Vivir sin créditos, uno de los retos que la crisis impuso a los venezolanos
19:40 GMT 29.12.2021 (actualizado: 15:58 GMT 09.04.2022)
CC0 / frankieleon / won't hurt you no moreUna tarjeta de crédito cortada (imagen referencial)
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CARACAS (Sputnik) — En medio de una fuerte crisis económica y con un salario que incluso en dólares se devalúa, los venezolanos están obligados a manejar sus finanzas sin opciones de crédito en la banca nacional, que desaparecieron a finales de 2018.
"Para mí ha sido un gran reto, una enorme dificultad. En los últimos meses antes de que desaparecieran las tarjetas de crédito o los créditos personales, compraba con eso ropa, incluso alimentos, y los iba pagando poco a poco. Yo con mi trabajo de años como contadora había creado un récord crediticio importante, que ahora no alcanzaría ni para un caramelo. Eso me ha afectado mucho", dijo a esSputnik Omaira Frías, quien poseía una Master Card Platinum.
Para la eliminación de tarjetas de crédito los bancos no dieron muchas explicaciones, solo dejaron de incrementar los límites y en pocos meses, con la hiperinflación, las tarjetas quedaron inutilizables, y los proveedores de servicios eliminaron la opción de domiciliar los pagos a través de estos productos.
"Yo recuerdo que ahí tenía afiliado el pago de la televisión por cable, también mi teléfono. Pagaba algún electrodoméstico, e ir cumpliendo con los pagos al banco era positivo, porque luego uno podía pedir un crédito mayor, para comprar un carro [automóvil] o cosas así. Ahora es frustrante no contar con nada de eso", comentó a Sputnik Carlos Urbina, ingeniero de 29 años.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Venezuela cerró el 2018 con una hiperinflación superior al 1.000.000%.
Bicicleta financiera
Algunos actores aprovecharon la hiperinflación para hacer negocios y generar ganancias sin mover un dedo, lo que llevó a la desaparición de los créditos, explicó a la Agencia Sputnik el economista Tony Boza, conductor del programa Boza con Valdez, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión.
"Efectivamente [el crédito] está ausente y esto es un problema que tiene que resolverse. Sin embargo, el origen de la restricción de los créditos tiene que ver con lo que llaman la bicicleta financiera. El gran negocio en los últimos años han sido las transacciones con dólares baratos del Estado", expuso.
Boza señaló que algunos usuarios de la banca pública y privada solicitaban créditos en bolívares (moneda local) y compraban dólares e iban pagando los financiamientos en la moneda local devaluada cambiándola de los dólares que habían comprado, lo que les dejaba una sustancial ganancia.
"Aprovechaban la devaluación de la moneda local para pagar el crédito convirtiendo en dólares en el momento de la captación y luego cuando iban pagando los intereses, las cuotas y el principal, simplemente convirtiendo dólares en bolívares, terminaban teniendo una sustancial ganancia sin hacer ninguna operación comercial, por eso los créditos se restringieron en nuestro país", añadió.
Boza explicó esto con relación a todos los créditos tanto personales como comerciales, y sostuvo que la situación con las tarjetas de crédito es similar.
"Hay restricción crediticia porque el propio Estado creó los mecanismos de reducción de los créditos a través de la ampliación del anclaje legal, y todos los nuevos depósitos que se dan a la banca comercial han llegado a tener un encaje con el Banco Central de hasta el 100%, de tal manera que eso restringe directamente la posibilidad de usar el crédito bancario", afirmó.
Sin retorno en la mira
El economista e investigador del Observatorio Venezolano de la Realidad Económica, Ingerson Freites, destacó que esta situación es una consecuencia de la hiperinflación, y consideró que lo preocupante no es solo que hayan desaparecido los créditos personales, sino que no exista señales de su reactivación.
"Lo preocupante no es solo que desapareciera estos créditos, sino que el actual ente regulador no emite señales para la reactivación o para buscar estímulos para que de una u otra manera pueda volver el crédito", expresó.
El 21 de octubre de 2019, el Banco Central decidió que los créditos comerciales podrían plegarse con la fluctuación del dólar, abriendo una ventana para las pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo, esto aún no está autorizado para aplicarse para los créditos personales, tarjetas de crédito o financiamientos para compra de viviendas o vehículos.
Además, Boza alertó que detrás de los créditos a los comercios está surgiendo un fenómeno peligroso, que es que la mayoría de los beneficiados con esta medida están adquiriendo bienes acabados en el extranjero que están invadiendo el mercado nacional, afectando a los productores locales.
El experto explicó que esto sucede porque existe una "sobrevaloración del bolívar", que es lo que lleva a que lo que una persona compra en dólares en Venezuela cuesta tres veces más que en el exterior.
Mientras, el dólar sigue circulando en Venezuela como una moneda paralela, y la población carece de opciones de créditos en divisas y en bolívares, lo que restringe la capacidad de consumo y las opciones de la población para realizar pagos de bienes y servicios.