19-S: mexicanos nos cuentan cómo vivieron los terremotos de 1985 y 2017
23:00 GMT 18.09.2021 (actualizado: 23:55 GMT 18.09.2021)
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El 19 de septiembre de 1985, la Ciudad de México quedó gravemente afectada por un terremoto que cobró la vida de miles de personas. Exactamente 32 años después, en 2017, la capital mexicana volvió a crujir por otro sismo. Mexicanos nos cuentan sus experiencias en estos desastres.
"Se escuchaban estruendos y aquello no acababa"
"Cuando llegamos a las escaleras, no había escaleras; estaban bloqueadas con la barda que era de los baños", recuerda Maricela González, quien aquel 19 de septiembre de 1985 estaba presentando un examen cuando cuando el terremoto de 8,1 grados comenzó.
El epicentro fue Caleta de Campos, en el estado de Michoacán, y, de acuerdo con expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el terremoto fue descomunalmente fuerte en el Valle de México debido a que el sismo liberó mucha energía en esta dirección.
Los casi cuatro minutos en los que la tierra se movió parecieron eternos, narra Maricela, quien ese día se encontraba presentando en la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) unidad Santo Tomás, cerca de la zona centro de la capital mexicana, donde se registraron las mayores afectaciones por el terremoto.
Al salir del lugar, señala, "no dimensionaba". Fue cuando un taxista se ofreció a llevarla a ella y a su hermano que comenzó a darse cuenta del tamaño de la tragedia. Por el camino, recuerda, el hombre fue levantando personas sin cobrar por los traslados. Fue así, de "aventón" en "aventón" que lograron llegar a casa.
"Se veía humo, era un silencio y lo único que se escucha eran ambulancias y sirenas (...) a toda la gente se le vía tristeza, incertidumbre".
© AFP 2023 / Derrick CeyracLas consecuencias del terremoto en México, 1985
Las consecuencias del terremoto en México, 1985
© AFP 2023 / Derrick Ceyrac
"Subimos entre los escombros"
Miguel no solo vivió de cerca la tragedia en la zona más afectada de la capital mexicana tras el terremoto del 85, también fue parte del grupo de civiles que sacó a personas de entre los escombros.
"Alcanzamos a salir, en el edificio en donde estaba, se cayeron algunas partes. Ya cuando estuvimos abajo nos dijeron que faltaba gente que estaba atorada y tres personas subimos entre los escombros a sacar seis o siete personas", relata.
Conseguir transporte era imposible y pudo llegar a su casa gracias a los "aventones" que la misma población daba a quienes lo necesitaran.
El hombre destaca la capacidad que tuvo la población para organizarse y ayudar y recuerda la omisión del gobierno, encabezado en ese entonces por Miguel de la Madrid.
© Cortesía de la UNAMTerremoto de 1985
Terremoto de 1985
© Cortesía de la UNAM
"Había filas de muertos envueltos en sábanas"
Rosa Hamdan, médica de profesión, perdió la noción del tiempo de aquellos días del 85. "No sé cuántos días pasaron, pero todos los días eran de devastación", asegura la doctora, hoy jubilada, quien hizo guardias en la entonces delegación Cuauhtémoc, la zona que alberga la zona centro de la capital.
La gente que llegaba a reconocer a sus familiares a la explanada de la delegación estaban el shock. "Lloraban, gritaban (...) les tuvimos que dar un toque de amoniaco para que reaccionaran".
"Fue horrible. El Centro Médico estaba todo derrumbado, cirugía ya no existía, había un edificio de gineco-obstetricia que era muy grande y tampoco ya existía, pediatría tampoco. Fue muy traumático", señala.
A 36 años de distancia de aquel episodio que cambió la cara de la Ciudad de México, Rosa destaca la participación del pueblo, de los capitalinos que salieron a las calles con cazuelas de comida para darle de comer a la gente. "Amas a la gente mexicana por su solidaridad".
© Cortesía del Archivo General de la NaciónEl terremoto del 85 afectó, sobre todo, la zona centro de la CDMX
El terremoto del 85 afectó, sobre todo, la zona centro de la CDMX
© Cortesía del Archivo General de la Nación
"Perdimos nuestra casa"
"Estamos agradecidos con esa casa. Se destruyó, pero no se cayó, se deshizo pero nos mantuvo a salvo", quien narra la historia es Diego, quien en 2017 se encontraba en su casa ubicada en Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, y una de la zonas más afectadas por el sismo de hace cuatro años.
Recuerda que lo que más miedo le dio fue que al bajar las escaleras la casa comenzó a romperse: se rompieron vidrios, el tinaco y vio el momento exacto en el que a su mamá le cayó encima la lavadora y un pedazo de cemento; sin embargo, pudieron sacarla.
Además de su casa, la familia perdió una fuente de ingresos, pues el consultorio odontológico de Homero, el hermano mayor de Diego, fue pérdida total.
El joven, ahora de 22 años, recuerda con sentimiento el apoyo que su familia recibió por parte de los vecinos, quienes llevaron víveres, cobijas y todo tipo de ayuda.
"La gente tenía ganas de ayudarnos. Fue reconfortante", asegura.
Su casa fue pérdida total y luego de seis meses su familia recibió ayuda por parte del gobierno federal y la Fundación Carlos Slim, con lo que reconstruyeron su hogar.
"Fue tan fuerte que nos quedamos en las escaleras"
Gustavo recuerda que alguna vez pensó "ojalá nunca me toque un temblor aquí". Su oficina estaba en el piso 11, por lo que el protocolo en caso de sismo era subir a la azotea; sin embargo, asegura, la escalera para llegar a dicha zona era de cemento y sin pasamanos.
Aquel 19 de septiembre de 2017, cuando comenzó el terremoto de magnitud 7,1 con epicentro al noroeste de Chiautla de Tapia, en el estado de Puebla, él y sus compañeros intentaron subir; pero el movimiento era tan intenso que tuvieron que frenarse porque podían caer.
"Al llegar a la azotea el movimiento seguía bastante fuerte; todos estábamos agachados en el centro del piso y así estuvimos hasta que el sismo aminoró su fuerza. Todos estábamos consternados, algunos lloraban y otros estábamos en shock", señala.
El ambiente en las calles de la capital era de incredulidad. ¿Cuál era la posibilidad de México volviera a ser blanco de un terremoto el mismo día 32 años después?
© AP Photo / Marco UgarteHomenaje a las víctimas del terremoto en México
Homenaje a las víctimas del terremoto en México
© AP Photo / Marco Ugarte
"Solo se vio una nube de polvo"
Cuando piensa en aquel 19 de septiembre de 2017, lo primero que viene a la mente de Lizbeth es el olor a gas que se percibía en la calle Yucatán, en la colonia Roma, una de las más afectadas por el sismo. Ella trabajaba a una calle del Álvaro Obregón 286, uno de los edificios colapsado por el terremoto.
"Nosotros alcanzábamos a ver cómo el agua de los tinacos del edificio que se cayó salía de un lado y se metía del otro lado. Eso duró unos minutos y después solo se vio una nube de polvo y se escuchó un golpe intenso", relata.
Lizbeth recuerda que al evacuar el edificio solamente agarro su celular y su cartera y no regresó por sus cosas hasta semanas después, pues el edificio de su oficina sufrió daños estructurales.
Después de la tragedia que solo en la Ciudad de México cobró la vida de 228 personas, la joven acudió al Estadio Olímpico Universitario, al sur de la capital, para ayudar a hacer despensas que fueron enviadas a los damnificados.
"No podía estar con las palas sacando gente, pero sí quería ayudar".