MOSCÚ (Sputnik) — La cruzada contra Rusia hace rato que entró al mundo del deporte, y el Abierto de Tenis de Inglaterra se sumó con la prohibición a los... 22.04.2022, Sputnik Mundo
El conflicto en Ucrania ha desatado miles de sanciones contra Moscú y todo lo que huela a ruso en el mundo. Clubes rusos quedaron automáticamente fuera de las competiciones europeas de fútbol y baloncesto, San Petersburgo perdió la sede de la final de la Champions, y los deportistas del país euroasiático se vieron impedidos de participar en muchas competiciones.El tenis se mantuvo al margen, pero los organizadores del tercer gran slam del año, que se juega en las pistas de césped del All England Club, en Londres, dijeron no a rusos y bielorrusos. La decisión dejó ronchas entre los participantes, sobre todo en el serbio Djokovic, quien abogó porque se les permita participar a los jugadores de esos países.La locura de WimbledonEn recientes declaraciones al canal de televisión France 24, Nole fue claro: "Siempre condenaré la guerra porque soy niño de la guerra y sé cuántas traumas emocionales puede causar. En Serbia todos recordamos lo que ocurrió en 1999. No obstante, no puedo apoyar la decisión de los organizadores de Wimbledon porque es una locura".También advirtió que cuando la política interfiere en el deporte los resultados no suelen ser los mejores, en tanto recordó que puede apartarse de Roland Garros (el segundo grand slam del año) y de Wimbledon, este último previsto del 27 de junio al 10 de julio próximos, por el tema de las vacunas, una situación que le costó a principios de año ser expulsado de Melbourne, donde iba a defender su condición de campeón del Abierto de Australia.Hasta ahora, salvo con el veto a los deportistas sudafricanos, cuando los tiempos del Apartheid, jamás se prohibió la participación de deportistas de ningún país en lides internacionales, en un mundo que siempre ha estado en guerra, ya sea en un continente o en otro.Djokovic solo dice lo que muchos piensan pero pocos se atreven a decir, y lo hace desde su condición de número uno del mundo y de ser uno de los tres más grandes jugadores de la historia del tenis, junto al español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, todos con 20 títulos de grand slam o más y los únicos con más de 14.Los principales damnificadosLa decisión de los organizadores de Wimbledon perjudica a varios jugadores rusos, entre ellos al número dos del mundo y ahora lesionado Daniil Médvedev (8.230 puntos), y a su compatriota Andrey Rublev, octavo del ranking con 3.865 unidades. Incluso a Karen Khachanov, vigésimosexto con 1.566.Entre las mujeres, las bielorrusas Aryna Sabalenka, cuarta del mundo con 4.711, y Victoria Azarenka, decimoctava con 2.281, y la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, decimoquinta con 2.473, serían las más perjudicadas, pero en el organigrama hay muchas otras jugadoras de estos dos países, aunque no con tanto favoritismo para levantar el trofeo como las mencionadas con anterioridad.Medvedev admitió a principios de abril, poco después de caer eliminado en el Master 1.000 de Miami, Estados Unidos, que padecía de una hernia desde hacía algún tiempo y que se alejaría del circuito por un tiempo para resolver lo de su lesión. En ese momento no se planteó fecha de regreso, pero en su cabeza estuvo siempre regresar para Roland Garros, aunque no es la arcilla su superficie preferida.El número dos del mundo evitó hablar de la guerra antes de su debut en Miami y solo dijo que "es muy duro en la vida hablar de lo que es justo y lo que no. Yo tengo mis propias opiniones y las hablo con mi familia, con mi esposa, con quien puedo discutir aunque no estemos de acuerdo y no ocurre nada".Los tenistas tienen permitido participar en torneos internacionales pero no pueden hacerlo por sus países.
MOSCÚ (Sputnik) — La cruzada contra Rusia hace rato que entró al mundo del deporte, y el Abierto de Tenis de Inglaterra se sumó con la prohibición a los jugadores rusos y bielorrusos. Entonces apareció el controvertido Novak Djokovic, número uno del mundo, y dice lo que muchos piensan y casi nadie dice.
El conflicto en Ucrania ha desatado miles de sanciones contra Moscú y todo lo que huela a ruso en el mundo. Clubes rusos quedaron automáticamente fuera de las competiciones europeas de fútbol y baloncesto, San Petersburgo perdió la sede de la final de la Champions, y los deportistas del país euroasiático se vieron impedidos de participar en muchas competiciones.
El tenis se mantuvo al margen, pero los organizadores del tercer gran slam del año, que se juega en las pistas de césped del All England Club, en Londres, dijeron no a rusos y bielorrusos. La decisión dejó ronchas entre los participantes, sobre todo en el serbio Djokovic, quien abogó porque se les permita participar a los jugadores de esos países.
La locura de Wimbledon
En recientes declaraciones al canal de televisión France 24, Nole fue claro: "Siempre condenaré la guerra porque soy niño de la guerra y sé cuántas traumas emocionales puede causar. En Serbia todos recordamos lo que ocurrió en 1999. No obstante, no puedo apoyar la decisión de los organizadores de Wimbledon porque es una locura".
También advirtió que cuando la política interfiere en el deporte los resultados no suelen ser los mejores, en tanto recordó que puede apartarse de Roland Garros (el segundo grand slam del año) y de Wimbledon, este último previsto del 27 de junio al 10 de julio próximos, por el tema de las vacunas, una situación que le costó a principios de año ser expulsado de Melbourne, donde iba a defender su condición de campeón del Abierto de Australia.
Hasta ahora, salvo con el veto a los deportistas sudafricanos, cuando los tiempos del Apartheid, jamás se prohibió la participación de deportistas de ningún país en lides internacionales, en un mundo que siempre ha estado en guerra, ya sea en un continente o en otro.
Djokovic solo dice lo que muchos piensan pero pocos se atreven a decir, y lo hace desde su condición de número uno del mundo y de ser uno de los tres más grandes jugadores de la historia del tenis, junto al español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, todos con 20 títulos de grand slam o más y los únicos con más de 14.
Los principales damnificados
La decisión de los organizadores de Wimbledon perjudica a varios jugadores rusos, entre ellos al número dos del mundo y ahora lesionado Daniil Médvedev (8.230 puntos), y a su compatriota Andrey Rublev, octavo del ranking con 3.865 unidades. Incluso a Karen Khachanov, vigésimosexto con 1.566.
Entre las mujeres, las bielorrusas Aryna Sabalenka, cuarta del mundo con 4.711, y Victoria Azarenka, decimoctava con 2.281, y la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, decimoquinta con 2.473, serían las más perjudicadas, pero en el organigrama hay muchas otras jugadoras de estos dos países, aunque no con tanto favoritismo para levantar el trofeo como las mencionadas con anterioridad.
Medvedev admitió a principios de abril, poco después de caer eliminado en el Master 1.000 de Miami, Estados Unidos, que padecía de una hernia desde hacía algún tiempo y que se alejaría del circuito por un tiempo para resolver lo de su lesión. En ese momento no se planteó fecha de regreso, pero en su cabeza estuvo siempre regresar para Roland Garros, aunque no es la arcilla su superficie preferida.
El número dos del mundo evitó hablar de la guerra antes de su debut en Miami y solo dijo que "es muy duro en la vida hablar de lo que es justo y lo que no. Yo tengo mis propias opiniones y las hablo con mi familia, con mi esposa, con quien puedo discutir aunque no estemos de acuerdo y no ocurre nada".
Los tenistas tienen permitido participar en torneos internacionales pero no pueden hacerlo por sus países.
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