, y si bien hay cooperación económica y en rubros como la tecnología o educación, se rigen por tintes políticos y por la intromisión de Washington."En realidad son cada vez menos evidentes las ventajas de establecer relaciones con Taiwán sobre la República Popular China, porque [los beneficios] son mayores. Principalmente, radica en que puede ser una condición implícita para recibir apoyos de EEUU, pero, como lo demostró Honduras —a pesar de que Washington es su primer socio comercial—, esto no es suficiente", reflexiona.¿Qué pasará en el futuro?Una poderosa razón para el alejamiento de las naciones latinoamericanas de Taipéi es el papel cada vez más predominante de China a nivel global.Sin embargo, las implicaciones de mayor profundidad son para la relación Pekín-Washington, debido a los roces por su poder en diversos ámbitos, que se suma a la reconfiguración del orden mundial."China tiene cada vez mayor capacidad de hacer realidad sus intereses internacionales y, al mismo tiempo, de establecer valores y normas generados desde perspectivas distintas a las hegemónicas", afirma la doctora.Con este ajuste mundial, asegura Escalante, es difícil predecir hacia dónde irá la confrontación entre China y Taiwán."En China se cree que uno de los propósitos de Xi Jinping es el de la reunificación con Taiwán; está por verse si se logra y de qué manera se hace. El Libro Blanco sobre Taiwán de 2022 también expresa la idea de la reunificación pacífica y el principio de 'un país, dos sistemas' como paso a la reunificación nacional. No obstante, las tensiones recientes y el papel de Estados Unidos juegan un papel muy importante que obstaculiza este interés fundamental chino", concluye.
Taiwán es un territorio que, poco a poco, pierde a sus aliados, incluso en América Latina. Recientemente Honduras entabló un vínculo diplomático con China, una acción que demuestra la intención de buscar una política exterior independiente de EEUU, considera la doctora en ciencias políticas Mariana Escalante en entrevista para 'Sputnik'.
En los últimos meses, Tegucigalpa decidió romper su relación diplomática con Taipéi, y hace unos días la presidenta Xiomara Castro viajó a China para iniciar su acercamiento con la Administración de Xi Jinping, con la que está en pláticas para forjar un tratado de libre comercio.
Este giro en las relaciones diplomáticas de Honduras con respecto al gigante asiático es síntoma de que el país latinoamericano busca tener una política exterior independiente a EEUU y diversificada, apunta la experta.
"No es que China vaya a contribuir a la solución de sus problemas, pero sí demuestra que es importante tener una política exterior más independiente [de Estados Unidos] y diversificada. Recientemente, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y El Salvador dejaron de tener relaciones con Taiwán, lo que posiblemente está marcando una tendencia regional de romper lazos y, al mismo tiempo, demuestran que perciben un gran beneficio de aliarse con la República Popular China, sobre todo porque algunos de estos países necesitan cualquier apoyo exterior por su compleja situación interna", explica.
Sumado a ello, menciona Escalante, las naciones latinoamericanas quieren demostrar su soberanía y capacidad para tomar decisiones propias sin injerencia de potencias como Washington, esto frente a los problemas que enfrentan de índole estructural, gubernamental y en materia de pobreza y corrupción.
La relación latinoamericana con Taiwán
Lo primero que debemos reconocer, dice la también investigadora del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es que Taiwán es un territorio que, conforme pasan los años, tiene menos reconocimiento como Estado a nivel internacional.
"Para China, representa el remanente del siglo de humillación que, por la presencia japonesa y la división ideológica, mantiene a [la región] fragmentada hasta nuestros días", precisa.
Sin embargo, Taipéi aún tiene lazos diplomáticos con 13 países alrededor del mundo. De ellos, la mayoría está en América Latina y el Caribe: Belice, Guatemala, Paraguay, Haití, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, y Santa Lucía.
"Las cuestiones históricas y el papel de Estados Unidos en la región latinoamericana son lo que ha definido que permanezcan los vínculos con Taiwán. Es decir, históricamente hasta antes de 1970 una gran mayoría de países mantenían relaciones con [ese territorio], dado que era quien ocupaba el asiento de China en Naciones Unidas. La transformación de este estatus y el inminente acercamiento de la República Popular China con [Washington], llevaron al establecimiento de relaciones y al reconocimiento del principio de una sola China'", expone Escalante.
Actualmente, señala la especialista, los beneficios que obtienen las naciones que aún son cercanas a Taipéi se deben, en cierta medida, a la influencia de EEUU, y si bien hay cooperación económica y en rubros como la tecnología o educación, se rigen por tintes políticos y por la intromisión de Washington.
"En realidad son cada vez menos evidentes las ventajas de establecer relaciones con Taiwán sobre la República Popular China, porque [los beneficios] son mayores. Principalmente, radica en que puede ser una condición implícita para recibir apoyos de EEUU, pero, como lo demostró Honduras —a pesar de que Washington es su primer socio comercial—, esto no es suficiente", reflexiona.
"Es importante diversificar la relación y dependencia de Estados Unidos, sobre todo a favor de un país como China que, en teoría, pudiera ofrecer insertarse en uno de los mercados más grandes del mundo, así como recibir los beneficios de las inversiones [originarias de Pekín]", reitera.
¿Qué pasará en el futuro?
Una poderosa razón para el alejamiento de las naciones latinoamericanas de Taipéi es el papel cada vez más predominante de China a nivel global.
Sin embargo, las implicaciones de mayor profundidad son para la relación Pekín-Washington, debido a los roces por su poder en diversos ámbitos, que se suma a la reconfiguración del orden mundial.
"China tiene cada vez mayor capacidad de hacer realidad sus intereses internacionales y, al mismo tiempo, de establecer valores y normas generados desde perspectivas distintas a las hegemónicas", afirma la doctora.
Con este ajuste mundial, asegura Escalante, es difícil predecir hacia dónde irá la confrontación entre China y Taiwán.
"En China se cree que uno de los propósitos de Xi Jinping es el de la reunificación con Taiwán; está por verse si se logra y de qué manera se hace. El Libro Blanco sobre Taiwán de 2022 también expresa la idea de la reunificación pacífica y el principio de 'un país, dos sistemas' como paso a la reunificación nacional. No obstante, las tensiones recientes y el papel de Estados Unidos juegan un papel muy importante que obstaculiza este interés fundamental chino", concluye.
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