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"Esto no es cultura, es maltrato animal": el Toro Jubilo se vuelve a celebrar en España | Vídeo
"Esto no es cultura, es maltrato animal": el Toro Jubilo se vuelve a celebrar en España | Vídeo
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Medinaceli (Soria) vuelve a acoger una de sus más polémicas celebraciones. Un toro con una cornamenta en llamas es el protagonista. Las asociaciones... 15.11.2021, Sputnik Mundo
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La plaza Mayor de Medinaceli amaneció el domingo 14 de noviembre vallada. El esqueleto metálico era el recuerdo de lo acontecido horas atrás. La noche del 13 de noviembre, la localidad soriana celebró el Toro Jubilo tras suspenderse el año pasado a raíz de la pandemia. Este es el único astado de fuego que se lleva a cabo en Castilla y León.Las calles de Medinaceli eran ríos de personas hacia la céntrica plaza. Allí, casi 2.000 personas se agolpaban para presenciar el espectáculo. Al otro lado de la barrera, Barquero, el animal que protagonizó la fiesta popular. Primero, los mozos enmaronaron al toro en un poste de madera. Ahí, cubrieron de barro su cuerpo y extremidades. El siguiente paso fue colocar sobre su testa un armamento de metal que portaba dos grandes bolas de fuego. El último paso fue encenderlas y cortar la cuerda que aprisionaba al mamífero.Las dos piezas que llevaba sobre la cornamenta ardieron durante 45 minutos. Ese fue el tiempo que duró la fiesta. El toro corría confuso por la plaza, mientras los mozos le tentaban. Entre quiebros y cabriolas, la noche fue avanzando en Medinaceli. Actividad frenética hasta que el líquido inflamable dejó de prender. Apagadas las llamas, el público se retiró del lugar. También Barquero.Una tradición que comenzó en el reinado de Felipe II y que las asociaciones y partidos animalistas pretenden poner punto y final en el siglo XXI. "Solamente el hecho de que el de Medinaceli sea un festejo declarado como Espectáculo Taurino Tradicional de Interés Turístico de Castilla y León permite su celebración, al amparo de un Reglamento que prohíbe este tipo de festejos taurinos en la comunidad", rezaba PACMA en un comunicado de prensa.La formación destaca que el animal sufre durante la celebración. Es sometido a altos niveles de estrés y padece quemaduras en su piel. "El animal, tengamos en cuenta que lleva varias horas dentro de un cajón. Un rumiante dentro de un cajón no puede moverse, casi no puede sentarse, por lo que está estresado ya solo por eso. En este cajón también le pusieron barro. No puede moverse, no puede defenderse, no puede escapar, no puede hacer nada, por lo que está continuamente estresado durante varias horas, y después de eso abren el cajón y se le encadena, lo atan con una cuerda a un pilón donde le ponen dos bolas de fuego encima de sus ojos. Imaginad a cualquier ser humano con dos bolas de fuego sobre él que no puede quitarse", señala Jaime Posadas, coordinador de Anima Naturalis.Las críticas a estas festividades se multiplican con el paso de los años. No solo a nivel institucional, sino a pie de calle. Las redes sociales se llenan de comentarios contra este evento. "La sensibilidad ha evolucionado muchísimo. Yo tengo 42 años y he visto una evolución muy seria en los últimos 20 o 30 años. Hemos visto cómo prohibieron festivales como el de tirar una cabra de un campanario, el de colgar gansos vivos boca abajo y agarrarlos del cuello hasta que se partían... Lo cambiaron y ahora usan gansos de goma. Hemos evolucionado mucho, solo mira Medinaceli o Tordesillas, u otros lugares donde los organizadores temen que la gente vea las imágenes de estos eventos. ¿Por qué tienen miedo? Porque saben que esto no es cultura, es sólo maltrato animal, y ellos disfrutan con eso", lamenta Posadas.En Castilla y León, las corridas de toros tienen su espacio de los cosos. Los encierros también forman parte de la costumbre de la comunidad autónoma. Celebraciones tan polémicas como el Toro de la Vega o el propio Toro Jubilo siguen vivas, gracias a su interés turístico. A pesar de la oposición popular, el fuego seguirá iluminando la plaza Mayor de Medinaceli la noche del 13 de noviembre.
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toros, tauromaquia, tradiciones, fiestas
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"Esto no es cultura, es maltrato animal": el Toro Jubilo se vuelve a celebrar en España | Vídeo
13:42 GMT 15.11.2021 (actualizado: 15:25 GMT 15.11.2021) Medinaceli (Soria) vuelve a acoger una de sus más polémicas celebraciones. Un toro con una cornamenta en llamas es el protagonista. Las asociaciones animalistas piden su prohibición.
La plaza Mayor de Medinaceli amaneció el domingo 14 de noviembre vallada. El esqueleto metálico era el recuerdo de lo acontecido horas atrás. La noche del 13 de noviembre, la localidad soriana celebró el Toro Jubilo tras suspenderse el año pasado a raíz de la pandemia. Este es el único astado de fuego que se lleva a cabo en Castilla y León.
Las calles de Medinaceli eran ríos de personas hacia la céntrica plaza. Allí,
casi 2.000 personas se agolpaban para presenciar el espectáculo. Al otro lado de la barrera, Barquero, el animal que protagonizó la fiesta popular. Primero, los mozos enmaronaron al
toro en un poste de madera. Ahí, cubrieron de barro su cuerpo y extremidades. El siguiente paso fue colocar sobre su testa un armamento de metal que portaba dos grandes bolas de fuego. El último paso fue encenderlas y cortar la cuerda que aprisionaba al mamífero.
Las dos piezas que llevaba sobre la cornamenta ardieron durante 45 minutos. Ese fue el tiempo que duró la fiesta. El toro corría confuso por la plaza, mientras los mozos le tentaban. Entre quiebros y cabriolas, la noche fue avanzando en Medinaceli. Actividad frenética hasta que el líquido inflamable dejó de prender. Apagadas las llamas, el público se retiró del lugar. También Barquero.
Una tradición que comenzó en el reinado de Felipe II y que las asociaciones y partidos animalistas pretenden poner punto y final en el siglo XXI. "Solamente el hecho de que el de Medinaceli sea un festejo declarado como Espectáculo Taurino Tradicional de Interés Turístico de Castilla y León permite su celebración, al amparo de un Reglamento que prohíbe este tipo de festejos taurinos en la comunidad", rezaba PACMA en un comunicado de prensa.
La formación destaca que el animal sufre durante la celebración. Es sometido a altos niveles de estrés y padece quemaduras en su piel. "El animal, tengamos en cuenta que lleva varias horas dentro de un cajón. Un rumiante dentro de un cajón no puede moverse, casi no puede sentarse, por lo que está estresado ya solo por eso. En este cajón también le pusieron barro. No puede moverse, no puede defenderse, no puede escapar, no puede hacer nada, por lo que está continuamente estresado durante varias horas, y después de eso abren el cajón y se le encadena, lo atan con una cuerda a un pilón donde le ponen dos bolas de fuego encima de sus ojos. Imaginad a cualquier ser humano con dos bolas de fuego sobre él que no puede quitarse", señala Jaime Posadas, coordinador de Anima Naturalis.
Las críticas a estas festividades se multiplican con el paso de los años. No solo a nivel institucional, sino a pie de calle. Las redes sociales se llenan de comentarios contra este evento. "La sensibilidad ha evolucionado muchísimo. Yo tengo 42 años y he visto una evolución muy seria en los últimos 20 o 30 años. Hemos visto cómo prohibieron festivales como el de tirar una cabra de un campanario, el de colgar gansos vivos boca abajo y agarrarlos del cuello hasta que se partían... Lo cambiaron y ahora usan gansos de goma. Hemos evolucionado mucho, solo mira Medinaceli o Tordesillas, u otros lugares donde los organizadores temen que la gente vea las imágenes de estos eventos. ¿Por qué tienen miedo? Porque saben que esto no es cultura, es sólo maltrato animal, y ellos disfrutan con eso", lamenta Posadas.
En Castilla y León, las corridas de toros tienen su espacio de
los cosos. Los encierros también forman parte de la costumbre de la comunidad autónoma. Celebraciones tan polémicas como el Toro de la Vega o el propio Toro Jubilo siguen vivas, gracias a su interés turístico. A pesar de la oposición popular, el fuego seguirá iluminando la plaza Mayor de Medinaceli la noche del 13 de noviembre.