África, un continente con potencial clave al que América Latina "llega tarde"
África, un continente con potencial clave al que América Latina "llega tarde"
Sputnik Mundo
América Latina ha tardado más que el resto del mundo en reconocer las potencialidades económicas y políticas de África, dijo a Sputnik el analista... 05.06.2023, Sputnik Mundo
Países de América Latina han puesto el foco en África en el último tiempo, un continente con el que la región no suele mantener fuertes lazos económicos o políticos.La gira de la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, por Sudáfrica, Kenia y Etiopía supuso un hecho histórico que apuesta a mayores alianzas con el continente africano, uno de los intereses que ya había manifestado el Gobierno de Gustavo Petro en materia de política exterior.A su vez, el tercer mandato de Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil ha puesto el énfasis en potenciar las relaciones con África, como continuidad del impulso iniciado por el político en el país.El plan de Lula busca aumentar la presencia diplomática en los países africanos, así como fomentar las inversiones de empresas brasileñas. También apoya el ingreso de la Unión Africana en el Grupo de los 20 (G20), una petición que es concebida como una "necesidad urgente" desde la organización africana.Un vínculo relegadoCon excepción de Cuba y el Brasil de Lula, el resto de países "no han tenido una aproximación seria, consistente, prolongada en el tiempo con el continente africano" diagnosticó Delgado-Caicedo.Las relaciones entre Cuba y África llevan más de 60 años y se consideran "indestructibles" por las autoridades cubanas. El país caribeño participó activamente en los procesos por la independencia y descolonización de varios países africanos como Angola y Mozambique.En el caso brasileño, Lula da Silva dio un giro a la política exterior y orientó su mirada hacia África. El mandatario llegó a romper récords en sus giras presidenciales al continente—realizando al menos 30 viajes entre 2003 y 2011— y abriendo diversas embajadas.Más allá de estos vínculos, el experto señaló que hubo unos "destellos de relacionamiento con África" en Argentina y Uruguay. Además, en 2012 la Alianza del Pacífico inició un "proceso interesante" con la apertura de embajadas conjuntas en África, que permitió que Perú, Chile y Colombia contaran con representación diplomática.Sin embargo, si se compara con otras regiones del mundo, los intercambios entre América Latina y África fueron "muy limitados". El especialista recordó que África fue "extremadamente importante para Europa y Estados Unidos" desde la época colonial y remarcó que también fue "fundamental en el crecimiento de potencias emergentes", principalmente en Asia. En ese sentido, ha sido clave para China, India, Turquía e Indonesia, apuntó.El potencial africanoLos intentos de acercamiento por parte del Gobierno colombiano en África generaron controversia tanto en medios de comunicación como entre la oposición colombiana. Para Delgado-Caicedo, ni la clase política, ni los medios e incluso el sector privado entienden la importancia de África.El continente destaca además por tener una economía "resistente" ante factores como los impactos de la pandemia por el COVID-19 y las interrupciones de las cadenas de suministros provocadas por conflictos internacionales, de acuerdo con el Banco Africano de Desarrollo (AfDB por sus siglas en inglés). En ese sentido, se espera que el crecimiento promedio del continente se sitúe en 4,1% para 2023 y 2024.De acuerdo al analista, América Latina podría instruirse del proceso de integración africano, el que consideró "uno de los más avanzados del mundo". Además, las experiencias en el marco de la Zona de Libre Comercio Continental Africana, que representa la mayor área de libre comercio a nivel mundial dada la cantidad de sus miembros —55 miembros de la Unión Africana—, podría ser "un ejemplo" para la región.El colombiano remarcó que ambos continentes comparten "vulnerabilidades, retos y dependencias frente al desarrollo". En ese sentido, Sudáfrica, Kenia, Etiopía, Nigeria, Ghana, Senegal, Argelia, Egipto, entre otros, reúnen experiencias "en términos de solución a los problemas asociados al desarrollo que pueden ser relevantes para países de América Latina, desde banca móvil para zonas rurales, hasta movilidad urbana, conectividad y procesos de paz".
América Latina ha tardado más que el resto del mundo en reconocer las potencialidades económicas y políticas de África, dijo a Sputnik el analista internacional colombiano Jerónimo Delgado-Caicedo. En la región, solo Cuba y el Brasil de Lula han mantenido vínculos fuertes.
Países de América Latina han puesto el foco en África en el último tiempo, un continente con el que la región no suele mantener fuertes lazos económicos o políticos.
La gira de la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez, por Sudáfrica, Kenia y Etiopía supuso un hecho histórico que apuesta a mayores alianzas con el continente africano, uno de los intereses que ya había manifestado el Gobierno de Gustavo Petro en materia de política exterior.
A su vez, el tercer mandato de Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil ha puesto el énfasis en potenciar las relaciones conÁfrica, como continuidad del impulso iniciado por el político en el país.
El plan de Lula busca aumentar la presencia diplomática en los países africanos, así como fomentar las inversiones de empresas brasileñas. También apoya el ingreso de la Unión Africana en el Grupo de los 20 (G20), una petición que es concebida como una "necesidad urgente" desde la organización africana.
"África históricamente ha estado relegada de las políticas exteriores de la gran mayoría de países latinoamericanos", dijo a Sputnik el experto colombiano en estudios africanos, Jerónimo Delgado-Caicedo, señalando que "es un proceso al que América Latina está llegando tarde".
Con excepción de Cuba y el Brasil de Lula, el resto de países "no han tenido una aproximación seria, consistente, prolongada en el tiempo con el continente africano" diagnosticó Delgado-Caicedo.
Las relaciones entre Cuba y África llevan más de 60 años y se consideran "indestructibles" por las autoridades cubanas. El país caribeño participó activamente en los procesos por la independencia y descolonización de varios países africanos como Angola y Mozambique.
En el caso brasileño, Lula da Silva dio un giro a la política exterior y orientó su mirada hacia África. El mandatario llegó a romper récords en sus giras presidenciales al continente—realizando al menos 30 viajes entre 2003 y 2011— y abriendo diversas embajadas.
Más allá de estos vínculos, el experto señaló que hubo unos "destellos de relacionamiento con África" en Argentina y Uruguay. Además, en 2012 la Alianza del Pacífico inició un "proceso interesante" con la apertura de embajadas conjuntas en África, que permitió que Perú, Chile y Colombia contaran con representación diplomática.
Sin embargo, si se compara con otras regiones del mundo, los intercambios entre América Latina y África fueron "muy limitados". El especialista recordó que África fue "extremadamente importante para Europa y Estados Unidos" desde la época colonial y remarcó que también fue "fundamental en el crecimiento de potencias emergentes", principalmente en Asia. En ese sentido, ha sido clave para China, India, Turquía e Indonesia, apuntó.
El potencial africano
Los intentos de acercamiento por parte del Gobierno colombiano en África generaron controversia tanto en medios de comunicación como entre la oposición colombiana. Para Delgado-Caicedo, ni la clase política, ni los medios e incluso el sector privado entienden la importancia de África.
"Estamos hablando de un continente de 1.200 millones de personas, que tendrá 2.500 millones en 2050, que tiene unas economías que están creciendo brutalmente y sacaron a 400 millones de personas de la pobreza en los últimos 20 años", remarcó.
El continente destaca además por tener una economía "resistente" ante factores como los impactos de la pandemia por el COVID-19 y las interrupciones de las cadenas de suministros provocadas por conflictos internacionales, de acuerdo con el Banco Africano de Desarrollo (AfDB por sus siglas en inglés). En ese sentido, se espera que el crecimiento promedio del continente se sitúe en 4,1% para 2023 y 2024.
"Es importante que empecemos a mirar y a darnos cuenta de que África ya no es el continente pobre y subdesarrollado, estos elementos siguen apareciendo, pero es un África completamente diferente, con un montón de potencialidades de las que desde América Latina podemos aprender", afirmó Delgado-Caicedo.
De acuerdo al analista, América Latina podría instruirse del proceso de integración africano, el que consideró "uno de los más avanzados del mundo". Además, las experiencias en el marco de la Zona de Libre Comercio Continental Africana, que representa la mayor área de libre comercio a nivel mundial dada la cantidad de sus miembros —55 miembros de la Unión Africana—, podría ser "un ejemplo" para la región.
El colombiano remarcó que ambos continentes comparten "vulnerabilidades, retos y dependencias frente al desarrollo". En ese sentido, Sudáfrica, Kenia, Etiopía, Nigeria, Ghana, Senegal, Argelia, Egipto, entre otros, reúnen experiencias "en términos de solución a los problemas asociados al desarrollo que pueden ser relevantes para países de América Latina, desde banca móvil para zonas rurales, hasta movilidad urbana, conectividad y procesos de paz".
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