Los líderes del G7 quieren salvar al mundo, pero no son populares ni en sus propios países
Los líderes del G7 quieren salvar al mundo, pero no son populares ni en sus propios países
Sputnik Mundo
Mientras los líderes del Grupo de los Siete (G7) se reúnen en la cumbre de Hiroshima, Japón, del 19 al 21 de mayo para hablar sobre el conflicto de Ucrania, la... 21.05.2023, Sputnik Mundo
Los líderes del G7 esbozaron sonrisas y dieron palmadas en la espalda y abrazos al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, durante la última jornada de su cumbre en Hiroshima. Sin embargo, tras el afán por fomentar la guerra indirecta de Occidente contra Rusia, muchos de ellos tienen algo en común: no son nada populares en sus países.Los líderes de Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia e Italia, así como de la Unión Europea (UE), centraron su atención en apuntalar el régimen de Kiev con apoyo militar y aumentar la presión sobre Rusia y China. A pesar de toda la retórica vertida sobre la necesidad de hacer frente a retos globales como la inestabilidad económica, la pobreza, la proliferación nuclear, el cambio climático, entre otros, muchos de estos representantes de la élite política occidental han fracasado estrepitosamente a la hora de ganarse el apoyo popular en sus propios sus países de origen.Malos índices de aprobaciónLa caída en picada de los índices de aprobación es una señal de cómo los electores valoran los esfuerzos de los líderes en el frente interno. Los problemas económicos, la inflación galopante, las decisiones políticas divisorias, el conflicto de Ucrania y sus consecuencias, junto con las sanciones antirrusas impuestas por el G7 son factores que han contribuido al golpe que han sufrido estos políticos en las encuestas.Solo cuatro líderes de los 22 países analizados por Morning Consult antes de la cumbre obtuvieron puntuaciones de aprobación superiores al 50%. Se trata del primer ministro de la India, Narendra Modi; el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; el presidente de Suiza, Alain Berset, y el primer ministro de Australia, Anthony Albanese. Modi puede presumir de un índice de aprobación de 78%, mientras que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, elegida el pasado otoño, obtuvo un índice de aprobación de 49%.Los datos de Morning Consult muestran al presidente estadounidense, Joe Biden, con 42%; al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con 39%; al canciller alemán, Olaf Scholz, con 34%; al primer ministro británico, Rishi Sunak, con 33%, al primer ministro japonés, Fumio Kishida, con 31% y al presidente francés, Emmanuel Macron, con 25%.Estos son solo algunos de los ejemplos de líderes del G7 que hablan a lo grande en la escena mundial, pero se tambalean en el frente interno.Biden, de 80 años, es un buen ejemplo. El Presidente demócrata tuvo que hablar por teléfono con Washington el 19 de mayo, día de apertura de la cumbre de tres días del G7, para verificar el progreso de las prolongadas discusiones con los republicanos sobre el techo de la deuda. Se reportó que Biden abandonó la cena de gala de los líderes en la isla de Miyajima antes que los demás dirigentes para mantener más conversaciones telefónicas sobre cómo evitar una catástrofe por impago.El mandatario ha registrado algunos de los índices de aprobación más bajos de su Presidencia, mientras el octogenario se prepara para una lucha por la reelección en 2024. El demócrata goza de la aprobación de poco más de un tercio de los estadounidenses, según una encuesta del Washington Post/ABC News divulgada a principios de mayo. Con un índice de aprobación del 36%, en un hipotético enfrentamiento para 2024, Biden quedaba por detrás de Donald Trump, con 38 puntos frente a 44.El índice de aprobación del presidente francés también se ha desplomado. Cayó a niveles nunca vistos desde las protestas de los chalecos amarillos de 2019, según mostró en abril una encuesta del IFOP encargada por la revista Le Journal du Dimanche, a raíz del revuelo de la reforma de las pensiones. La decisión de Macron de anular al Parlamento para elevar la edad de jubilación desencadenó una reacción masiva en la sociedad francesa y golpeó su índice de aprobación. Macron perdería la revancha frente a Marine Le Pen, líder del grupo parlamentario de derecha Agrupación Nacional, a la que derrotó en las elecciones del año pasado, según un sondeo realizado en mayo por el grupo Elabe para el canal de televisión BFM.Los últimos sondeos muestran que, si las elecciones se celebraran ahora en el Reino Unido, el Partido Conservador del primer ministro Rishi Sunak perdería frente al Partido Laborista, tras las pérdidas de escaños tories en las elecciones locales. "No nos equivoquemos, vamos camino de una mayoría laborista en las próximas elecciones generales", declaró a principios de mes el líder laborista Keir Starmer.En Alemania, una encuesta realizada en abril mostró que el Gobierno se enfrenta a sus peores índices de popularidad desde que los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz tomaron el poder junto con los Verdes y el Partido Democrático Libre en diciembre de 2022. Recientes sondeos revelaron que el Partido Socialdemócrata perdería frente a la Unión Cristianodemócrata en Alemania si se celebraran elecciones ahora.La aprobación del primer ministro de Canadá también ha caído, según los resultados de la encuesta del Instituto Angus Reid, que sondeó a casi 5.000 canadienses en marzo. El Instituto afirma que la aprobación de Trudeau ha bajado seis puntos en los últimos tres meses, hasta el 37%. Con un 57% de canadienses que desaprueban a Trudeau, este es su índice de aprobación más bajo desde septiembre de 2021. Además, el gobernante Partido Liberal ha quedado por detrás de los Conservadores, principal oposición, en un 6% en la preferencia de intención de voto. El golpe en las urnas se produjo en medio de una huelga de trabajadores federales en abril, un repunte de la inflación y la continua escasez de viviendas. El rival conservador de Trudeau, Pierre Poilievre, ha señalado problemas como la elevada inflación y la escasez de vivienda, subrayando en las redes sociales: "Después de ocho años de Trudeau, todo parece roto".A medida que las calificaciones personales de los líderes del G7 caen en picada, su influencia en la política mundial se reduce. Mientras tanto, otros bloques y formatos emergentes, como la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) o los BRICS, el bloque que reúne a las mayores economías en desarrollo del mundo (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), están adquiriendo mayor protagonismo, con el compromiso de crear una comunidad mundial más equitativa y justa.
Mientras los líderes del Grupo de los Siete (G7) se reúnen en la cumbre de Hiroshima, Japón, del 19 al 21 de mayo para hablar sobre el conflicto de Ucrania, la seguridad económica, las inversiones ecológicas y la evolución de la región Indo-Pacífica, muchos de ellos padecen serios problemas económicos y protestas en sus propios países.
Los líderes del G7esbozaron sonrisas y dieron palmadas en la espalda y abrazos al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, durante la última jornada de su cumbre en Hiroshima. Sin embargo, tras el afán por fomentar la guerra indirecta de Occidente contra Rusia, muchos de ellos tienen algo en común: no son nada populares en sus países.
Los líderes de Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia e Italia, así como de la Unión Europea (UE), centraron su atención en apuntalar el régimen de Kiev con apoyo militar y aumentar la presión sobre Rusia y China.
A pesar de toda la retórica vertida sobre la necesidad de hacer frente a retos globales como la inestabilidad económica, la pobreza, la proliferación nuclear, el cambio climático, entre otros, muchos de estos representantes de la élite política occidental han fracasado estrepitosamente a la hora de ganarse el apoyo popular en sus propios sus países de origen.
La caída en picada de los índices de aprobación es una señal de cómo los electores valoran los esfuerzos de los líderes en el frente interno. Los problemas económicos, la inflación galopante, las decisiones políticas divisorias, el conflicto de Ucrania y sus consecuencias, junto con las sanciones antirrusas impuestas por el G7 son factores que han contribuido al golpe que han sufrido estos políticos en las encuestas.
Solo cuatro líderes de los 22 países analizados por Morning Consult antes de la cumbre obtuvieron puntuaciones de aprobación superiores al 50%. Se trata del primer ministro de la India, Narendra Modi; el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; el presidente de Suiza, Alain Berset, y el primer ministro de Australia, Anthony Albanese. Modi puede presumir de un índice de aprobación de 78%, mientras que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, elegida el pasado otoño, obtuvo un índice de aprobación de 49%.
Los datos de Morning Consult muestran al presidente estadounidense, Joe Biden, con 42%; al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con 39%; al canciller alemán, Olaf Scholz, con 34%; al primer ministro británico, Rishi Sunak, con 33%, al primer ministro japonés, Fumio Kishida, con 31% y al presidente francés, Emmanuel Macron, con 25%.
Estos son solo algunos de los ejemplos de líderes del G7 que hablan a lo grande en la escena mundial, pero se tambalean en el frente interno.
Joe Biden
Biden, de 80 años, es un buen ejemplo. El Presidente demócrata tuvo que hablar por teléfono con Washington el 19 de mayo, día de apertura de la cumbre de tres días del G7, para verificar el progreso de las prolongadas discusiones con los republicanos sobre el techo de la deuda. Se reportó que Biden abandonó la cena de gala de los líderes en la isla de Miyajima antes que los demás dirigentes para mantener más conversaciones telefónicas sobre cómo evitar una catástrofe por impago.
El mandatario ha registrado algunos de los índices de aprobación más bajos de su Presidencia, mientras el octogenario se prepara para una lucha por la reelección en 2024. El demócrata goza de la aprobación de poco más de un tercio de los estadounidenses, según una encuesta del Washington Post/ABC News divulgada a principios de mayo. Con un índice de aprobación del 36%, en un hipotético enfrentamiento para 2024, Biden quedaba por detrás de Donald Trump, con 38 puntos frente a 44.
El índice de aprobación del presidente francés también se ha desplomado. Cayó a niveles nunca vistos desde las protestas de los chalecos amarillos de 2019, según mostró en abril una encuesta del IFOP encargada por la revista Le Journal du Dimanche, a raíz del revuelo de la reforma de las pensiones.
La decisión de Macron de anular al Parlamento para elevar la edad de jubilación desencadenó una reacción masiva en la sociedad francesa y golpeó su índice de aprobación. Macron perdería la revancha frente a Marine Le Pen, líder del grupo parlamentario de derecha Agrupación Nacional, a la que derrotó en las elecciones del año pasado, según un sondeo realizado en mayo por el grupo Elabe para el canal de televisión BFM.
Los últimos sondeos muestran que, si las elecciones se celebraran ahora en el Reino Unido, el Partido Conservador del primer ministro Rishi Sunak perdería frente al Partido Laborista, tras las pérdidas de escaños tories en las elecciones locales. "No nos equivoquemos, vamos camino de una mayoría laborista en las próximas elecciones generales", declaró a principios de mes el líder laborista Keir Starmer.
Olaf Scholz
En Alemania, una encuesta realizada en abril mostró que el Gobierno se enfrenta a sus peores índices de popularidad desde que los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz tomaron el poder junto con los Verdes y el Partido Democrático Libre en diciembre de 2022. Recientes sondeos revelaron que el Partido Socialdemócrata perdería frente a la Unión Cristianodemócrata en Alemania si se celebraran elecciones ahora.
La aprobación del primer ministro de Canadá también ha caído, según los resultados de la encuesta del Instituto Angus Reid, que sondeó a casi 5.000 canadienses en marzo.
El Instituto afirma que la aprobación de Trudeau ha bajado seis puntos en los últimos tres meses, hasta el 37%. Con un 57% de canadienses que desaprueban a Trudeau, este es su índice de aprobación más bajo desde septiembre de 2021.
Además, el gobernante Partido Liberal ha quedado por detrás de los Conservadores, principal oposición, en un 6% en la preferencia de intención de voto. El golpe en las urnas se produjo en medio de una huelga de trabajadores federales en abril, un repunte de la inflación y la continua escasez de viviendas. El rival conservador de Trudeau, Pierre Poilievre, ha señalado problemas como la elevada inflación y la escasez de vivienda, subrayando en las redes sociales: "Después de ocho años de Trudeau, todo parece roto".
"El resultado es un entorno en el que los líderes de las democracias más poderosas del mundo tienen que enfrentarse a un mundo cada vez más desafiante, incluso cuando se encuentran en un terreno inestable en casa", declaró Suzanne Maloney, directora del programa de política exterior de la Brookings Institution, citada por un medio estadounidense.
A medida que las calificaciones personales de los líderes del G7 caen en picada, su influencia en la política mundial se reduce. Mientras tanto, otros bloques y formatos emergentes, como la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) o los BRICS, el bloque que reúne a las mayores economías en desarrollo del mundo (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), están adquiriendo mayor protagonismo, con el compromiso de crear una comunidad mundial más equitativa y justa.
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