España urge a mejorar su interconexión energética con el resto de Europa
© Foto : PIxabay / Ratfink1973Gas natural (imagen referencial)
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MOSCÚ (Sputnik) — España concentra seis de las 20 plantas regasificadoras repartidas por toda la Unión Europea, lo que le convierte en el país con más capacidad para asimilar la llegada de barcos cargados con Gas Natural Licuado (GNL), si el club comunitario decide dejar de lado el suministro proveniente de Rusia a través de gaseoductos.
Sin embargo, la península ibérica carece de interconexiones que permitan transportar de forma eficiente ese gas al resto del continente. Esta carencia de infraestructuras puede tirar por tierra los planes de España para convertirse en un 'hub' gasístico, lo que ha llevado a Madrid a aumentar la presión diplomática sobre Bruselas para no dejar escapar la oportunidad.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, reveló el 16 de marzo, en una carta a varios eurodiputados españoles, que España está redoblando esfuerzos no solo para construir esas infraestructuras, sino para que estas sean pagadas directamente por la UE.
"Esa infraestructura debe estar financiada como proyecto de interés europeo, teniendo en cuenta que su función principal sería coadyuvar a la seguridad de suministro de nuestros vecinos del centro y norte de Europa", afirma la vicepresidenta española.
¿Resucitar el MidCat?
En esa carta —revelada por el diario La Vanguardia— Teresa Ribera afirma que la capacidad regasificadora de España "contribuirá en el corto plazo a disminuir la dependencia de la UE respecto al gas importado de Rusia", pero advierte que para ello antes se debe asegurar la interconexión con Francia.
Aunque no lo menciona, esta afirmación resucita el fantasma del MidCat, un proyecto lanzado en 2010 que pretendía unir España y Francia cruzando los Pirineos a través de un gasoducto de 235 kilómetros. Su construcción facilitaría la distribución por Europa del GNL regasificado en las plantas españolas, pero también del gas que España importa por gasoductos desde Argelia.
En su momento, empujada por el fuerte rechazo de los movimientos ecologistas y por las dudas sobre su rentabilidad, Francia renunció al proyecto, y ahora no parece que la posición de París haya cambiado. Según revela El Periódico de España, la Comisión de Regulación de la Energía de Francia no es favorable a resucitar el MidCat en el contexto de la crisis energética actual porque "sería imposible prever su puesta en marcha antes de 2030".
En un coloquio celebrado a principios de semana, la vicepresidenta Ribera lamentó que "Francia es un país con el que nos cuesta mucho avanzar en interconexiones" porque todos los esfuerzos "quedan de Pirineos para abajo".
Por ello, la intención de España —según explica Ribera en su carta— es dar al proyecto una razón de ser que mire más allá de la crisis generada por la situación en Ucrania, intentando que cualquier plan de interconexión con Francia incluya mecanismos para transportar energías renovables en el futuro y así "asegurar su viabilidad comercial a lo largo del tiempo".
Sánchez busca apoyos
Pese a las resistencias francesas, la apuesta española es clara. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentra realizando una gira por distintos países europeos que tiene como primer objetivo promover una reforma del mercado eléctrico, pero que también pretende recabar apoyos para impulsar la interconexión energética de la península ibérica.
"Es evidente que España y la península ibérica pueden contribuir de una manera mucho más decisiva con sus capacidades de regasificación conjunto del mercado energético, y por ello es fundamental que se pueda, de una vez por todas, interconectar toda esa capacidad con el mercado europeo", dijo Sánchez el 16 de marzo en una comparecencia de prensa desde Bratislava tras reunirse con su homólogo eslovaco, Eduard Heger.
El trabajo de Sánchez parece estar empezando a dar sus frutos. Tras su visita a Eslovaquia, Sánchez se desplazó este 17 de marzo a Bucarest para reunirse con su homólogo rumano, el presidente Klaus Iohannis, que manifestó su apoyo a "diversificar el aprovisionamiento de gas natural con fuentes múltiples", para lo que cree necesario "desarrollar las infraestructuras de transporte energético y garantizar la interconectividad entre los Estados miembros".
Por el momento la gira europea de Sánchez no incluye una reunión con su homólogo francés, Emmanuel Macron, pero sí con los responsables de Portugal, Grecia, Italia, Alemania e Irlanda, a los que el mandatario español tratará de arrancar nuevos apoyos a su propuesta, que, de materializarse, puede reposicionar a España como un actor clave para el suministro energético de Europa.
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