Llegan los fondos europeos, pero España deberá devolver casi €28.000 millones por el rescate de 2012
16:55 GMT 13.12.2021 (actualizado: 19:32 GMT 14.07.2022)
© Foto : Pixabay / angelolucasBilletes de euros (imagen referencial)

© Foto : Pixabay / angelolucas
Síguenos en
Una década después de recibir de la UE 41.000 millones de euros para rescatar sus bancos y cajas de ahorro quebrados, el país deberá empezar a devolver a finales de 2022 el montante que aún falta por restituir al BCE. Pero los pagos, escalados en seis años, son muy manejables; son pequeños y el Estado continúa financiándose a un interés muy bajo.
El buen tono macroeconómico en España suscitado por la confirmación proveniente de la UE de la llegada de casi 70.000 millones de euros en concepto de ayudas a fondo perdido hasta 2023 para reparar los daños ocasionados por la pandemia y modernizar la economía, cabe ahora ahora rebajarlo.
El Estado deberá empezar a devolver en diciembre de 2022 los restos de la deuda contraída con la troika en 2012, cuando al país ibérico se le abrió una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para rescatar su sistema financiero y de los que finalmente hizo uso de 41.333 millones. En concreto, entre 2022 y 2027, España tendrá que restituir 27.721,46 millones de euros, dado que ya tiene pagado ante el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) 17.612 millones, satisfechos entre 2014 y 2018. De los Estados de la UE entonces rescatados (Grecia, Portugal, Irlanda y Chipre), el país ibérico es claramente el que ha amortizado un porcentaje más alto de la deuda: el 42,6%.
El #Tesoro cierra 2021 con financiación 25% inferior a prevista en enero por
— Gonzalo García (@gongarand) December 6, 2021
✔Cumplimiento objetivos Plan de #Recuperación ➡️ España 1er país en recibir fondos
✔Fortaleza #recuperación económica ⬆️ ingresos públicos superiores a previstos
✔Mínimos históricos en coste deuda pic.twitter.com/Jbz8Lqdeo8
No obstante, la noticia puede actuar de némesis frente a las recientes felicitaciones de la UE por ser el primer país de la Unión en cumplir con las condiciones para recibir el primer aporte de los fondos Next Generation, los 69.528 millones de euros a fondo perdido para recuperarse del batacazo infligido por la pandemia. Los pagos obligatorios están escalados anualmente hasta 2027. El primero de ellos, unos 3.600 millones, deberá abonarse en diciembre de 2022. La cantidad a pagar en 2023, 2026 y 2027 será idéntica. En 2024 y 2025 será mayor: 4.600 millones en sendos ejercicios.
Una deuda manejable
Pese a lo vistoso de tener que pagar una deuda de casi 28.000 millones de euros justo cuando el país empieza a recibir la ayuda para recomponer y transformar su economía, lo cierto es que las cantidades fraccionadas parecen perfectamente asumibles para el Estado, salvo que empeoren de manera drástica las condiciones de su financiación.
Pero no es previsible tal empeoramiento, habida cuenta las líneas trazadas por el BCE en su política monetaria, ni siquiera con la actual inflación. Por un lado, los pagos así fraccionados son relativamente pequeños. El primero de ellos apenas representará el 2,2% de lo que el Tesoro prevé emitir en 2022 (62.846 millones de euros) para amortizar otras deudas. También hay que tener en consideración el coste al que se viene financiando todos estos años el Estado, con unos intereses muy bajos gracias a la acción del BCE en sus compras de bonos.
España ahora se endeuda pero paga muchos menos intereses.
— Carlos Cagigal (@CcagigalNeira) December 12, 2021
Por vencimiento de deuda con ahorro millonario de intereses, el crecimiento estructural y la recaudación, es por lo que España reduce deuda por encima de previsiones económicas.
Pero muchos todavía no se enteran.
Como resultado, si el coste medio de la deuda era del 4% en 2012, ahora lo es solo del 1,63%. Y las nuevas emisiones de deuda en 2021 se situaron a un interés negativo del -0,02%. Es decir, la deuda que se está saldando tiene un interés tan alto, que aunque los tipos de interés se encarecieran de repente, su restitución sigue saliendo barata.
Otra cuestión es el dinero otorgado al sistema bancario, proveniente del rescate y de fondos propios, que el Estado tiene difícil recuperar. Habría venido muy bien para afrontar las próximas amortizaciones. A Bankia se le inyectaron 24.096 millones de euros, de los que a finales de 2020 podía contemplarse la recuperación de 5.974 millones. Pero tras su fusión con Caixabank, es previsible que la cifra baje otros 1.000 millones. Los 2.192 millones puestos en la Sareb (el banco "malo" que apechugó con todos los activos tóxicos) ya se dan por perdidos en su totalidad. Y de los 32.610 millones desviados al rescate del resto de entidades bancarias, se ha perdido ya el 86,2%.