Fallos sistémicos en la "persecución política" de Assange
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LONDRES (Sputnik) — El procedimiento contra Julian Assange es una "persecución política" que ha desvelado graves "fallos sistémicos" y la hipocresía de Occidente, según denunció Nils Melzer, relator especial de la ONU en Tortura y malos tratos.
"Evidencia fallos sistémicos que suponen una amenaza no solo para los derechos humanos de Julian Assange, sino de todos nosotros y de la libertad de prensa", señaló el abogado y académico suizo en un encuentro con miembros de la Asociación de Periodistas Extranjeros en Londres (FPA, en sus siglas en inglés).
Melzer presentó, en un evento telemático, su libro The Trial of Julian Assange: A Story of Persecution [El juicio de Julian Assange: la historia de una persecución], en el que expone los "hechos" del proceso, rebusca entre las pruebas evidenciales y extrae conclusiones tras dos años de investigación del caso.
Sin justificación legal
"No he descubierto ninguna evidencia que justifique esta persecución", señaló antes de subrayar que persiste una "falta en el sistema" de consecuencias extremas para la sociedad.
La revisión del proceso llevó al especialista en Derechos Humanos a concluir que las "llamadas democracias maduras de Occidente están ignorando el imperio de la ley y socavando derechos constitucionales fundamentales".
EEUU reclama al Reino Unido la entrega del fundador de WikiLeaks para juzgarle por 17 presuntos delitos bajo la ley espionaje, de 1917, y uno de intromisión informática, que se penalizan con hasta 175 años en prisión.
Las imputaciones se derivan de la obtención y publicación de informes confidenciales sobre Irak, Afganistán y Guantánamo, entre otros, que desvelan aparentes crímenes de guerra y otros abusos de oficiales y agentes estadounidenses.
Impunidad oficial
"No podemos consentir que la disidencia legítima y las revelaciones de crímenes graves resulten en impunidad para los funcionarios y cadena perpetua para testigos, filtradores y periodistas", dijo, recordando que no se ha procesado a ningún presunto autor de atrocidades mortales destapadas por WikiLeaks.
20 de enero 2022, 14:31 GMT
El relator de la ONU denunció en informes oficiales la "tortura psicológica" a que está sometido el editor y periodista australiano desde hace más de una década y, en particular, desde que se refugió en la embajada de Ecuador en Londres, en junio de 2012.
Acepta y comparte la justificación de Assange de que "no fueron las alegaciones de mala conducta sexual, sino la negativa de las autoridades suecas a garantizar" que no sería extraditado a EEUU, lo que le llevó a ignorar la sentencia judicial de su deportación a Estocolmo y pedir asilo al Gobierno de Rafael Correa.
"Suecia nunca obtuvo suficientes pruebas para imputar a Assange, y menos aún para condenarle de ningún delito", escribe sobre las alegaciones de abuso sexual de dos amistades suecas que hundieron la reputación y contribuyeron a una "falsa narrativa de desprestigio" del director de la pionera plataforma de información primaria.
Censura y disuasión
Melzer reprocha la indiferencia y falta de cooperación de los gobiernos directamente involucrados —Reino Unido, Estados Unidos, Suecia y Ecuador— y denuncia el "esfuerzo concertado" para hacer de Assange un "ejemplo de disuasión de otros periodistas".
"El maltrato público de Assange sirve para intimidar y disuadir a otros editores, periodistas y filtradores que puedan verse tentados a seguir su ejemplo… Le castigan arbitrariamente por haber aireado los secretos sucios de los poderosos", denuncia en el libro.
El también profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Glasgow reitera que estamos ante un "caso político" que precisa "una solución política".
En este punto, lamenta la "hipocresía" de Reino Unido, Alemania y otras democracias liberales, que guardan silencio sobre Assange pero defienden a disidentes políticos, como Alexei Navalni, que está encarcelado en Rusia.
"Los mismos gobiernos no tienen problemas para manifestarse públicamente en apoyo de Navalni y pedir sanciones a fin de proteger sus derechos humanos. Encomio que lo hagan, pero también han de hacerse oír en defensa de Assange. Ahí se ve la hipocresía y, lamentablemente, la realidad de la política", denunció en el acto de la FPA.
Muro de silencio
En la misma esfera engloba a los medios generalistas europeos y estadounidenses que, según argumentó, se escudan detrás de un "muro de silencio" contra este "caso intocable" del expatrón de WikiLeaks.
"No es un caso intocable. Se resolvería en diez días, si las grandes organizaciones mediáticas aunaran fuerzas", insta.
Melzer se describe como "defensor del imperio de la ley", que decidió publicar sus memorias y reflexiones ante la letanía de abuso procesal, violaciones legales del caso y desidia de los gobiernos más afectados.
Su mandato como inspector de la ONU en tortura le permitió entrevistar y analizar a Assange en la celda 17 de Belmarsh, donde fue recluido inicialmente, pero no le libró del "hostigamiento suave" de las autoridades británicas.