Un museo para no olvidar la lucha de Bolivia por la soberanía sobre sus hidrocarburos
© Sputnik / Sebastián OchoaMuseo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
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Sputnik visitó el Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos —inaugurado por el Gobierno de Luis Arce—, el cual recorre la historia del último siglo: desde que el petróleo estaba en manos de empresas de EEUU hasta estos días, cuando la mayoría de ganancias quedan para el Estado boliviano.
El Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos, situado a pocas cuadras de la Ceja de El Alto, funciona en la planta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) en esa ciudad. Dispone de ocho salas, en las cuales se recorren los contextos y circunstancias en las cuales se dieron las tres nacionalizaciones que realizó el país en 1937, en 1969 y en 2006.
Su director, Marcelo Quiroga, recibió cordialmente a Sputnik en el marco del Día Internacional de los Museos, y se encargó de dar una visita guiada a través del complejo, en el cual abundan pantallas y videos para explicar la esencia de la historia boliviana en las últimas décadas.
Las paredes del museo relatan que la Guerra del Chaco (1932-1935) fue motivada por los intereses de empresas extranjeras en las reservas petrolíferas que comenzaban a descubrirse en la difusa frontera entre Paraguay y Bolivia. En 1937, el Gobierno militar de David Toro (1936-1937) dictaminó la primera nacionalización, que significó la expulsión de la estadounidense Standard Oil.
Marcelo Quiroga, director del Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en la ciudad de El Alto, La Paz, ofreció una visita guiada a Sputnik para relatar los detalles de este proceso que aún continúa en #Bolivia pic.twitter.com/UFQ6jCcwTM
— Sputnik Reporteros (@Sputnik_Report) May 17, 2022
En 1969, el Gobierno del general Alfredo Ovando (1969-1970) volvió a nacionalizar los hidrocarburos, que eran explotados por la también estadounidense Gulf Oil. En ese momento, Bolivia tuvo que indemnizar a la empresa extranjera.
"Entramos en una disputa legal. Ahí fue clave la figura de Marcelo Quiroga Santa Cruz, quien integró el grupo de defensa para recuperar el control de nuestros hidrocarburos", dijo el director del museo, quien pese a su nombre no tiene relación con el exdiputado socialista y escritor desaparecido en 1980 por la dictadura de Luis García Meza (1980-1981).
Con el auge del periodo neoliberal, en la década del 80 y el 90, los recursos naturales del país volvieron a manos privadas.
© Sputnik / Sebastián OchoaMarcelo Quiroga, director del Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
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Marcelo Quiroga, director del Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
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Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
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Marcelo Quiroga, director del Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
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Marcelo Quiroga, director del Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
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Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
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Marcelo Quiroga, director del Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
El director del museo explicó que durante el Gobierno de Carlos Mesa (2003-2005) se realizó un referéndum vinculante, en el cual el 92,2% de la población optó por la nacionalización.
"Pero Mesa no pudo llevar adelante una nacionalización. Renunció y entró Eduardo Rodríguez Veltzé (2005-2006), quien de inmediato hizo lo correcto y llamó a elecciones", contó Quiroga.
Cuando asumió la presidencia Evo Morales (2006-2019) "como primera norma nacionalizó por tercera vez los hidrocarburos, el 1º de mayo de 2006", recordó el director.
La soberanía del pueblo boliviano sobre sus hidrocarburos estuvo amenazada luego del derrocamiento de Evo Morales. Como muestra, una de las masacres del Gobierno de Jeanine Áñez (2019-2020) fue perpetrada frente a la planta de combustibles de YPFB en el barrio alteño de Senkata.
"En 2019, luego del golpe de Estado, fueron paralizadas todas nuestras empresas petroleras. Muchas de ellas han sido desmontadas y no hemos cumplido acuerdos internacionales que teníamos con Argentina, Brasil y Paraguay. Ese parate que hemos sufrido ha traído un retroceso importante", explicó Quiroga.
La recuperación económica
El director del museo destacó que a partir de la presidencia de Luis Arce, Bolivia avanza en la reactivación de su economía, afectada por el Gobierno de facto de Áñez y por la pandemia de COVID-19, que afectó al país desde marzo de 2020.
El inicio del conflicto entre Ucrania y Rusia, con la participación de EEUU y sus aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), propició el aumento de precios de hidrocarburos y alimentos en todo el mundo.
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Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
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Para Quiroga, el contexto internacional en materia de hidrocarburos podría serle conveniente al Estado Plurinacional: "Pienso que sí podría sernos favorable, pero no como quisiéramos, porque preferiríamos que ningún país se enfrente con nadie".
Pero, repuso el director del museo, la situación internacional "sí podría ser una ventaja, ya que el precio de los fertilizantes también se ha disparado y Bolivia puede acaparar ese mercado con precios más bajos, mediante la producción de la planta de urea y amoníaco", construida por el Estado en Bulo Bulo, departamento de Cochabamba (centro).
El Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos cuenta con ocho salas, cada una relata un aspecto de la larga lucha de la población para que hoy no estén en manos de empresas privadas extranjeras.
Una de las salas refiere a la Guerra del Gas, de 2003, cuando el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003) envió a las Fuerzas Armadas a acribillar a la población de El Alto, asesinando a 68 personas y dejando más de 400 heridos, los cuales en gran parte quedaron incapacitados por heridas o amputaciones.
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Museo de la Nacionalización de los Hidrocarburos en El Alto, Bolivia
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El objetivo era que los hidrocarburos fueran enviados a EEUU a través de puertos de Chile, comentó Quiroga.
"Esta sala está ambientada para que sientas el clima de guerra, te sientas acorralado, como lo que ha sentido aquella vez todo el pueblo boliviano que ha luchado", explicó.
Otra sala es sobre la nacionalización, que "está ambientada de manera diferente. Tratamos de llegar a los jóvenes, que no conocen esta historia. Queremos recordarles que nunca más deberíamos perder el control de nuestros recursos naturales".
Hay una sala dedicada a contar cómo se avanza en la industrialización de los hidrocarburos, fundamentalmente a través de proyectos como el de la planta de urea de Bulo Bulo. En este espacio tienen dispositivos de realidad virtual para que las y los asistentes puedan sentir que están en este ámbito de Cochabamba.
Quiroga comentó que cuentan con un convenio con el Ministerio de Educación, para que las y los estudiantes de los últimos cursos visiten el museo "y puedan entender de mejor manera el contexto real de lo que ha pasado en nuestro país".
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Ganancias para las arcas de Bolivia
Otra sala habla sobre los resultados de la nacionalización, en la cual se da cuenta de lo realizado por el Estado con este recurso.
Antes de la nacionalización, el 82% de ingresos quedaban para las empresas explotadoras y el 18% para el Estado.
Actualmente, el 18% queda para las empresas y el 82% para las arcas de Bolivia. Resultado de esta política, desde 2006 hasta 2022 la renta petrolera fue 43.000 millones de dólares.
Quiroga indicó que el Gobierno nacional realiza tareas de exploración en los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y Chuquisaca, para contar con más pozos petrolíferos y así aumentar la exportación.
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