Indígenas del lago Titicaca esperan en sus islas flotantes la visita de turistas internacionales
Indígenas del lago Titicaca esperan en sus islas flotantes la visita de turistas internacionales
Sputnik Mundo
Creadas para protegerse de ataques de naciones aymaras, las islas flotantes del pueblo Uru cayeron en el olvido por la falta de turismo y por la ausencia de... 16.11.2021, Sputnik Mundo
Siglos atrás, las comunidades Uru del lago Titicaca crearon islas flotantes para internarse en las aguas y, así, escapar de las naciones aymaras que constantemente las perseguían. En las últimas décadas, estas construcciones artificiales se convirtieron en un atractivo turístico, que está quedando en desuso por las restricciones a la circulación impuestas por la pandemia de COVID-19, así como por la ausencia de peces que se evidencia."Nuestros abuelos conocían todo el lago, todo el totoral, toda la playa. Conocían las islas naturales y las flotantes. Todo conocían. Como eran urus, hacían en las islas flotantes sus casitas del totoral, ahí dormían, ahí cocinaban. Todo ahí hacían los urus", contó Lorenzo Inda a Sputnik.Para Inda, la elección de construir sus casas sobre el agua no debería extrañar a nadie, si se toma en cuenta que "el lago es de los urus", según afirmó.En Iruhito contaron que, un tiempo atrás, tenían islas hechas de totora que se deslizaban sobre las aguas del lago, movidas por el viento. Hasta que se acercaron mucho a la orilla y quedaron pegadas al fondo. Así, frente a la comunidad se establecieron varios islotes, repletos de ovejas que trasladan en bote, para alimentarse de la totora y abonar el suelo nuevo.Iruhito es una comunidad de 26 familias, situada a 20 kilómetros de la frontera con Perú, en el departamento de La Paz.Construcción de islasJavier Mamani Nina, también de Iruhito, tiene el plan de construir una nueva isla flotante para recibir al turismo internacional que —esperan— volverá al lago en los próximos meses. En un salón de la comunidad apilaron fardos y fardos de totora, pero hará falta mucho más para completar este anhelo.La acumulación de capas de totora sobre el agua lleva a que las de más abajo se descompongan y emitan gases, que quedan atrapados como burbujas y ayudan a mantener a flote a la isla artificial.Pero en 2021 existen otros métodos de construcción: "Hay que comprar plastoformos [poliestireno expandible]. Después tenemos que ir a segar una gran cantidad de totora. Todo eso tenemos que juntar y empezar a trabajar", dijo a Sputnik.La totora es una planta acuática que abunda en el Titicaca. Sirve para construir embarcaciones, casas, hasta islas artificiales. Una parte del tallo y la raíz sirven como alimento."La totora crece dos veces al año: en agosto madura hasta diciembre, cuando ya está bien fuerte y durita para hacer todas las obras. De enero hasta abril sale otra totora nueva", contó don Lorenzo, de 75 años.Explicó que la totora "purifica el agua. También es un alimento útil para el ser humano, para los animales. De estas totoras comen las 36 variedades de aves que tenemos en el lago", a las cuales los urus cazan astutamente.Peligros para el pueblo UruEl pueblo indígena Uru es uno de los más amenazados por la degradación ambiental que afecta a los Andes de Bolivia. Su existencia está íntimamente ligada a los ecosistemas de los grandes lagos del altiplano, como el Titicaca —situado a 3.800 metros sobre el nivel del mar— y el Poopó, en Oruro, ubicado a 3.600 metros de altura.El problema es que este último fue declarado oficialmente seco meses atrás, por lo cual las familias urus de Iruhito son las únicas que pueden continuar viviendo acorde a su cultura ancestral.En las comunidades urus que rodean al desaparecido lago Poopó tuvieron que recurrir a la albañilería o al trabajo en las minas para poder mantener a sus familias.Mamani Nina, de 42 años, explicó que "las nuevas generaciones han migrado [a las ciudades]. El agua se va secando, no hay caza, no hay mucha pesca".Acompañando al proyecto de reflotar las islas de totora, las familias urus comenzaron a desarrollar fuertemente la producción de artesanías realizadas a base de la célebre planta lacustre."Estas artesanías ya nosotros hacíamos. Yo he empezado desde chiquita a hacer aretes, llaveros, paneros, sombreros, carteras o collares. También tenemos el proyecto de realizar sillones similares a balsas", dijo a Sputnik Amalia Inda, hija de don Lorenzo.Mediante el proyecto Warmikuna Tarphunku, familias urus de los lagos Poopó y Titicaca realizarán exposiciones de sus artesanías en las ciudades de La Paz —29 de noviembre al 1º de diciembre—, Cochabamba —2 al 4 de diciembre— y Oruro —10 y 11 de diciembre—.Warmikuna Tarphunku les permitió conocer más técnicas de tejido y de trabajo con varios materiales. Uno de ellos es la arpillera, que atrajo mucho a las comunarias de Iruhito porque les permite plasmar en telas las imágenes cotidianas de la vida junto al lago.
Creadas para protegerse de ataques de naciones aymaras, las islas flotantes del pueblo Uru cayeron en el olvido por la falta de turismo y por la ausencia de peces en el lago. Con las fronteras internacionales próximas a abrirse, las y los comunarios se preparan para recibir nuevamente visitantes.
Siglos atrás, las comunidades Uru del lago Titicaca crearon islas flotantes para internarse en las aguas y, así, escapar de las naciones aymaras que constantemente las perseguían. En las últimas décadas, estas construcciones artificiales se convirtieron en un atractivo turístico, que está quedando en desuso por las restricciones a la circulación impuestas por la pandemia de COVID-19, así como por la ausencia de peces que se evidencia.
"Nuestros abuelos conocían todo el lago, todo el totoral, toda la playa. Conocían las islas naturales y las flotantes. Todo conocían. Como eran urus, hacían en las islas flotantes sus casitas del totoral, ahí dormían, ahí cocinaban. Todo ahí hacían los urus", contó Lorenzo Inda a Sputnik.
"Nos relataban los abuelos que han habido constantes peleas con las culturas aymaras, las cuales no dejaban que los urus se desarrollen, progresen". Entonces hicieron sus casas en islas artificiales "porque los aymaras no tenían embarcaciones. ¿Cómo iban a entrar?", se preguntó don Lorenzo.
Lorenzo Inda, de la comunidad Uru de Iruhito, junto al lago Titicaca, contó cómo surgió la necesidad de construir islas flotantes para resguardarse de los ataques de naciones aymaras, años antes de la conformación de #Boliviapic.twitter.com/qiKae5ct72
Para Inda, la elección de construir sus casas sobre el agua no debería extrañar a nadie, si se toma en cuenta que "el lago es de los urus", según afirmó.
En Iruhito contaron que, un tiempo atrás, tenían islas hechas de totora que se deslizaban sobre las aguas del lago, movidas por el viento. Hasta que se acercaron mucho a la orilla y quedaron pegadas al fondo. Así, frente a la comunidad se establecieron varios islotes, repletos de ovejas que trasladan en bote, para alimentarse de la totora y abonar el suelo nuevo.
Muchas islas flotantes terminaron adhiriéndose al lecho del lago Titicaca, en La Paz, #Bolivia. Las familias urus llevan allí a sus ovejas para que se alimenten de las totoras y abonen el suelo nuevo pic.twitter.com/70Ez8uFWnc
Iruhito es una comunidad de 26 familias, situada a 20 kilómetros de la frontera con Perú, en el departamento de La Paz.
Construcción de islas
Javier Mamani Nina, también de Iruhito, tiene el plan de construir una nueva isla flotante para recibir al turismo internacional que —esperan— volverá al lago en los próximos meses. En un salón de la comunidad apilaron fardos y fardos de totora, pero hará falta mucho más para completar este anhelo.
Amalia Inda mostró una antigua isla flotante que quedó adherida al fondo del lago Titicaca, frente a la comunidad Iruhito en La Paz, #Bolivia. Contó que sobre ella construirán una nueva isla para recibir a visitantes que vendrán cuando se reabran las fronteras internacionales pic.twitter.com/Regu6NGb5X
La acumulación de capas de totora sobre el agua lleva a que las de más abajo se descompongan y emitan gases, que quedan atrapados como burbujas y ayudan a mantener a flote a la isla artificial.
Pero en 2021 existen otros métodos de construcción: "Hay que comprar plastoformos [poliestireno expandible]. Después tenemos que ir a segar una gran cantidad de totora. Todo eso tenemos que juntar y empezar a trabajar", dijo a Sputnik.
La totora es una planta acuática que abunda en el Titicaca. Sirve para construir embarcaciones, casas, hasta islas artificiales. Una parte del tallo y la raíz sirven como alimento.
"La totora crece dos veces al año: en agosto madura hasta diciembre, cuando ya está bien fuerte y durita para hacer todas las obras. De enero hasta abril sale otra totora nueva", contó don Lorenzo, de 75 años.
Explicó que la totora "purifica el agua. También es un alimento útil para el ser humano, para los animales. De estas totoras comen las 36 variedades de aves que tenemos en el lago", a las cuales los urus cazan astutamente.
"Nosotros comemos todas las aves del lago. Son nutritivas, porque ellas conocen los mejores alimentos", aseguró Inda.
El pueblo indígena Uru es uno de los más amenazados por la degradación ambiental que afecta a los Andes de Bolivia. Su existencia está íntimamente ligada a los ecosistemas de los grandes lagos del altiplano, como el Titicaca —situado a 3.800 metros sobre el nivel del mar— y el Poopó, en Oruro, ubicado a 3.600 metros de altura.
El problema es que este último fue declarado oficialmente seco meses atrás, por lo cual las familias urus de Iruhito son las únicas que pueden continuar viviendo acorde a su cultura ancestral.
En las comunidades urus que rodean al desaparecido lago Poopó tuvieron que recurrir a la albañilería o al trabajo en las minas para poder mantener a sus familias.
Mamani Nina, de 42 años, explicó que "las nuevas generaciones han migrado [a las ciudades]. El agua se va secando, no hay caza, no hay mucha pesca".
Acompañando al proyecto de reflotar las islas de totora, las familias urus comenzaron a desarrollar fuertemente la producción de artesanías realizadas a base de la célebre planta lacustre.
"Estas artesanías ya nosotros hacíamos. Yo he empezado desde chiquita a hacer aretes, llaveros, paneros, sombreros, carteras o collares. También tenemos el proyecto de realizar sillones similares a balsas", dijo a Sputnik Amalia Inda, hija de don Lorenzo.
Amalia Inda, de la comunidad Uru de Iruhito, contó en qué consiste el proyecto de tejidos, con el cual realizarán exposiciones en La Paz, Cochabamba y Oruro, en #Boliviapic.twitter.com/bQN4IM34AV
Mediante el proyecto Warmikuna Tarphunku, familias urus de los lagos Poopó y Titicaca realizarán exposiciones de sus artesanías en las ciudades de La Paz —29 de noviembre al 1º de diciembre—, Cochabamba —2 al 4 de diciembre— y Oruro —10 y 11 de diciembre—.
Warmikuna Tarphunku les permitió conocer más técnicas de tejido y de trabajo con varios materiales. Uno de ellos es la arpillera, que atrajo mucho a las comunarias de Iruhito porque les permite plasmar en telas las imágenes cotidianas de la vida junto al lago.
"Nos ha gustado mucho la arpillera, porque no sabíamos eso. Nos permite mostrar muchas cosas que nacen de nuestra mirada. Hemos hecho de la pesca, también del trueque de productos con los aymaras, de la caza de choka [un ave similar a la gallina]. Y vamos a hacer más, porque tenemos muchas ideas", aseguró Amalia.
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