El conflicto y las sanciones a Rusia: 'shock' gasífero
El conflicto y las sanciones a Rusia: 'shock' gasífero
Sputnik Mundo
El conflicto armado y las sanciones contra Rusia alteraron el mercado global del petróleo y gas, y sin un cambio en la situación actual podrían desembocar en... 03.05.2022, Sputnik Mundo
Desde el inicio del conflicto, los precios del crudo europeo (Brent) superaron la barrera de los 140 dólares, mientras que el petróleo de referencia de EEUU (WTI) subió a 130 dólares por barril. Cifras únicamente comparables con las registradas durante la crisis económica de 2008.En 1973 y en 2008 hubo un shock petrolero que alteró el funcionamiento de la economía mundial en esos años y trajo consigo consecuencias negativas en los siguientes. En esta oportunidad, además del petrolero, se está desplegando un shock gasífero que está impactando especialmente en Europa.Lo preocupante de esta situación es la fragilidad del mercado global de petróleo y gas debido a los choques de oferta, los cuales hoy tienen el potencial de impulsar aumentos de precios desproporcionados.Esto ya está teniendo su impacto en Europa, en América Latina y el Caribe: más inflación, aumento de los costos financieros por el alza de la tasa de interés y mayor fragilidad socio-laboral.Antes del inicio del conflicto armado, el mercado de petróleo y gas ya se encontraba en una situación de desbalance como consecuencia de las restricciones del gasto en exploración y producción en occidente, las presiones para movilizar inversión hacia otras fuentes energéticas y el shock de demanda impuesto por la pandemia del COVID-19.Círculo vicioso de inflación más recesiónPara la consultora Bain & Company, este escenario podría ser el clavo en el ataúd de la inversión en energía térmica, pues la situación podría exacerbar los desincentivos de ese tipo de inversión.En este shock, los factores de una posible mitigación no son obvios y las economías deberían estar preparándose para un escenario muy probable del aumento de la inflación con caída del crecimiento.El gas de Rusia es clave en EuropaEuropa no podrá prescindir del gas de Rusia más de seis meses y luego su economía sentirá las consecuencias negativas del rechazo al combustible ruso, evaluó el jefe del departamento de ese continente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alfred Kammer. Según el representante del FMI, no existe una única forma de intervenir en esta situación. Una de ellas sería la búsqueda de fuentes alternativas de suministro, algo que ya comenzaron varios países pero con incierto resultado.Con la lógica del ajuste ortodoxo que hace caer la carga de la crisis en los sectores más débiles de la economía, Kammer recomendó que los hogares reduzcan el consumo de energía para "acumular gas de antemano", mitigando el efecto de la escasez en el futuro invierno.No hay reemplazo barato del gas de RusiaLa Unión Europea (UE) impuso restricciones que prohíben comprar, importar o transferir carbón y otros combustibles fósiles sólidos al bloque comunitario si se originan en o se exportan desde Rusia, a partir de agosto de 2022.Hasta ahora no se aplican limitaciones de la UE a las importaciones de petróleo y gas de Rusia, pero los políticos europeos ya hicieron llamamientos similares, mientras Estados Unidos ya impuso un embargo a los suministros energéticos rusos, a excepción del uranio. No obstante, Rusia afirma que podrá reorientar sus suministros a mercados alternativos, como el de los países de Asia. El viceprimer ministro ruso Alexandr Nóvak destacó que sin el gas y el petróleo ruso en el mundo tendría lugar un colapso y los precios del combustible serían imprevisibles.Por su parte, el representante de la Cancillería rusa Dmitri Birichevski considera que Europa depende mucho del gas y el crudo de Rusia, y en el mejor de los casos podría aliviar esa necesidad pero no suplantarla totalmente.Disminución del consumo¿Qué significa para las economías europeas el cese de las importaciones de gas ruso? La pregunta divide profundamente a los economistas. Casi todos están de acuerdo en que habría consecuencias negativas, pero ¿cuán malas? Las predicciones van desde una leve recesión hasta un desastre económico y un desempleo masivo.Los especialistas Karsten Neuhoff e Isabella Weber escribieron en el portal Proyect Syndicate ¿Puede Europa hacer frente a la escasez de gas que se avecina? El gas suministrado principalmente por gasoducto desde Rusia constituye el 40% de las necesidades de la UE. Si este suministro se interrumpiera, el consumo de gas de la UE tendría que reducirse significativamente.Neuhoff y Weber indican que, en principio, tres mecanismos pueden facilitar este consumo reducido: precios altos, programas gubernamentales y racionamiento obligatorio.El mecanismo de precios por sí solo no será suficiente para gestionar la escasez. Los precios del gas ya están en niveles récord en Europa y el ahorro de gas está lejos de ser suficiente. Más aumentos de precios exacerbarían la inflación y afectarían más a los pobres. El racionamiento obligatorio debería ser el último recurso, señalan.Para concluir que "si una interrupción dura varios meses, cerrar los sectores industriales intensivos en energía de la economía europea no es una opción viable. Podría tener graves efectos colaterales, incluido un mayor estrés en las cadenas de suministro mundiales, con implicaciones potencialmente de gran alcance para la inflación y el crecimiento".Revisión del crecimiento a la baja en EuropaLa mayoría de los países europeos quedaron en medio de una disputa en el frente energético que los tiene como principales víctimas en términos económicos. La recuperación pospandemia se ha interrumpido a partir del comienzo del conflicto armado y las sanciones a Rusia.Las más recientes perspectivas económicas regionales del Fondo Monetario Internacional disminuyeron los pronósticos de crecimiento para Europa.Para las economías avanzadas del continente, se han recortado las proyecciones de crecimiento en un punto porcentual, hasta el 3% en 2022, con respecto a las de enero.Para las economías emergentes, sin incluir Ucrania y Rusia, las proyecciones de crecimiento bajaron en 1,5 puntos porcentuales, hasta el 2,7%. Además varias de las mayores economías, como Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido, apenas podrían expandirse o, incluso, podrían contraerse durante dos trimestres consecutivos este año, según el FMI.En tanto, el pronóstico de inflación dice que se acelerará hasta el 5,5% en las economías avanzadas y hasta el 9,3% en las economías emergentes de Europa, sin incluir Rusia y Ucrania. Estos pronósticos son superiores en 2,2 y 3,5 puntos porcentuales, respectivamente, a los de enero pasado.El panorama para América Latina y el CaribeLas economías de la región enfrentan también una coyuntura compleja en el 2022 debido al conflicto armado. El menor crecimiento esperado se verá acompañado por una mayor inflación y una lenta recuperación del empleo.Según nuevas estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el actual contexto donde se ha agudizado los problemas inflacionarios, aumentado la volatilidad y los costos financieros, se prevé un crecimiento promedio de 1,8%.Las economías de América del Sur crecerían 1,5%, las de América Central más México un 2,3%, mientras que las del Caribe avanzarían 4,7% (excluyendo Guyana).Estas nuevas cifras fueron entregadas por el Secretario Ejecutivo Interino del organismo, Mario Cimoli, a los embajadores del Grupo de Países de América Latina y el Caribe (GRULAC, por sus siglas en inglés). Menor comercio e inflaciónDe acuerdo con la CEPAL, también se espera que la dinámica del comercio mundial se vea negativamente afectada, lo que provocaría una disminución de la demanda externa de América Latina y el Caribe.Los principales socios comerciales de la región —EEUU, China y la Unión Europea— verán tasas de crecimiento menores a las esperadas con anterioridad al conflicto. En el caso de EEUU, el crecimiento sería de un 2,8% (1,2 puntos porcentuales por debajo de lo proyectado previo al conflicto). Para China se proyecta un crecimiento de 5% (0,7 puntos porcentuales menos) y para la UE se espera un crecimiento del 2,8% (1,4 puntos porcentuales menos de lo esperado antes del conflicto).Los aumentos de precios en los productos básicos (commodities), principalmente de los hidrocarburos, algunos metales, alimentos y fertilizantes se suma a las alzas de costos por disrupciones en las cadenas de suministros y a la exacerbación de las interrupciones del transporte marítimo.Estas alzas han redundado en un impulso de la inflación a nivel mundial, que en algunos países ha alcanzado máximos históricos en 2022.
El conflicto armado y las sanciones contra Rusia alteraron el mercado global del petróleo y gas, y sin un cambio en la situación actual podrían desembocar en un nuevo 'shock' de oferta que se hará sentir en la economía global.
Desde el inicio del conflicto, los precios del crudo europeo (Brent) superaron la barrera de los 140 dólares, mientras que el petróleo de referencia de EEUU (WTI) subió a 130 dólares por barril. Cifras únicamente comparables con las registradas durante la crisis económica de 2008.
En 1973 y en 2008 hubo un shock petrolero que alteró el funcionamiento de la economía mundial en esos años y trajo consigo consecuencias negativas en los siguientes. En esta oportunidad, además del petrolero, se está desplegando un shock gasífero que está impactando especialmente en Europa.
Lo preocupante de esta situación es la fragilidad del mercado global de petróleo y gas debido a los choques de oferta, los cuales hoy tienen el potencial de impulsar aumentos de precios desproporcionados.
Esto ya está teniendo su impacto en Europa, en América Latina y el Caribe: más inflación, aumento de los costos financieros por el alza de la tasa de interés y mayor fragilidad socio-laboral.
Antes del inicio del conflicto armado, el mercado de petróleo y gas ya se encontraba en una situación de desbalance como consecuencia de las restricciones del gasto en exploración y producción en occidente, las presiones para movilizar inversión hacia otras fuentes energéticas y el shock de demanda impuesto por la pandemia del COVID-19.
Círculo vicioso de inflación más recesión
Para la consultora Bain & Company, este escenario podría ser el clavo en el ataúd de la inversión en energía térmica, pues la situación podría exacerbar los desincentivos de ese tipo de inversión.
El informe explica que "se trata de un escenario preocupante, pues sin cambios en la situación actual podría conducir al surgimiento de un ciclo de retroalimentación entre la macroeconomía y la industria, derivando en una recesión inducida por la inflación en el corto plazo".
En este shock, los factores de una posible mitigación no son obvios y las economías deberían estar preparándose para un escenario muy probable del aumento de la inflación con caída del crecimiento.
Europa no podrá prescindir del gas de Rusia más de seis meses y luego su economía sentirá las consecuencias negativas del rechazo al combustible ruso, evaluó el jefe del departamento de ese continente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alfred Kammer.
"Durante los próximos seis meses, Europa puede vivir con una renuncia al gas ruso. Pero si el cierre se prolongara hasta el invierno boreal o incluso por un período mayor, eso tendría consecuencias negativas considerables para la economía", sostuvo Kammer.
Según el representante del FMI, no existe una única forma de intervenir en esta situación. Una de ellas sería la búsqueda de fuentes alternativas de suministro, algo que ya comenzaron varios países pero con incierto resultado.
Con la lógica del ajuste ortodoxo que hace caer la carga de la crisis en los sectores más débiles de la economía, Kammer recomendó que los hogares reduzcan el consumo de energía para "acumular gas de antemano", mitigando el efecto de la escasez en el futuro invierno.
No hay reemplazo barato del gas de Rusia
La Unión Europea (UE) impuso restricciones que prohíben comprar, importar o transferir carbón y otros combustibles fósiles sólidos al bloque comunitario si se originan en o se exportan desde Rusia, a partir de agosto de 2022.
Hasta ahora no se aplican limitaciones de la UE a las importaciones de petróleo y gas de Rusia, pero los políticos europeos ya hicieron llamamientos similares, mientras Estados Unidos ya impuso un embargo a los suministros energéticos rusos, a excepción del uranio.
No obstante, Rusia afirma que podrá reorientar sus suministros a mercados alternativos, como el de los países de Asia. El viceprimer ministro ruso Alexandr Nóvak destacó que sin el gas y el petróleo ruso en el mundo tendría lugar un colapso y los precios del combustible serían imprevisibles.
Por su parte, el representante de la Cancillería rusa Dmitri Birichevski considera que Europa depende mucho del gas y el crudo de Rusia, y en el mejor de los casos podría aliviar esa necesidad pero no suplantarla totalmente.
Disminución del consumo
¿Qué significa para las economías europeas el cese de las importaciones de gas ruso? La pregunta divide profundamente a los economistas. Casi todos están de acuerdo en que habría consecuencias negativas, pero ¿cuán malas? Las predicciones van desde una leve recesión hasta un desastre económico y un desempleo masivo.
Los especialistas Karsten Neuhoff e Isabella Weber escribieron en el portal Proyect Syndicate¿Puede Europa hacer frente a la escasez de gas que se avecina?
El gas suministrado principalmente por gasoducto desde Rusia constituye el 40% de las necesidades de la UE. Si este suministro se interrumpiera, el consumo de gas de la UE tendría que reducirse significativamente.
Neuhoff y Weber indican que, en principio, tres mecanismos pueden facilitar este consumo reducido: precios altos, programas gubernamentales y racionamiento obligatorio.
El mecanismo de precios por sí solo no será suficiente para gestionar la escasez. Los precios del gas ya están en niveles récord en Europa y el ahorro de gas está lejos de ser suficiente. Más aumentos de precios exacerbarían la inflación y afectarían más a los pobres. El racionamiento obligatorio debería ser el último recurso, señalan.
Para concluir que "si una interrupción dura varios meses, cerrar los sectores industriales intensivos en energía de la economía europea no es una opción viable. Podría tener graves efectos colaterales, incluido un mayor estrés en las cadenas de suministro mundiales, con implicaciones potencialmente de gran alcance para la inflación y el crecimiento".
Revisión del crecimiento a la baja en Europa
La mayoría de los países europeos quedaron en medio de una disputa en el frente energético que los tiene como principales víctimas en términos económicos. La recuperación pospandemia se ha interrumpido a partir del comienzo del conflicto armado y las sanciones a Rusia.
Las más recientes perspectivas económicas regionales del Fondo Monetario Internacional disminuyeron los pronósticos de crecimiento para Europa.
Para las economías avanzadas del continente, se han recortado las proyecciones de crecimiento en un punto porcentual, hasta el 3% en 2022, con respecto a las de enero.
Para las economías emergentes, sin incluir Ucrania y Rusia, las proyecciones de crecimiento bajaron en 1,5 puntos porcentuales, hasta el 2,7%. Además varias de las mayores economías, como Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido, apenas podrían expandirse o, incluso, podrían contraerse durante dos trimestres consecutivos este año, según el FMI.
En tanto, el pronóstico de inflación dice que se acelerará hasta el 5,5% en las economías avanzadas y hasta el 9,3% en las economías emergentes de Europa, sin incluir Rusia y Ucrania. Estos pronósticos son superiores en 2,2 y 3,5 puntos porcentuales, respectivamente, a los de enero pasado.
El panorama para América Latina y el Caribe
Las economías de la región enfrentan también una coyuntura compleja en el 2022 debido al conflicto armado. El menor crecimiento esperado se verá acompañado por una mayor inflación y una lenta recuperación del empleo.
Según nuevas estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el actual contexto donde se ha agudizado los problemas inflacionarios, aumentado la volatilidad y los costos financieros, se prevé un crecimiento promedio de 1,8%.
Las economías de América del Sur crecerían 1,5%, las de América Central más México un 2,3%, mientras que las del Caribe avanzarían 4,7% (excluyendo Guyana).
Estas nuevas cifras fueron entregadas por el Secretario Ejecutivo Interino del organismo, Mario Cimoli, a los embajadores del Grupo de Países de América Latina y el Caribe (GRULAC, por sus siglas en inglés).
Menor comercio e inflación
De acuerdo con la CEPAL, también se espera que la dinámica del comercio mundial se vea negativamente afectada, lo que provocaría una disminución de la demanda externa de América Latina y el Caribe.
Los principales socios comerciales de la región —EEUU, China y la Unión Europea— verán tasas de crecimiento menores a las esperadas con anterioridad al conflicto. En el caso de EEUU, el crecimiento sería de un 2,8% (1,2 puntos porcentuales por debajo de lo proyectado previo al conflicto). Para China se proyecta un crecimiento de 5% (0,7 puntos porcentuales menos) y para la UE se espera un crecimiento del 2,8% (1,4 puntos porcentuales menos de lo esperado antes del conflicto).
Los aumentos de precios en los productos básicos (commodities), principalmente de los hidrocarburos, algunos metales, alimentos y fertilizantes se suma a las alzas de costos por disrupciones en las cadenas de suministros y a la exacerbación de las interrupciones del transporte marítimo.
Estas alzas han redundado en un impulso de la inflación a nivel mundial, que en algunos países ha alcanzado máximos históricos en 2022.
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