'La Nacha': una historia de terror en Tlaxcoaque, las celdas de la represión en México | Video
'La Nacha': una historia de terror en Tlaxcoaque, las celdas de la represión en México | Video
Sputnik Mundo
La Comisión para la Verdad del Gobierno de México ha convocado a quienes hayan sido víctimas de tortura en la famosa prisión de Tlaxcoaque, en la Ciudad de... 24.10.2022, Sputnik Mundo
En náhuatl, Tlaxcoaque significa "lugar desde donde se miran las serpientes". Por ese edificio que por años albergó la Dirección General de Policía y Tránsito y luego la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, pasaron cientos, tal vez miles o cientos de miles de personas: integrantes de movimientos sociales y militantes de alguna organización política, personas en situación de calle, sexoservidores y personas de la comunidad LGBT+. La mayoría de ellos, víctimas de violación a sus derechos humanos. El edificio que habitaba en la hoy plaza quedó inhabilitado después del terremoto de 1985. Sobre su plancha sobrevive una pequeña capilla franciscana y, por debajo, aún quedan los sótanos que fueron sede de tortura, violaciones y demás actos violentos e inhumanos que se perpetraron por más de 30 años, los que duraron las celdas. El 2 de octubre de 1968 fue una de las fechas más infaustas de la historia moderna mexicana. Cientos de estudiantes fueron matados o desaparecidos por las Fuerzas Armadas del país, cuyos elementos les tiraron a matar durante un mitin que se realizó en la zona de Tlatelolco, muy cerca del centro capitalino. Ahí estuvo Ana Ignacia. Tres días después del cruento episodio del cual logró salir viva, La Nacha, como se le conoce, fue detenida en el departamento donde permanecía escondida por un amigo. Ese día, su destino fueron las temidas celdas de Tlaxcoaque. "Ahí estuvimos varios días que no recuerdo cuántos porque ahí perdías la noción del tiempo. O sea, las celdas en las que estuvimos eran puros barrotes y pasaba el fulano que cuidaba, moviendo sus llaves todo el tiempo, pero no tenían pared, era puro barrote, entonces te veían todo: lo que hacías, por qué lo hacías, cómo lo hacías… No podíamos ni entrar al sanitario", recuerda Ana Ignacia. Ella, asegura, no fue torturada físicamente ni abusada sexualmente, pues esa fue la instrucción de los superiores policiales; sin embargo, sí padeció tortura psicológica, pues los agentes la obligaban a ver cómo eran torturados otros detenidos. Luego de su paso por las celdas, La Nacha fue detenida meses después y trasladada al Reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla, en donde adquirió su apodo. Ahí permaneció por más de un año y fue liberada en diciembre de 1969. En octubre de 2021, Ana Ignacia regresó a Tlaxcoaque y bajó al primer nivel del sótano, en donde los vestigios, dice, mantienen el olor a podredumbre y muerte. El pasado 2 de octubre, el Gobierno de la Ciudad de México informó que Tlaxcoaque será un sitio de memoria contra la tortura policial. Además, la Fiscalía capitalina señaló que ha iniciado procesos de judicialización contra quienes resulten responsables de los actos ocurridos en los sótanos del lugar. Pero ¿por qué es importante la memoria?
La Comisión para la Verdad del Gobierno de México ha convocado a quienes hayan sido víctimas de tortura en la famosa prisión de Tlaxcoaque, en la Ciudad de México, un lugar lleno de historia y dolor, a compartir su testimonio.
En náhuatl, Tlaxcoaque significa "lugar desde donde se miran las serpientes". Por ese edificio que por años albergó la Dirección General de Policía y Tránsito y luego la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, pasaron cientos, tal vez miles o cientos de miles de personas: integrantes de movimientos sociales y militantes de alguna organización política, personas en situación de calle, sexoservidores y personas de la comunidad LGBT+. La mayoría de ellos, víctimas de violación a sus derechos humanos.
El edificio que habitaba en la hoy plaza quedó inhabilitado después del terremoto de 1985. Sobre su plancha sobrevive una pequeña capilla franciscana y, por debajo, aún quedan los sótanos que fueron sede de tortura, violaciones y demás actos violentos e inhumanos que se perpetraron por más de 30 años, los que duraron las celdas.
"Me imaginé todo lo que me iba a pasar porque en ese momento se hablaba de… A todo el mundo violaban, hasta a los hombres, no nada más a las mujeres", narra en entrevista con Sputnik Ana Ignacia Rodríguez, quien fue trasladada a Tlaxcoaque tras haber sido detenida por su participación en el Movimiento Estudiantil de 1968.
El 2 de octubre de 1968 fue una de las fechas más infaustas de la historia moderna mexicana. Cientos de estudiantes fueron matados o desaparecidos por las Fuerzas Armadas del país, cuyos elementos les tiraron a matar durante un mitin que se realizó en la zona de Tlatelolco, muy cerca del centro capitalino. Ahí estuvo Ana Ignacia.
Tres días después del cruento episodio del cual logró salir viva, La Nacha, como se le conoce, fue detenida en el departamento donde permanecía escondida por un amigo. Ese día, su destino fueron las temidas celdas de Tlaxcoaque.
"Ahí estuvimos varios días que no recuerdo cuántos porque ahí perdías la noción del tiempo. O sea, las celdas en las que estuvimos eran puros barrotes y pasaba el fulano que cuidaba, moviendo sus llaves todo el tiempo, pero no tenían pared, era puro barrote, entonces te veían todo: lo que hacías, por qué lo hacías, cómo lo hacías… No podíamos ni entrar al sanitario", recuerda Ana Ignacia.
Ella, asegura, no fue torturada físicamente ni abusada sexualmente, pues esa fue la instrucción de los superiores policiales; sin embargo, sí padeció tortura psicológica, pues los agentes la obligaban a ver cómo eran torturados otros detenidos.
"Me sacan de la celda y me ponen en los pasillos y veo que comienzan a llegar todos los chicos de prepa [bachillerato], que había muchísimos, me acuerdo, y a todos los pusieron enfrente. Yo dije, bueno, qué será y yo me esperaba lo peor. Y entonces los desnudaron y con la manguera esa contra incendios, que es muy fuerte, los empaparon y después pasaba el fulano ese con la picana, y le daba la electricidad en los testículos, para mí eso fue horrible porque veía el dolor y porque yo me agachaba y ellos me levantaban la cara, o sea, como diciendo: 'no te podemos violar, no te podemos tocar, pero, te vamos a joder con esto'".
Luego de su paso por las celdas, La Nacha fue detenida meses después y trasladada al Reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla, en donde adquirió su apodo. Ahí permaneció por más de un año y fue liberada en diciembre de 1969.
En octubre de 2021, Ana Ignacia regresó a Tlaxcoaque y bajó al primer nivel del sótano, en donde los vestigios, dice, mantienen el olor a podredumbre y muerte.
"Una sensación impresionante. Primero, el olor, la mugre, la basura. Todo lo que recuerdas, todo lo que viene a tu mente. Y luego, lo que vieron mis compañeros. ¿Qué sentí? Horrible. Fuerte, pero me dije, lo tengo que hacer porque por algo me quedé y por algo estoy luchando y pidiendo justicia", señala.
El pasado 2 de octubre, el Gobierno de la Ciudad de México informó que Tlaxcoaque será un sitio de memoria contra la tortura policial. Además, la Fiscalía capitalina señaló que ha iniciado procesos de judicialización contra quienes resulten responsables de los actos ocurridos en los sótanos del lugar. Pero ¿por qué es importante la memoria?
"La memoria florece, sí florece, por lo menos en nuestras personas, en nuestro Comité y en esto [...] En ese florecer, los jóvenes están teniendo el concepto del pasado, que realmente la gente lo vivió. No todo el mundo lo vivió. Si nosotros somos la generación que estamos saliendo, y estamos dejándole o tratando de dejar una semillita, esa semilla va a florecer", sentencia la activista mexicana.
No te pierdas las noticias más importantes
Suscríbete a nuestros canales de Telegram a través de estosenlaces.
Ya que la aplicación Sputnik está bloqueada en el extranjero, en este enlace puedes descargarla e instalarla en tu dispositivo móvil (¡solo para Android!).
El acceso al chat ha sido bloqueado por violación de las reglas.
Usted puede volver a participar dentro de∞.
Si no está de acuerdo con el bloqueo, utilice el formulario de contacto>
La discusión ha sido cerrada. Se puede participar en una discusión durante 24 horas después de la publicación de la noticia.