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Legislativas de Argentina fijan las marcas de la carrera a la Casa Rosada
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BUENOS AIRES (Sputnik) — Las piezas en el tablero de la partida por el Gobierno en Argentina estarán en su lugar el próximo lunes 15 por la mañana. Entonces se... 12.11.2021, Sputnik Mundo
2021-11-12T19:50+0000
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La anticipación de un posible triunfo opositor este domingo 14 es válida si se tienen en cuenta los resultados de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de septiembre, en las que Juntos por el Cambio, la facción que gobernó Argentina en el período anterior (2015-2019), arrasó en casi todo el país, con el 40,02% de los votos.En las PASO, el hoy gobernante Frente de Todos cosechó el 31,03% de los sufragios y perdió en seis de las ocho provincias que eligen senadores: Córdoba (centro), Mendoza (oeste), La Pampa (centro), Corrientes (noreste), Chubut (sur) y Santa Fe (este). Solo lograría retener la mayoría en Tucumán (norte) y Catamarca (centro).El golpe será duro para el oficialismo, que, de repetirse un resultado similar al de las primarias, dejaría de ser la primera minoría en ambas cámaras y perdería así la posibilidad de aprobar leyes sin necesidad de alianzas.Aquel resultado de septiembre ya dejó entrever la intención del frente gobernante para los dos años que restan de gestión, con numerosos cambios en el gabinete presidencial que hacen suponer un mayor protagonismo del ala más dura del kirchnerismo, aunque sin señales claras sobre el posicionamiento que tendrá la vicepresidenta y expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) en la carrera presidencial.Para el presidente, Alberto Fernández, el tiempo que pase hasta los próximos comicios será tan rápido como un pestañeo. Jaqueado por la crisis agravada por la pandemia de COVID-19, la economía comienza a mostrar señales de recuperación, aunque todavía no de redistribución.La deuda contraída por el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros grupos crediticios es otro peso que carga Fernández, y el desenlace de su renegociación, que todos pronostican para enero o febrero puede significar otro desgaste para su imagen, incluso dentro de su propio espacio.Las condiciones bajo las que firme Fernández, también ocupado en su vida personal con la espera su segundo hijo, serán clave para conocer cuán factible es una reelección, en caso de que ese sea su objetivo.Las figuras que sí pueden crecer de aquí a 2023 dentro del oficialismo son la del actual presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y la del integrante del mismo órgano Máximo Kirchner.Massa sería la figura que sigue, si existiese una cadena de mando, y el hijo de los expresidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández, el referente impulsado por los sectores más populares.Claro que el peronismo puede dar sorpresas, y nunca hay que subestimar dos grandes espacios que lo componen: el de los gobernadores provinciales y el de los intendentes del conurbano porteño. En ese plano, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires (este), Axel Kicillof, podría erigirse como posible candidato.La oposiciónAunque ahora celebre, el espacio político opositor tendrá un armado mucho más complicado en la próxima campaña presidencial.El buen resultado que podría refrendarse el domingo aporta a la escena muchos más nombres propios exitosos que en la vereda de enfrente.La gestión sólo será lastre o trampolín para el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, que a pesar de no ser candidato, utilizó las elecciones para solidificar su armado, sobre todo, del otro lado de la avenida General Paz, en la provincia homónima.La otra figura que resurge es la de la exgobernadora de dicha región, María Eugenia Vidal, quien hizo el camino inverso al de Larreta y obtuvo buenos números en la capital argentina.Juntos por el Cambio también tiene otros nombres en la palestra, como la jefa del partido, Patricia Bullrich, el candidato a diputado Diego Santilli, y los que surjan del armado de la Unión Cívica Radical (UCR), el centenario partido que también compone la alianza.Pero la pregunta más grande que se hace la derecha argentina es qué pasará con Macri, algo desprestigiado por un proceso judicial en su contra y con cada vez menos influencia en las filas del partido, pero con una intención manifiesta de volver al ruedo.Los números del domingo también pueden aportar otra figura, la del economista libertario Javier Milei, quien obtuvo el tercer puesto en las PASO y canaliza el desencanto por el Estado y la dirigencia política tradicional.Milei, alineado con las ideas de Jair Bolsonaro y Donald Trump, demostró hasta ahora ser una figura política con una impronta propia pero sin una estructura política considerable, en el octavo país más grande del mundo.Es por esto que incluso antes de que se conozcan las cifras finales ya coqueteó con el propio Macri, aunque resta saber cuánto protagonismo podría tener en Juntos por el Cambio.Desde las PASO de septiembre hasta estas generales, el crecimiento de Milei en el espectro político bien puede medirse con los lugares que eligió para montar su búnker: de un moderado hotel del microcentro porteño al opulento Luna Park, el mismo en el que se casó Maradona en 1989 y el nazismo montó el único acto fuera de Alemania en marzo de 1938.Las elecciones de medio término suelen tener un patrón de comportamiento similar desde el regreso de la democracia en Argentina. Por un lado, nunca fueron ganadas por el peronismo, por el otro, son capaces de insuflar figuras que luego caen por su propio peso, independientemente del contexto político o las necesidades del momento.Habrá que ver que le deparan a Argentina los próximos dos años, en un país en el que cinco minutos pueden resultar una eternidad.
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argentina, cristina fernández de kirchner, elecciones, peronismo, javier milei, alberto fernández, elecciones generales en argentina (2021)
Legislativas de Argentina fijan las marcas de la carrera a la Casa Rosada
19:50 GMT 12.11.2021 (actualizado: 11:38 GMT 14.11.2021) BUENOS AIRES (Sputnik) — Las piezas en el tablero de la partida por el Gobierno en Argentina estarán en su lugar el próximo lunes 15 por la mañana. Entonces se conocerá el resultado de las elecciones legislativas de la víspera y con él, el panorama de cara a las presidenciales de 2023.
La anticipación de un posible triunfo opositor este domingo 14 es válida si se tienen en cuenta los resultados de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (
PASO) de septiembre, en las que
Juntos por el Cambio, la facción que gobernó Argentina en el período anterior (2015-2019),
arrasó en casi todo el país, con el 40,02% de los votos.
En las PASO, el hoy gobernante Frente de Todos cosechó el 31,03% de los sufragios y perdió en seis de las ocho provincias que eligen senadores: Córdoba (centro), Mendoza (oeste), La Pampa (centro), Corrientes (noreste), Chubut (sur) y Santa Fe (este). Solo lograría retener la mayoría en Tucumán (norte) y Catamarca (centro).
El golpe será duro para el oficialismo, que, de repetirse un resultado similar al de las primarias, dejaría de ser la primera minoría en ambas cámaras y perdería así la posibilidad de aprobar leyes sin necesidad de alianzas.
Aquel resultado de septiembre ya dejó entrever la intención del frente gobernante para los dos años que restan de gestión, con numerosos
cambios en el gabinete presidencial que hacen suponer un mayor protagonismo del ala más dura del
kirchnerismo, aunque sin señales claras sobre el posicionamiento que tendrá la vicepresidenta y expresidenta
Cristina Fernández (2007-2015) en la carrera presidencial.
Para el presidente, Alberto Fernández, el tiempo que pase hasta los próximos comicios será tan rápido como un pestañeo. Jaqueado por la crisis agravada por la pandemia de COVID-19, la economía comienza a mostrar señales de recuperación, aunque todavía no de redistribución.
La deuda contraída por el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros grupos crediticios es otro peso que carga Fernández, y el desenlace de su renegociación, que todos pronostican para enero o febrero puede significar otro desgaste para su imagen, incluso dentro de su propio espacio.
Las condiciones bajo las que firme Fernández, también ocupado en su vida personal con la espera su segundo hijo, serán clave para conocer cuán factible es una reelección, en caso de que ese sea su objetivo.
12 de noviembre 2021, 01:57 GMT
Las figuras que sí pueden crecer de aquí a 2023 dentro del oficialismo son la del actual presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y la del integrante del mismo órgano Máximo Kirchner.
Massa sería la figura que sigue, si existiese una cadena de mando, y el hijo de los expresidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández, el referente impulsado por los sectores más populares.
Claro que
el peronismo puede dar sorpresas, y nunca hay que subestimar dos grandes espacios que lo componen: el de los gobernadores provinciales y el de los intendentes del conurbano porteño. En ese plano, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires (este), Axel Kicillof, podría erigirse como posible candidato.
Aunque ahora celebre, el espacio político opositor tendrá un armado mucho más complicado en la próxima campaña presidencial.
El buen resultado que podría refrendarse el domingo aporta a la escena muchos más nombres propios exitosos que en la vereda de enfrente.
La gestión sólo será lastre o trampolín para el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, que a pesar de no ser candidato, utilizó las elecciones para solidificar su armado, sobre todo, del otro lado de la avenida General Paz, en la provincia homónima.
La otra figura que resurge es la de la exgobernadora de dicha región, María Eugenia Vidal, quien hizo el camino inverso al de Larreta y obtuvo buenos números en la capital argentina.
12 de noviembre 2021, 00:21 GMT
Juntos por el Cambio también tiene otros nombres en la palestra, como la jefa del partido, Patricia Bullrich, el candidato a diputado Diego Santilli, y los que surjan del armado de la Unión Cívica Radical (UCR), el centenario partido que también compone la alianza.
Pero la pregunta más grande que se hace la derecha argentina es qué pasará con Macri, algo desprestigiado por un proceso judicial en su contra y con cada vez menos influencia en las filas del partido, pero con una intención manifiesta de volver al ruedo.
Los números del domingo también pueden aportar otra figura, la del
economista libertario Javier Milei, quien
obtuvo el tercer puesto en las PASO y canaliza el desencanto por el Estado y la dirigencia política tradicional.
Milei, alineado con las ideas de Jair Bolsonaro y Donald Trump, demostró hasta ahora ser una figura política con una impronta propia pero sin una estructura política considerable, en el octavo país más grande del mundo.
Es por esto que incluso antes de que se conozcan las cifras finales ya coqueteó con el propio Macri, aunque resta saber cuánto protagonismo podría tener en Juntos por el Cambio.
10 de noviembre 2021, 17:28 GMT
Desde las PASO de septiembre hasta estas generales, el crecimiento de Milei en el espectro político bien puede medirse con los lugares que eligió para montar su búnker: de un moderado hotel del microcentro porteño al opulento Luna Park, el mismo en el que se casó Maradona en 1989 y el nazismo montó el único acto fuera de Alemania en marzo de 1938.
Las elecciones de medio término suelen tener un patrón de comportamiento similar desde el regreso de la democracia en Argentina. Por un lado, nunca fueron ganadas por el peronismo, por el otro, son capaces de insuflar figuras que luego caen por su propio peso, independientemente del contexto político o las necesidades del momento.
Habrá que ver que le deparan a Argentina los próximos dos años, en un país en el que cinco minutos pueden resultar una eternidad.
