La historia de un legado: la contribución de los países BRICS en la Segunda Guerra Mundial
20:26 GMT 08.05.2023 (actualizado: 08:00 GMT 15.05.2023)
© Foto : Domínio Público/ Arquivo Histórico do Exército Brasileiro / Hombres de la Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB).Hombres de la Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB).
© Foto : Domínio Público/ Arquivo Histórico do Exército Brasileiro / Hombres de la Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB).
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El 9 de mayo tendrá lugar en Rusia la tradicional celebración del Día de la Victoria, en honor a la decisiva contribución de la Unión Soviética a la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
De hecho, además de Rusia —principal protagonista de la victoria aliada—, todos los actuales miembros del grupo BRICS —Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica— también desempeñaron un papel importante en la resolución del enfrentamiento más catastrófico de la historia de la humanidad.
En el caso de China, debido a su prolongada defensa contra las fuerzas del Japón imperial y a las pérdidas humanas sufridas como consecuencia de la guerra, el país obtuvo un merecido reconocimiento en la formación de las Naciones Unidas, como uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
La India, por su parte, envió más de dos millones de soldados a servir con el ejército británico, luchando en muchos teatros de guerra diferentes (incluyendo regiones como el norte de África, Oriente Medio y Europa) contra las potencias del Eje, conformadas por Alemania, Japón e Italia.
Brasil envió una fuerza expedicionaria considerable, de unos 25.000 soldados, que luchó junto a los Aliados en regiones bajo ocupación nazi en el sur de Italia y actuó con unidades del Ejército estadounidense en misiones de reconocimiento e intercepción.
Por último, Sudáfrica también contribuyó de forma significativa al esfuerzo bélico de los Aliados al enviar más de 130.000 soldados a los frentes liderados por el Reino Unido en campañas alrededor de África y el sur de Europa.
© Foto : Public domain/William George Vanderson / Tropas indias manejan un cañón antiaéreo Bren, Norte de África
Fuerzas de la Commonwealth en África del Norte.
Tropas indias tripulan un cañón Bren en un montaje antiaéreo, Desierto Occidental, 18 de abril de 1941.
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© Foto : Public domain/William George Vanderson / Tropas indias manejan un cañón antiaéreo Bren, Norte de África
Fuerzas de la Commonwealth en África del Norte.
Tropas indias tripulan un cañón Bren en un montaje antiaéreo, Desierto Occidental, 18 de abril de 1941.
© Foto : Public Domain / Soldados chinos luchando casa por casa en la batalla de Tai'erzhuangSoldados chinos luchando casa por casa en la batalla de Tai'erzhuang
Soldados chinos luchando casa por casa en la batalla de Tai'erzhuang
© Foto : Public Domain / Los marineros sudafricanos a bordo del HMS NelsonLos marineros sudafricanos a bordo del HMS Nelson
Los marineros sudafricanos a bordo del HMS Nelson
© Sputnik / Vsevolod TarasevichLa ofensiva soviética cerca de la ciudad de Leningrado durante la Gran Guerra Patria
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© Sputnik / Vsevolod Tarasevich
La ofensiva soviética cerca de la ciudad de Leningrado durante la Gran Guerra Patria
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© Foto : Public domain/William George Vanderson / Tropas indias manejan un cañón antiaéreo Bren, Norte de África
Fuerzas de la Commonwealth en África del Norte.
Tropas indias tripulan un cañón Bren en un montaje antiaéreo, Desierto Occidental, 18 de abril de 1941.
Soldados chinos luchando casa por casa en la batalla de Tai'erzhuang
Los marineros sudafricanos a bordo del HMS Nelson
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© Sputnik / Vsevolod Tarasevich
La ofensiva soviética cerca de la ciudad de Leningrado durante la Gran Guerra Patria
A la vista de todos estos factores, es evidente que los países del BRICS hicieron importantes contribuciones a la conclusión del enfrentamiento y a la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, y algunos de ellos adquirieron un papel destacado en la configuración del orden internacional posterior.
Por lo tanto, el tema de la guerra y sus consecuencias no podía dejar de estar presente en las posiciones políticas del grupo a lo largo de los años. A modo de ejemplo, en la Declaración de Ufa de los BRICS de 2015, año en que se conmemoraba el 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, los países de la alianza rindieron homenaje a todos aquellos que lucharon contra el fascismo y el militarismo alemán y japonés en la década de 1940.
También se rindió tributo a todos aquellos a los que se les arrebató la vida prematuramente durante la lucha de las naciones contra la opresión del nazismo. No obstante, en la declaración conjunta de 2015, los BRICS se comprometieron a rechazar cualquier intento de tergiversar los resultados y los acontecimientos de la guerra, destacando el deber común de todos los países de construir un futuro de paz y desarrollo.
Las nuevas menciones a los intentos de reinterpretar los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial (como han hecho los países occidentales) también estuvieron presentes en la 8ª Cumbre de los BRICS, celebrada en Goa (la India). Para los BRICS, y para Rusia en particular, la intención de los países occidentales de "monopolizar la victoria" contra la Alemania nazi es una auténtica profanación de la historia.
"Fueron los esfuerzos de todos los países y pueblos implicados en la lucha contra el enemigo común [el nazismo] los que culminaron en la victoria en la Segunda Guerra Mundial", dijo en una ocasión el presidente ruso Vladímir Putin.
Esta victoria dio lugar a una nueva configuración del orden mundial, con la creación de organizaciones internacionales y mecanismos de concertación política destinados a resolver los retos a los que se enfrentó la humanidad en las décadas siguientes.
No por casualidad, uno de los principales logros de la posguerra fue el establecimiento de un mecanismo que permitiera a las principales potencias del sistema resolver sus diferencias por medios diplomáticos. En este caso, hablamos precisamente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que cuenta con Rusia y China (dos de los países BRICS) como miembros permanentes.
A pesar de las discusiones sobre la pérdida de eficacia de este órgano para la prevención de conflictos internacionales en la actualidad, no cabe duda de que su existencia sirve— como mínimo— de plataforma política fundamental para que las grandes potencias busquen soluciones a sus problemas a través de la política y el debate.
No obstante, cabe destacar que el grupo BRICS sigue llamando la atención sobre la necesidad de reformar o actualizar algunas de las principales instituciones de la posguerra.
En 2014, por ejemplo, los ministros de Asuntos Exteriores de los BRICS reafirmaron su compromiso con un orden internacional justo basado en la Carta de las Naciones Unidas, pero al mismo tiempo hicieron hincapié en la necesidad de una reforma integral de la ONU, en vista de los cambios que se han producido en la escena internacional en las últimas décadas.
Esta reforma incluiría también al propio Consejo de Seguridad, con vistas a hacerlo más representativo y eficaz ante retos internacionales cada vez más complejos.
De hecho, el BRICS, como símbolo de acercamiento político entre los llamados países emergentes, ha funcionado como una importante plataforma política a través de la cual sus estados miembros buscan ampliar su poder de decisión en los actuales mecanismos de gobernanza global.
En este contexto, aunque reconoce la importancia de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, el grupo también aboga por una mayor voz y representación en el orden mundial surgido de su conclusión, dado que, desde entonces, se han producido numerosos cambios políticos y económicos en el sistema.
El BRICS, en definitiva, reconoce la importancia de los esfuerzos conjuntos de diversos pueblos y naciones para la victoria contra la Alemania nazi, así como la importancia de las instituciones y organismos internacionales que de ella se derivaron, como las Naciones Unidas y las organizaciones de Bretton Woods. Además, el grupo se opone a las reinterpretaciones distorsionadas del pasado, como han hecho los países occidentales.
Por último, la intención de los BRICS no es sustituir el orden existente per se, sino servir a los intereses de un mayor número de países en sus instituciones y mecanismos de gobernanza. Sin restar importancia a su resonancia histórica, al mismo tiempo el grupo se esfuerza por construir su legado para el futuro.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK