Desinformación y 'fake news', el flagelo de la nueva Constitución de Chile
Desinformación y 'fake news', el flagelo de la nueva Constitución de Chile
Sputnik Mundo
A lo largo de los casi 12 meses de trabajo de la Convención Constituyente y desde que se entregó el texto de nueva Constitución, que Chile deberá aprobar o... 28.07.2022, Sputnik Mundo
Si bien la campaña electoral por el referéndum de la propuesta constitucional comienza oficialmente el 5 de agosto en el país sudamericano, el debate sobre el contenido de la nueva carta magna y las implicancias que acarrearía un triunfo de las opciones "Apruebo" o "Rechazo", se han tomado las agendas de medios y redes sociales chilenas.En ese contexto, la discusión sobre el nuevo texto constitucional también abrió un enorme e interesado espacio a la desinformación y a la propagación de "noticias falsas", que buscan influir en la decisión de las y los electores."Porque desinformar es una manera relativamente sencilla de llamar la atención de las personas indecisas. Lo que las campañas se juegan no son los votos de los convencidos, sino de los indecisos", señala a Sputnik Ana María Castillo, académica de la escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y codirectora del Núcleo de Inteligencia Artificial y Sociedad de la Facultad de Comunicación e Imagen de la misma casa de estudios.De la 'Guerra de los mundos' a la nueva Constitución de ChileLa Real Academia Española define el concepto de desinformar como "dar información intencionadamente manipulada al servicio de ciertos fines", o "dar información insuficiente u omitirla". Por su parte, el Programa de Naciones Unidas habla de "contaminación informativa", al fenómeno global que incluye la propagación de información errónea, contenido falso creado en forma deliberada para causar daño —desinformación— e información maliciosa —basada en hechos reales, pero manipulados—.Los objetivos son diversos, según Ana María Castillo y que, como fenómeno, "no se trata la desinformación de algo nuevo o que haya surgido con las redes sociales, sino que con ellas solo se ajusta el problema. Desórdenes informativos que hay desde que existe la posibilidad de comunicar masivamente, incluso con experimentos como los de Orson Welles. Puede ser que una imagen descontextualizada sea el fruto de una broma, una parodia o un chiste que en el contexto de las redes sociales se salga de control y termine siendo catalogada como noticia"."En este caso no hay un objetivo dañino detrás. Pero sí puede haber manipulación de imágenes, comentarios dañinos sobre oponentes políticos o información mal verificada que pueda entorpecer procesos sociales. En este caso, la desinformación se torna un impedimento para la libertad de expresión y, por lo tanto, un problema para la democracia, por cuanto impide la toma de decisiones bien informadas", sostiene.Efectivamente a largo de la historia existen muchos ejemplos de desinformación, como el recordado domingo 30 de octubre de 1938, cuando Orson Welles hizo una versión de radioteatro de la novela de H. G. Wells La Guerra de los mundos, episodio que causó el pánico desesperado en su audiencia.Sin embargo, es a partir de 2016, tras el triunfo de Donald Trump, en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y su política comunicacional, que una gran cantidad de investigadores comenzaron a analizar la desinformación y fake news (noticias falsas).En el caso de Chile, hubo mucha desinformación durante de la dictadura (1973-1990), particularmente por la intervención y censura de muchos medios de comunicación, y también por desinformación concertada, como fueron los casos de falsos enfrentamientos como la Matanza de Corpus Christi y el montaje publicado por la prensa de la llamada Operación Colombo, destinado a encubrir la desaparición forzada de 119 opositores.En estos últimos años, para Castillo, Chile ha experimentado tres momentos importantes de desinformación que se inician con estallido social de 2019."Durante el inicio de la revuelta social la desinformación no solo afectaba a las redes sociales, sino a los medios tradicionales, que hacían una cobertura parcial de lo que estaba ocurriendo, entonces la gente se volcó a otros sistemas de información", explica la especialista de la Universidad de Chile."Luego vino la pandemia y la OMS incluso llegó a declarar una epidemia informativa, una infodemia lo llamaron, porque la cantidad de información falsa que circulaba era tal que podía llegar a ser dañina para la salud de las personas", detalla.Desinformación en todo el proceso constitucionalLa revuelta social chilena abrió la discusión y luego el proceso para la redacción de una nueva Constitución que reemplazaría la de 1980, impuesta en dictadura. En los casi doce meses de trabajo la Convención Constitucional (CC) enfrentó varias polémicas, pero por sobre todo la publicación de información manipulada y la divulgación de fake news.Según el estudio de Plataforma Telar, iniciativa del Instituto Milenio Fundamento de los Datos, que analizó 50 noticias falsas o impresas entre mayo 2021 y mayo 2022, estas en su enorme mayoría eran desfavorables a la CC y casi el 80% de ellas eran totalmente engañosas.Respecto a los temas de dichas noticias, según el estudio, el objeto de falsedad o imprecisión fueron las y los convencionales. Un aspecto no menor, si se considera que, según el estudio de la Fundación Multitudes, el 92% de los convencionales de pueblos originarios y 61,1% de las constituyentes mujeres fueron víctimas de desinformación o fake news.Para Castillo esto responde al hecho que, "las posturas de los grupos mencionados son valorados por primera vez en la historia de Chile y eso genera temor a quienes han tenido todos los privilegios por tanto tiempo. Por lo tanto intentarán socavar la participación de los pueblos originarios, de las mujeres y de otros grupos y tambien su visibilización y logros, por todos los medios".Además de desacreditar a los convencionales, las noticias falsas y la desinformación intentaron tergiversar las propuestas presentadas por las comisiones de la Convención y lo que está escrito en el proyecto constitucional. En muchos casos, estas publicaciones son divulgadas por personalidades del mundo político, por lo que logran mayor repercusión en la opinión pública.Una de esas figuras políticas que incurrió en varias ocasiones en divulgar noticias falsas a través de sus redes sociales fue el senador Felipe Kast de Evolución Política (Evópoli, derecha). El parlamentario afirmó en un programa radial que "la Convención Constituyente permite el aborto hasta los nueve meses de embarazo".Ana María Castillo considera que estas afirmaciones buscan golpear y también "convencer a esas personas que están indecisas, pero que no se van a dar el trabajo de leer la propuesta, sino que van a confiar en lo que sus representantes opinen. Desde esa perspectiva se podría pensar incluso en un abuso de poder o de autoridad, porque estás manipulando a las personas que creen en tu palabra".El 6 de julio pasado, dos días después del término del trabajo de la CC, Kast volvió a difundir información falsa, al compartir en su cuenta de Twitter un video de una dirigente vecinal que leyó un artículo de la nueva Constitución que simplemente no existe.Uno de los episodios más recordados de información falsa fue el difundido el 25 de octubre del 2021 por la exsenadora de derecha Ena von Baer, quien aseguró durante la franja electoral que en la CC "se ha propuesto cambiar la bandera, el himno nacional y el nombre del país". Dichos falsos, que se volvieron virales en redes sociales, que afectaron el proceso constituyente. Un mes después la convencional de derecha y exministra de Educación de Sebastián Piñera Marcela Cubillos, publicó un tuit de su autoría en el que aseguraba que la convencional Francisca Linconao buscaba cambiar la cueca como baile patrio. Cubillos fue sancionada por el Comité de Ética de la Convención con el 5% de su estipendio."Es como hablar del traje nuevo del emperador. En algún momento se dijo que era mejor ni siquiera hacer mención de los dichos que desinforman, pero hemos llegado al tal punto, se han pasado tanto de de la raya, en que es imperativo decirle al rey que va desnudo", explica.Hubo muchos otros casos de convencionales que han divulgado información falsa o imprecisa, como fue el caso de Harry Jürgensen, del partido de derecha Renovación Nacional, quien en seis ocasiones publicó contenido erróneo sobre la discusión constituyente, como aquella sobre la propiedad de los fondos de pensiones, principalmente en sus redes sociales.Otras de las noticias falsas sobre el proceso constituyente y la propuesta de nueva Constitución es que en ella se elimina el derecho a propiedad de las viviendas sociales y su heredabilidad. Información reiterada por la exdiputada y secretaria general del partido del partido de derecha UDI, María José Hoffmann, quien afirmó en CNN Chile que la propuesta no contempla "que te entreguen una casa que pueda ser tuya, que no te puedas endeudar y no la puedas heredar".Al menos una treintena de figuras vinculadas a la política difundieron fake news en distintas plataformas y sobre distintos temas. Se afirmó entre muchas cosas que en la nueva Constitución desaparece la salud privada; se elimina la institución de Carabineros; que el Banco Central no tendrá independencia, o que se necesitará consentimiento de los pueblos originarios para hacerle cualquier reforma a la Constitución.Asimismo se sostiene falsamente que la nueva Constitución pretende que todos los bienes públicos sean proporcionados exclusivamente por el Estado, y sobre el sistema de justicia se ha señalado que pueblos indígenas tendrán su propia jurisprudencia.Una de las publicaciones donde se realizaron 17 afirmaciones erróneas acerca de lo que había aprobado CC, fue la carta publicada en el diario El Mercurio por el abogado, analista económico y escritor derechista Axel Kaiser.También el plebiscito del 4 de septiembreEl Servicio Electoral de Chile (Servel) ha advertido sobre la proliferación de noticias falsas sobre el plebiscito constitucional del 4 de septiembre próximo divulgadas en redes sociales. Para ello ha realizado un trabajo que busca proteger la información sobre el proceso electoral, monitoreando, desmintiendo y/o aclarando la desinformación con el fin de promover una participación ciudadana informada. También mantiene un repositorio sobre todas las noticias falsas en torno a los distintos procesos electorales desde marzo de 2020.Para los especialistas el hecho que muchas personas compartan noticias falsas también se relaciona con la desconfianza que existe hacia las instituciones y las fuentes oficiales, así como los medios de comunicación que durante el estallido fueron vistos como otra institución poco confiable.Esta situación implica un desafío para el ejercicio del periodismo, que para Ana María Castillo solo se logra manteniendo el profesionalismo y la actitud crítica en todo momento."Ser los primeros en sospechar de una información, poder diversificar las fuentes y comprender que no se puede valorar todas las opiniones a ciegas, simplemente porque son oficiales. Parte del quehacer periodístico es la verificación desde su base. Si no se hace ese trabajo, entonces no se puede ofrecer lo que se promete, que es información de calidad para una buena toma de decisiones".
A lo largo de los casi 12 meses de trabajo de la Convención Constituyente y desde que se entregó el texto de nueva Constitución, que Chile deberá aprobar o rechazar en un plebiscito de voto obligatorio el próximo 4 de septiembre, ambas instancias han sido objeto de divulgación de información errónea y noticias falsas.
Si bien la campaña electoral por el referéndum de la propuesta constitucional comienza oficialmente el 5 de agosto en el país sudamericano, el debate sobre el contenido de la nueva carta magna y las implicancias que acarrearía un triunfo de las opciones "Apruebo" o "Rechazo", se han tomado las agendas de medios y redes sociales chilenas.
En ese contexto, la discusión sobre el nuevo texto constitucional también abrió un enorme e interesado espacio a la desinformación y a la propagación de "noticias falsas", que buscan influir en la decisión de las y los electores.
"Porque desinformar es una manera relativamente sencilla de llamar la atención de las personas indecisas. Lo que las campañas se juegan no son los votos de los convencidos, sino de los indecisos", señala a Sputnik Ana María Castillo, académica de la escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y codirectora del Núcleo de Inteligencia Artificial y Sociedad de la Facultad de Comunicación e Imagen de la misma casa de estudios.
Según explica Castillo, "es bien fácil llamar la atención, de manera visceral, con noticias como 'no habrá derecho a la propiedad'. Eso provoca un impacto que no apela al razonamiento, sino a un instinto de protección, algo muy básico. Entonces, las personas que no acostumbran a verificar la información o no van directamente al texto, pueden llegar a creer estos argumentos que son mentira".
De la 'Guerra de los mundos' a la nueva Constitución de Chile
La Real Academia Española define el concepto de desinformar como "dar información intencionadamente manipulada al servicio de ciertos fines", o "dar información insuficiente u omitirla". Por su parte, el Programa de Naciones Unidas habla de "contaminación informativa", al fenómeno global que incluye la propagación de información errónea, contenido falso creado en forma deliberada para causar daño —desinformación— e información maliciosa —basada en hechos reales, pero manipulados—.
Los objetivos son diversos, según Ana María Castillo y que, como fenómeno, "no se trata la desinformación de algo nuevo o que haya surgido con las redes sociales, sino que con ellas solo se ajusta el problema. Desórdenes informativos que hay desde que existe la posibilidad de comunicar masivamente, incluso con experimentos como los de Orson Welles. Puede ser que una imagen descontextualizada sea el fruto de una broma, una parodia o un chiste que en el contexto de las redes sociales se salga de control y termine siendo catalogada como noticia".
"En este caso no hay un objetivo dañino detrás. Pero sí puede haber manipulación de imágenes, comentarios dañinos sobre oponentes políticos o información mal verificada que pueda entorpecer procesos sociales. En este caso, la desinformación se torna un impedimento para la libertad de expresión y, por lo tanto, un problema para la democracia, por cuanto impide la toma de decisiones bien informadas", sostiene.
Efectivamente a largo de la historia existen muchos ejemplos de desinformación, como el recordado domingo 30 de octubre de 1938, cuando Orson Welles hizo una versión de radioteatro de la novela de H. G. Wells La Guerra de los mundos, episodio que causó el pánico desesperado en su audiencia.
Sin embargo, es a partir de 2016, tras el triunfo de Donald Trump, en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y su política comunicacional, que una gran cantidad de investigadores comenzaron a analizar la desinformación y fake news (noticias falsas).
En el caso de Chile, hubo mucha desinformación durante de la dictadura (1973-1990), particularmente por la intervención y censura de muchos medios de comunicación, y también por desinformación concertada, como fueron los casos de falsos enfrentamientos como la Matanza de Corpus Christi y el montaje publicado por la prensa de la llamada Operación Colombo, destinado a encubrir la desaparición forzada de 119 opositores.
En estos últimos años, para Castillo, Chile ha experimentado tres momentos importantes de desinformación que se inician con estallido social de 2019.
"Durante el inicio de la revuelta social la desinformación no solo afectaba a las redes sociales, sino a los medios tradicionales, que hacían una cobertura parcial de lo que estaba ocurriendo, entonces la gente se volcó a otros sistemas de información", explica la especialista de la Universidad de Chile.
"Luego vino la pandemia y la OMS incluso llegó a declarar una epidemia informativa, una infodemia lo llamaron, porque la cantidad de información falsa que circulaba era tal que podía llegar a ser dañina para la salud de las personas", detalla.
"Y no terminamos de salir de eso cuando empezamos a ver toda la desinformación sobre la Convención Constitucional. Desde sus formas de organización hasta el resultado de su trabajo, que se ha visto envuelto ya no solo en desinformación esporádica, sino en estrategias, organizadas o no, donde varias personas del mismo sector político se agrupan para dar fuerza y poner en circulación una información falsa, muy concreta", sostiene.
La revuelta social chilena abrió la discusión y luego el proceso para la redacción de una nueva Constitución que reemplazaría la de 1980, impuesta en dictadura. En los casi doce meses de trabajo la Convención Constitucional (CC) enfrentó varias polémicas, pero por sobre todo la publicación de información manipulada y la divulgación de fake news.
Según el estudio de Plataforma Telar, iniciativa del Instituto Milenio Fundamento de los Datos, que analizó 50 noticias falsas o impresas entre mayo 2021 y mayo 2022, estas en su enorme mayoría eran desfavorables a la CC y casi el 80% de ellas eran totalmente engañosas.
Respecto a los temas de dichas noticias, según el estudio, el objeto de falsedad o imprecisión fueron las y los convencionales. Un aspecto no menor, si se considera que, según el estudio de la Fundación Multitudes, el 92% de los convencionales de pueblos originarios y 61,1% de las constituyentes mujeresfueron víctimas de desinformación o fake news.
Para Castillo esto responde al hecho que, "las posturas de los grupos mencionados son valorados por primera vez en la historia de Chile y eso genera temor a quienes han tenido todos los privilegios por tanto tiempo. Por lo tanto intentarán socavar la participación de los pueblos originarios, de las mujeres y de otros grupos y tambien su visibilización y logros, por todos los medios".
Además de desacreditar a los convencionales, las noticias falsas y la desinformación intentaron tergiversar las propuestas presentadas por las comisiones de la Convención y lo que está escrito en el proyecto constitucional. En muchos casos, estas publicaciones son divulgadas por personalidades del mundo político, por lo que logran mayor repercusión en la opinión pública.
Una de esas figuras políticas que incurrió en varias ocasiones en divulgar noticias falsas a través de sus redes sociales fue el senador Felipe Kast de Evolución Política (Evópoli, derecha). El parlamentario afirmó en un programa radial que "la Convención Constituyente permite el aborto hasta los nueve meses de embarazo".
🔴 FACT-CHEKING: Senador @felipekast difunde a través de radios regionales campaña del Rechazo donde afirma que la @convencioncl "permite el aborto hasta los nueve meses de embarazo". Dicha afirmación es falsa por cuanto su regulación y alcances ha sido entregado a ley. pic.twitter.com/LfiPO9b0ZQ
Ana María Castillo considera que estas afirmaciones buscan golpear y también "convencer a esas personas que están indecisas, pero que no se van a dar el trabajo de leer la propuesta, sino que van a confiar en lo que sus representantes opinen. Desde esa perspectiva se podría pensar incluso en un abuso de poder o de autoridad, porque estás manipulando a las personas que creen en tu palabra".
Además, Castillo aclara que "lo que la propuesta [de Constitución] garantiza son los derechos sexuales y reproductivos, previa discusión de leyes que aseguren su cumplimiento de acuerdo a estándares internacionales también. Apelar a algo como lo que plantea el senador en cuestión llega a ser ridículo. Lo malo es que esto se hace pasar por una opinión, una opinión fundamentada, ahí está el problema".
El 6 de julio pasado, dos días después del término del trabajo de la CC, Kast volvió a difundir información falsa, al compartir en su cuenta de Twitter un video de una dirigente vecinal que leyó un artículo de la nueva Constitución que simplemente no existe.
Uno de los episodios más recordados de información falsa fue el difundido el 25 de octubre del 2021 por la exsenadora de derecha Ena von Baer, quien aseguró durante la franja electoral que en la CC "se ha propuesto cambiar la bandera, el himno nacional y el nombre del país". Dichos falsos, que se volvieron virales en redes sociales, que afectaron el proceso constituyente.
¿No te da vergüenza mentir, @enavonbaer atacando a la Convención Constitucional? NADA de la Nueva Constitución se ha discutido todavía. No digas que “Fue un error involuntario”, como en PENTA#LaConvenciónSeDefiendepic.twitter.com/8uNOKxr9YF
Un mes después la convencional de derecha y exministra de Educación de Sebastián Piñera Marcela Cubillos, publicó un tuit de su autoría en el que aseguraba que la convencional Francisca Linconao buscaba cambiar la cueca como baile patrio. Cubillos fue sancionada por el Comité de Ética de la Convención con el 5% de su estipendio.
Para la codirectora del Núcleo de Inteligencia Artificial y Sociedad los dichos de la exministra Cubillos y de la exsenadora Von Baer no buscaban más que polemizar. "El problema es el alcance que tienen y su irresponsabilidad con las personas que las votan y les creen, pues están validando ideas basadas en mentiras".
"Es como hablar del traje nuevo del emperador. En algún momento se dijo que era mejor ni siquiera hacer mención de los dichos que desinforman, pero hemos llegado al tal punto, se han pasado tanto de de la raya, en que es imperativo decirle al rey que va desnudo", explica.
Hubo muchos otros casos de convencionales que han divulgado información falsa o imprecisa, como fue el caso de Harry Jürgensen, del partido de derecha Renovación Nacional, quien en seis ocasiones publicó contenido erróneo sobre la discusión constituyente, como aquella sobre la propiedad de los fondos de pensiones, principalmente en sus redes sociales.
Garantizar la propiedad de los fondos de pensiones no ha sido la prioridad de la Convención Constitucional liderada por una extrema izquierda... Menos cuando se ve NO como el futuro de los trabajadores... sino como el botín de guerra al cual echarle mano (parte1) pic.twitter.com/mmgeNl5Mf1
— Harry Jürgensen Caesar (@HarryJurgensen) April 10, 2022
Otras de las noticias falsas sobre el proceso constituyente y la propuesta de nueva Constitución es que en ella se elimina el derecho a propiedad de las viviendas sociales y su heredabilidad. Información reiterada por la exdiputada y secretaria general del partido del partido de derecha UDI, María José Hoffmann, quien afirmó en CNN Chile que la propuesta no contempla "que te entreguen una casa que pueda ser tuya, que no te puedas endeudar y no la puedas heredar".
Este mensaje recoge una informacion falsa, y no viene la negación de la afirmación falsa. Asi se siembra la duda de todo en un pais desconfiado. Tremenda la campaña de tergiversación de la derecha y tremendo como los medios ayudan a su difusión. https://t.co/wfyGacyMye
Al menos una treintena de figuras vinculadas a la política difundieron fake news en distintas plataformas y sobre distintos temas. Se afirmó entre muchas cosas que en la nueva Constitución desaparece la salud privada; se elimina la institución de Carabineros; que el Banco Central no tendrá independencia, o que se necesitará consentimiento de los pueblos originarios para hacerle cualquier reforma a la Constitución.
Asimismo se sostiene falsamente que la nueva Constitución pretende que todos los bienes públicos sean proporcionados exclusivamente por el Estado, y sobre el sistema de justicia se ha señalado que pueblos indígenas tendrán su propia jurisprudencia.
Una de las publicaciones donde se realizaron 17 afirmaciones erróneas acerca de lo que había aprobado CC, fue la carta publicada en el diario El Mercurio por el abogado, analista económico y escritor derechista Axel Kaiser.
El Servicio Electoral de Chile (Servel) ha advertido sobre la proliferación de noticias falsas sobre el plebiscito constitucional del 4 de septiembre próximo divulgadas en redes sociales. Para ello ha realizado un trabajo que busca proteger la información sobre el proceso electoral, monitoreando, desmintiendo y/o aclarando la desinformación con el fin de promover una participación ciudadana informada. También mantiene un repositorio sobre todas las noticias falsas en torno a los distintos procesos electorales desde marzo de 2020.
Para los especialistas el hecho que muchas personas compartan noticias falsas también se relaciona con la desconfianza que existe hacia las instituciones y las fuentes oficiales, así como los medios de comunicación que durante el estallido fueron vistos como otra institución poco confiable.
Esta situación implica un desafío para el ejercicio del periodismo, que para Ana María Castillo solo se logra manteniendo el profesionalismo y la actitud crítica en todo momento.
"Ser los primeros en sospechar de una información, poder diversificar las fuentes y comprender que no se puede valorar todas las opiniones a ciegas, simplemente porque son oficiales. Parte del quehacer periodístico es la verificación desde su base. Si no se hace ese trabajo, entonces no se puede ofrecer lo que se promete, que es información de calidad para una buena toma de decisiones".
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