"Carabineros de Chile asesinaron a Margarita, María Paz e Isidro": el caso Mamiña, 35 años después
00:41 GMT 15.12.2021 (actualizado: 18:13 GMT 15.12.2021)
© Sputnik / Carolina TrejoEl caso Mamiña y la entrega de los restos tras 35 años de su asesinato
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A más de 35 años desde su ejecución y nueve de su segunda exhumación fueron entregados a sus familiares los restos de tres víctimas de violaciones de derechos humanos. Se trata del caso Mamiña, uno de los más emblemáticos acontecidos durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Durante la mañana del sábado 11 de diciembre fueron entregados los restos mortales de Margarita Martín Martínez, María Paz Martín Martínez e Isidro Salinas Martín, quienes habrían sido asesinados entre la noche del 30 junio y la madrugada del 1 de julio de 1986 por Carabineros, la policía militarizada chilena.
A más de tres décadas y media del crimen, el cual fue encubierto como un suicidio por sus perpetradores y archivado por años por la Justicia, el Servicio Médico Legal de Chile (SML) ratificó la causa de la muerte de las tres víctimas.
"Los mataron, Carabineros de Chile asesinaron a Margarita, Maria Paz y a Isidro. Y vamos a seguir firmes buscando la justicia que hemos estado pidiendo por 35 años", señaló Matilde Martín Martínez hermana de las víctimas a la salida del SML en Santiago, la capital chilena.
En conversación con Sputnik, Matilde Martín detalla lo vivido y valora, a pesar de las décadas trascurridas en busca de verdad y justicia, lo sucedido con sus familiares. "Hoy día es un paso superimportante, porque viene a reafirmar lo que nosotros durante 35 años hemos estado reivindicando, que es justicia por el asesinato de ellos. Que una vez más se comprueba que lo realizaron Carabineros, como han ocurrido en muchos casos ahora, han suicidado gente en las comisarías. Nosotros sabíamos que no era así".
A más de 35 años de su ejecución por parte de la policía chilena, son entregados a sus familiares los restos de tres luchadores sociales asesinados durante la dictadura chilena. pic.twitter.com/G41nkGMjuI
— Sputnik Reporteros (@Sputnik_Report) December 15, 2021
Asesinados en su casa
Fue durante las últimas horas del 30 de junio y las primeras del 1 de julio de 1986, que tres grupos de especializados de Carabineros allanaron el domicilio de quien fuera un reconocido folclorista chileno de la época, Benedicto Piojo Salinas, ubicado en la comuna de La Cisterna, en el sector sur de la capital chilena.
En el lugar se encontraban su esposa, Margarita Martín Martínez, de 43 años; su cuñada, María Paz Martín Martínez, de 30, y su hijo, Isidoro Salinas Martín, de 18. Los tres fueron ejecutados a tiros por efectivos de la Policía. Allí se encontraban el teniente Sergio Gajardo Giadach, el sargento José Luna García, los mayores Augusto Sobarzo y Julio Binimelli, además del cabo Nabih Soza.
"Entran a Mamiña 150, que es donde las matan a ellas, María Paz, Margarita e Isidro, y ahí se van a mi casa y me detienen a mí. Yo a todo esto no tenía idea de lo que había pasado, porque llegan a mi casa tipo 3 AM, me llevan detenida después de allanar mi casa y nada", detalla Matilde.
Ese mismo día 30 al mediodía también había sido detenido Jorge Martín Martínez, otro de los hermanos de la familia, quien luego estaría encarcelado durante cuatro años y se fugaría de la Cárcel Pública de Santiago junto con otros 48 presos políticos en 1990.
© Sputnik / Carolina TrejoLápidas de los tres asesinados a los pies del memorial de los Ejecutados políticos en el Cementerio General
Lápidas de los tres asesinados a los pies del memorial de los Ejecutados políticos en el Cementerio General
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Lo cierto es que la detención de los dos hermanos Martín Martínez y la ejecución de los otros tres miembros de la familia ocurrieron un día antes de la mayor protesta contra la dictadura de Pinochet (1973-1990), convocada para el 2 y 3 de julio de ese 1986.
Una manifestación que fue testigo de uno de los hechos más brutales producidos durante el régimen dictatorial chileno, cuando los jóvenes Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas Denegri fueron quemados vivos por una patrulla militar, un doloso crimen que se sumó al asesinato de Margarita, María Paz e Isidoro. Matilde recuerda que nunca le fue informado, por ningún funcionario ni autoridad a cargo de su detención, lo que le había sucedido su familia.
"Una vez que pasé a libre plática a la cárcel de mujeres donde estaban las presas políticas, que era en San Miguel, por las compañeras me enteré de lo que había ocurrido. Porque hasta ese momento ningún cobarde de la fiscalía militar que me había interrogado me había dicho lo que había pasado".
El encubrimiento
© Sputnik / Carolina TrejoDetalle de los pequeños féretros con los restos óseos de María Paz, Isido y Margarita más la foto de Pedro Martín Martínez
Detalle de los pequeños féretros con los restos óseos de María Paz, Isido y Margarita más la foto de Pedro Martín Martínez
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Según el detalle de la versión oficial de Carabineros, en la medianoche del lunes 1º de julio de 1986 efectivos de tres unidades especializadas practicaron un allanamiento al inmueble de calle Mamiña N° 150, a raíz de la presunta detección de un depósito de armas y una clínica de primeros auxilios. El informe policial sostuvo que al momento de ingresar escucharon un disparo y al internarse encontraron los cadáveres de las hermanas Margarita Eliana y María Paz Martín Martínez y del joven Isidro Salinas Martín, hijo de una de ellas.
Se informó asimismo que los tres fallecidos eran integrantes del grupo subversivo Frente Patriótico Manuel Rodríguez, "muertos por auto‑eliminación mediante disparos efectuados desde corta distancia". Se detalló que una de las mujeres portaba un revólver con el cual disparó en la sien de los otros dos, y luego a sí misma.
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Sin embargo, los propios informes de las autopsias practicadas a las tres víctimas constataron que en el caso de Isidro Salinas, su cuerpo registraba dos impactos en la cabeza, uno de larga distancia y otro de corta. En el de Margarita Eliana Martín, la causa de la muerte fue traumatismo cráneo encefálico y torácico por balas con salida de proyectiles.
En el de María Paz Martín, la causa de la muerte es una "herida de bala cráneo encefálica, la trayectoria intracraneana seguida por el proyectil es de derecha a izquierda, abajo arriba y levemente hacia atrás. Se trata de un disparo con cañón apoyado".
Un triple homicidio que Carabineros quiso encubrir como suicidios, versión que, junto con las autopsias, quedó completamente descartada luego de la primera exhumación.
"La primera exhumación se hizo a los 40 días de sepultados, para ver el examen de pólvora, porque como decían que una de ellas había asesinado a los demás, y se comprobó que ninguno de ellos tenía restos de pólvora en las manos", detalla Matilde.
Las muertes fueron investigadas en la época por la jueza Ariaselva Ruz, quien hizo una reconstitución de la escena y determinó la responsabilidad de Carabineros en los hechos.
"En una primera instancia lo llevó la justicia civil, una ministra en visita que se nombró, que fue Ariaselva Ruz. Cuando ella declara reos a los pacos [carabineros] que participaron en el asesinato, entonces se declara incompetente. Porque claro, en aquellos años no se podía juzgar, y yo creo que ahora todavía los están juzgando las Policías militares. Entonces se declara incompetente y pasa a la fiscalía militar. Y la fiscalía militar es la que archiva el caso", puntualiza Matilde.
La jueza Ruz procesó en 1988 a los funcionarios de Carabineros Sergio Gajardo Giadach, Julio Eladio Benimello Ruz, José Luna García como autores de homicidio, y como encubridor, el coronel Augusto Sobarzo Legido. Pero al pasar el caso a la justicia militar fueron sobreseídos en 1993.
Una justicia que aún no llega
© Sputnik / Carolina TrejoMatilde Martín junto a su hijo y su sobrina en el homenaje en el cementerio
Matilde Martín junto a su hijo y su sobrina en el homenaje en el cementerio
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Cinco años después de los crímenes, la Comisión de Verdad y Reconciliación —creada en abril de 1990 con el objeto de esclarecer las violaciones de derechos humanos durante la dictadura chilena— estimó que, según los antecedentes reunidos, no era verdadera la información oficial, por cuanto al menos dos de los presuntos suicidas presentaban dos impactos de bala y las armas en su poder se encontraban en regular estado.
"Por lo que ha llegado a la convicción de que Isidro Salinas y las hermanas Margarita Eliana y María Paz Martin no se suicidaron, sino que fueron ejecutados por efectivos de Carabineros, considerando sus muertes violaciones a los derechos humanos de responsabilidad de agentes estatales", detalla el informe de la Comisión.
Los policías involucrados no han sido castigados, incluso uno de ellos, Sergio Gajardo Giadach, fue ascendido a coronel y llegó a ser el Director del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE), mismo grupo que fue esa noche a la calle Mamiña 150.
Gajardo Giadach también figura en la nómina de acusados por la tortura y posterior muerte de los jefes máximos del Frente Patritico Manuel Rodriguez, Cecilia Magni y Raúl Pellegrin, según consta en el proceso judicial, rol 5004. Y solo se le solicita la renuncia tras la muerte del joven con discapacidad Manuel Gutierrez en el contexto de las manifestaciones estudiantiles del 2011. Hoy percibe una millonaria pensión por parte de la institución, como lo denunció una investigación periodística.
Las muertes de Margarita, María Paz e Isidro se sumaron a la su hermano mayor Pedro, quien murió en una acción del FPMR en abril de 1983. Sus hermanos Matilde y Jorge continuaron exigiendo justicia, solicitaron la reapertura del caso hace 12 años y una nueva exhumación, la cual se realizó hace nueve años.
"Nosotros presentamos una querella y pedimos que se volvieran a exhumar y se hicieran nuevas investigaciones, que fue el resultado de lo que nos entregaron hoy. Hoy nos entregaron el resultado de que estaba fehacientemente comprobado que fueron asesinados", explica Matilde.
Homenajes a la familia Martín Martínez
© Sputnik / Carolina TrejoJorge Martín (de negro) llevando uno de lo féretros
Jorge Martín (de negro) llevando uno de lo féretros
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Tras la entrega de los restos, desde el SML el cortejo con los tres féretros se trasladó al Cementerio General en la capital del país sudamericano, donde se les rindió un homenaje a Margarita, María Paz y Pedor Martín Martínez e Isidro Salinas Martín, en un acto realizado en el Memorial de las Ejecutadas y Ejecutados Políticos. Allí varias organizaciones sociales y de derechos humanos los despidieron junto a sus familiares.
"Aquí estamos, llenos de pena, de impotencia, de tristeza, pero también con mucha convicción, que las banderas hoy día están más altas que nunca, las banderas resistentes de cada una y cada uno que hemos resistido, hemos luchado contra la dictadura cívico-militar, pero también estos 31 años", señaló Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Ejecutados Políticos.
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Una resistencia y una lucha que también recordó Carla Pellegrín, del Colectivo de Familiares y Amigos de Rodriguistas Caídos, y hermana de Raúl Pellegrin: "Margarita, María Paz e Isidro estaban en un puesto de salud, estaban arriesgándose durante la clandestinidad, eran ayudistas, estaban realmente en una situación de absoluta entrega y riesgo en una dictadura brutal. Son tres héroes que cayeron, que también nosotros queremos rescatar hoy".
Matilde y su familia continuarán en su lucha por conseguir justicia. "Nosotros como familia siempre hemos estado unidos y vamos a seguir unidos hasta conseguir que cada uno de los pacos asesinos pague su culpa y termine en la cárcel (…) ojalá fuera perpetua porque ellos ya han disfrutado harto todos estos años en libertad, y por lo menos que los últimos años que le queden los paguen en la cárcel, porque los pacos siguen torturando, siguen asesinando. Entonces nada más ni nada menos que justicia, justicia y justicia".