El primer ministro de Australia, Scott Morrison, anunció una serie de sanciones adicionales contra Rusia, por lo que calificó como "agresión injustificada" a Ucrania.
"Aplicaremos sanciones financieras a otras 25 personas y cuatro entidades que han sido responsables de la agresión inaceptable y no provocada. Impondremos restricciones sobre las inversiones australianas en otras cuatro instituciones financieras", declaró Morrison, citado por su oficina de prensa.
El primer ministro resaltó que "no hay justificación para esta agresión cuyo costo recaerá en ucranianos inocentes", y acusó al presidente ruso, Vladímir Putin, de haber "fabricado un débil pretexto para la invasión".
"Hacemos un llamado a Rusia para que cese sus acciones ilegales y no provocadas, y para que deje de violar la independencia de Ucrania. Rusia debe revertir su violación del derecho internacional y de la Carta de la ONU, y retirar sus militares de Ucrania", declaró.
Con respecto a las sanciones, Morrison dijo al canal de televisión SBS que Canberra podría extenderlas a 300 miembros del parlamento ruso, previsiblemente aquellos que habían votado a favor de un llamamiento al presidente Putin para que reconociera la soberanía de las repúblicas de Donbás.