La Patagonia muestra el mayor ajuste glacial jamás registrado
© RoscosmosGlaciares de la Patagonia
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Los campos de hielo de la Patagonia se encuentran entre los glaciares que más rápido se han derretido en el planeta. Un nuevo estudio científico ha demostrado que la tierra que una vez estuvo debajo de ellos está rebotando a un ritmo mucho más rápido de lo esperado.
Un equipo científico ha averiguado que una brecha en las placas tectónicas que comenzó a formarse hace unos 18 millones de años debajo de los campos de hielo, que ahora se están reduciendo, es la que probablemente impulsa el reciente y rápido levantamiento de rocas observado en la Patagonia, que abarca zonas remotas y escasamente pobladas que cuentan con pocos estudios sísmicos.
"Las variaciones en el tamaño de los glaciares, a medida que crecen y se reducen, combinadas con la estructura del manto que hemos observado en este estudio, están impulsando un levantamiento rápido y espacialmente variable en esta región", señaló Hannah Mark, la geofísica del Instituto Oceanográfico Woods Hole que dirigió el estudio.
Explicó que cuando los glaciares se derriten, la tierra que una vez estuvo debajo de ellos rebota y se eleva, ya sin el peso colosal de las capas de hielo de varios kilómetros de espesor. Este levantamiento, llamado ajuste isostático glacial, suele producirse a lo largo de miles de años, no en décadas, como parece estar ocurriendo en la Patagonia.
Junto con el agua derretida que brota de los glaciares, afecta al aumento del nivel del mar en los futuros escenarios de calentamiento climático que los científicos están calculando. Además, se ha evidenciado un rápido levantamiento de más de 4 centímetros por año en los adelgazados campos de hielo del norte y el sur de la Patagonia, que son solo una fracción de su tamaño anterior.
Aunque el aumento de la longitud puede no parecer mucho, es un cambio extremo, inusual y repentino a escala continental, y el mayor ajuste glacial actual jamás registrado, según el estudio publicado en Geophysical Research Letters donde se registraron datos sísmicos alrededor de los campos de hielo patagónicos que se extienden a lo largo de la cordillera de los Andes en el sur de Chile y Argentina, para trazar un mapa de lo que estaba ocurriendo bajo la superficie.
La recolección de datos se prolongó 10 meses. Estas mediciones, combinadas con otros datos sísmicos procedentes de estaciones de vigilancia locales, revelaron cómo una brecha en la placa tectónica descendente de casi 100 kilómetros bajo la Patagonia ha permitido que el material del manto, más caliente y menos viscoso, fluya por debajo del continente.
"Las bajas viscosidades significan que el manto responde a la desglaciación en la escala de tiempo de decenas de años, en lugar de miles de años, como observamos en Canadá, por ejemplo. Esto explica por qué el GPS ha medido un gran levantamiento debido a la pérdida de masa de hielo [en la Patagonia]", detalló el sismólogo Douglas Wiens, de la Universidad de Washington en San Luis.
Además, los científicos detectaron que alrededor y dentro de la abertura tectónica, existe una velocidad sísmica muy lenta, alrededor de un 8% más lenta que la normal a nivel mundial. Esta anomalía indica que las temperaturas más cálidas del manto probablemente erosionaron térmicamente la litosfera suprayacente, que se está reduciendo por debajo de los campos de hielo.
Los investigadores también descubrieron que las partes más calientes y menos viscosas del manto se encontraban cerca de la brecha, debajo de la parte de los campos de hielo de la Patagonia que se había abierto más recientemente.
"Esto nos sugiere que tal vez la dinámica del manto asociada a la ventana de la losa... se ha intensificado con el tiempo, o que la placa continental del sur comenzó siendo más gruesa y fría, por lo que se vio menos afectada por la ventana de la losa que la parte de la placa más al norte", explica Hannah Mark.
Por muy remota que sea la Patagonia, los científicos advirtieron que estos cambios glaciares y tectónicos se dejarán sentir en todo el mundo, ya que el rápido deshielo de los glaciares contribuye a la subida del nivel del mar en todo el mundo.
"Entender la evolución de estos glaciares nos ayuda a comprender cómo pueden ser los glaciares de Groenlandia y la Antártida en el futuro en un clima mucho más cálido", concluyó el glaciólogo Eric Rignot del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.