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Diario del año de la peste: primer aniversario de la cuarentena en Argentina
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Hacia fines de febrero de 2020, China, Irán y Europa lidiaban con los brotes del nuevo coronavirus sin tener aún la capacidad de control, y los primeros casos
2021-03-18T22:41+0000
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Hacia fines de febrero de 2020, China, Irán y Europa lidiaban con los brotes del nuevo coronavirus sin tener aún la capacidad de control, y los primeros casos en EEUU, México y Brasil encendían las alarmas en Argentina al haberse activado los primeros protocolos sobre personas que habían regresado al país desde zonas calientes.El 3 de marzo de 2020, Argentina detectó a su paciente cero, con lo que se confirmó que el virus ya circulaba en territorio nacional, aunque sin capacidad de prever la magnitud de lo que vendría. 10 días después, el país ya contabilizaba más de 30 infectados y una muerte.Para evitar lo que sucedió en Italia, España, Reino Unido y Francia, donde eran trágicos los reportes por el colapso de los hospitales y la imposibilidad de ofrecer atención a todos los casos graves, el presidente argentino, Alberto Fernández, determinó el 13 de marzo de 2020 la cancelación de vuelos desde y hacia el exterior y la cuarentena obligatoria a quienes arribaban, además de la suspensión de eventos y el cierre espacios masivos.El 19 de marzo, el primer mandatario decretó el inicio para el día siguiente del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) y la emergencia sanitaria nacional. El objetivo: aplanar la curva de contagios para evitar el colapso de los centros de atención y evitar un pico, que en lugar de suceder en mayo, como se estimaba originalmente, se trasladó a finales de octubre de 2020; meses arduos de miedo, incertidumbre y empobrecimiento.Los hospitales y centros médicos se hermetizaron para evitar los contagios entre sus preocupados trabajadores, se importaron materiales sanitarios, se crearon amplios espacios de atención extrahospitalaria y se trabajó a contrarreloj con emprendedores para producir respiradores.Se cerraron las escuelas de todo el país y se diseñaron sistemas de educación a distancia, se establecieron estrictos protocolos en los geriátricos para cuidar a la población más vulnerable al COVID-19 y se trabajó en la descongestión y atención especializada en las cárceles como posibles graves focos de contagio.Impacto de la cuarentenaLa extensa cuarentena, considerada la más larga del mundo, y que duró más de ocho meses hasta finales de noviembre de 2020, excluyó a servicios esenciales como salud, seguridad, alimentación, bancos, obra pública, logística y medios. Las industrias del turismo, comercio, servicios, entretenimiento y todas las actividades de oficio y del mercado de trabajo informal fueron las más restringidas. Los efectos de la pandemia y la cuarentena fueron más dramáticos en las zonas más pobladas y pobres del país, donde además de la sanitaria hubo una crisis alimentaria, con momentos de pánico en las villas y barrios populares tanto de la ciudad de Buenos Aires como en el conurbano bonaerense, en los municipios más vulnerables.La crisis habitacional también fue uno de los conflictos que destapó la pandemia, con la mitad de los inquilinos que perdieron ingresos, teniendo que endeudarse o no pudiendo llegar a pagar las rentas, y por otro lado, movimientos populares que tomaron y reclamaron tierras ante los desalojos y la falta de viviendas sociales.El colapso sanitario se evitó, pero inevitablemente las restricciones generaron un empeoramiento de la crisis económica en la que ya estaba inmersa el país, debido a la caída drástica del consumo y la actividad, que se desplomaron 20%, acompañado de la continuidad de la pérdida del poder adquisitivo producto de la inflación, que fue de 36% en el año, y el hecho de que la mitad de los habitantes perdió ingresos.Vacunación y segunda olaLas cosas comenzaron a cambiar con el anuncio del acuerdo con Rusia para adquirir las vacunas Sputnik V, que comenzaron a llegar al país en diciembre de 2020 y con las que se pretende inocular a 10 millones de ciudadanos durante 2021. En febrero de este año, Argentina alcanzó un acuerdo con la farmacéutica china Sinopharm para adquirir 1 millón de vacunas más y el permiso para usar la producción india de la Oxford/AstraZeneca para reforzar la lucha contra COVID-19.Hasta el momento, 4,3% de la población recibió al menos una dosis de alguna de las vacunas, un total de 2,6 millones de habitantes. Sin embargo, Argentina está entre los primeros 50 países con mayor proporción de su población inoculada y en el tercer puesto en el ranking regional, detrás de Chile y Uruguay. Los países más vacunados son Israel, con 60% de su población, Reino Unido, con 36%, y Emiratos Árabes Unidos, con 35%.Durante 2020, Argentina fue el país de Sudamérica que más turistas recibió y ocupó el cuarto puesto a nivel continental, a pesar de que la disminución por las restricciones de vuelos de cabotaje rondó el 68% y 90% para internacionales.La aparición de cepas nuevas en Brasil, donde se registran hospitales colapsados por el aumento de los contagios, llevaron a que el país redujera la frecuencia de vuelos provenientes de las áreas más comprometidas, incluidos otras regiones como EEUU y Europa.Con un acumulado de más de 2,2 millones de contagios y más de 54.000 muertes, Argentina se ubica en el puesto 12 en el ranking mundial de infectados y se prepara para una segunda ola de crecimiento de los casos, como consecuencia de la llegada de la temporada invernal, como sucediera en el hemisferio norte.El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, indicó que en la última semana se registró un nuevo aumento en la cantidad de casos, para alcanzar un promedio diario de 2.763.El incremento sostenido se vio en toda el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye la capital nacional y sus alrededores, lo que elevó la preocupación de las autoridades sanitarias por la posibilidad de que el aumento se traslade en las próximas semanas al interior de la provincia.
https://noticiaslatam.lat/20210313/gobierno-argentino-extiende-el-distanciamiento-social-obligatorio-hasta-el-9-de-abril-1109917764.html
https://noticiaslatam.lat/20210105/la-maldicion-de-la-inflacion-podra-argentina-controlarla-en-2021-1094032850.html
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Diario del año de la peste: primer aniversario de la cuarentena en Argentina
Francisco Lucotti
Desde Argentina
El 19 de marzo de 2020, el presidente argentino, Alberto Fernández, decretó el inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), que luego de arduos meses se redujo a medidas de distanciamiento y precaución aún vigentes. ¿Qué pasó en el país en el primer año de la contingencia sanitaria y cómo se prepara para la segunda ola que viene?
Hacia fines de febrero de 2020, China, Irán y Europa lidiaban con los brotes del nuevo coronavirus sin tener aún la capacidad de control, y los primeros casos en EEUU, México y Brasil
encendían las alarmas en
Argentina al haberse activado los primeros protocolos sobre personas que habían regresado al país desde zonas calientes.
El 3 de marzo de 2020,
Argentina detectó a su paciente cero, con lo que se confirmó que el virus ya circulaba en territorio nacional, aunque sin capacidad de prever la magnitud de lo que vendría. 10 días después, el país ya contabilizaba más de 30 infectados y una muerte.
Para evitar lo que sucedió en Italia, España, Reino Unido y Francia, donde eran trágicos los reportes por el colapso de los hospitales y la imposibilidad de ofrecer atención a todos los casos graves, el presidente argentino, Alberto Fernández, determinó el 13 de marzo de 2020 la
cancelación de vuelos desde y hacia el exterior y la
cuarentena obligatoria a quienes arribaban, además de la suspensión de eventos y el cierre espacios masivos.
13 de marzo 2021, 02:27 GMT
El 19 de marzo, el primer mandatario
decretó el inicio para el día siguiente del
Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) y la
emergencia sanitaria nacional. El objetivo: aplanar la curva de contagios para evitar el colapso de los centros de atención y evitar un pico, que en lugar de suceder en mayo, como se estimaba originalmente, se trasladó a finales de octubre de 2020; meses arduos de miedo, incertidumbre y empobrecimiento.
"Durante el primera año de la pandemia se trabajó muy fuerte en fortalecer el sistema de salud, en tratar de prevenir los contagios y disminuir la circulación viral, con el seguimiento de los contactos estrechos y garantizando el aislamiento de los confirmados", dijo a Sputnik Leticia Ceriani, subsecretaria de Gestión de la Información del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
Los hospitales y centros médicos se hermetizaron para evitar los contagios entre sus
preocupados trabajadores, se importaron materiales sanitarios, se
crearon amplios espacios de atención extrahospitalaria y se trabajó a contrarreloj con emprendedores para
producir respiradores.
Se cerraron las escuelas de todo el país y se diseñaron sistemas de
educación a distancia, se establecieron estrictos
protocolos en los geriátricos para cuidar a la población más vulnerable al COVID-19 y se trabajó en la descongestión y atención especializada
en las cárceles como posibles graves focos de contagio.
La extensa cuarentena, considerada
la más larga del mundo, y que duró más de ocho meses hasta finales de
noviembre de 2020, excluyó a servicios esenciales como salud, seguridad, alimentación, bancos, obra pública, logística y medios. Las industrias del
turismo, comercio, servicios, entretenimiento y todas las actividades de oficio y del mercado de trabajo informal fueron las más restringidas.
Los
efectos de la pandemia y la cuarentena fueron más dramáticos en las zonas más pobladas y pobres del país, donde además de la sanitaria hubo una
crisis alimentaria, con momentos de
pánico en las villas y barrios populares tanto de la
ciudad de Buenos Aires como en el
conurbano bonaerense, en los municipios más vulnerables.
La crisis habitacional también fue uno de los conflictos que destapó la pandemia, con la mitad de los
inquilinos que perdieron ingresos, teniendo que endeudarse o no pudiendo llegar a pagar las rentas, y por otro lado, movimientos populares que
tomaron y reclamaron tierras ante los desalojos y la falta de viviendas sociales.
5 de enero 2021, 23:39 GMT
El
colapso sanitario se evitó, pero inevitablemente las restricciones generaron un empeoramiento de la crisis económica en la que ya estaba inmersa el país, debido a la caída drástica del consumo y la actividad, que se desplomaron 20%, acompañado de la continuidad de la pérdida del poder adquisitivo
producto de la inflación, que fue de 36% en el año, y el hecho de que la mitad de los habitantes perdió ingresos.
Las cosas comenzaron a cambiar con el anuncio del acuerdo con Rusia para adquirir las vacunas Sputnik V, que
comenzaron a llegar al país en diciembre de 2020 y con las que se pretende inocular a 10 millones de ciudadanos durante 2021.
En febrero de este año, Argentina
alcanzó un acuerdo con la farmacéutica china Sinopharm para adquirir 1 millón de vacunas más y el permiso para usar la producción india de la Oxford/AstraZeneca para reforzar la lucha contra COVID-19.
12 de marzo 2021, 19:23 GMT
Hasta el momento, 4,3% de la población
recibió al menos una dosis de alguna de las vacunas, un total de 2,6 millones de habitantes. Sin embargo, Argentina está entre los primeros 50 países con mayor proporción de su población inoculada y en el tercer puesto en el ranking regional, detrás de Chile y Uruguay. Los países más vacunados son Israel, con 60% de su población, Reino Unido, con 36%, y Emiratos Árabes Unidos, con 35%.
"El ritmo de vacunación viene bien, hemos llegado a tener casi 70.000 vacunados en un día, ahora disminuyó un poco y estamos en 40.000 dosis por día, que tiene que ver con la disponibilidad de vacunas. En la medida que lleguen más dosis la idea es poder escalar la vacunación", comentó Ceriani.
Durante 2020, Argentina fue el país de Sudamérica que más turistas recibió y ocupó el cuarto puesto a nivel continental, a pesar de que la disminución por las restricciones de vuelos de cabotaje rondó el 68% y 90% para internacionales.
16 de marzo 2021, 17:42 GMT
La aparición de cepas nuevas en Brasil, donde se registran hospitales colapsados por el aumento de los contagios,
llevaron a que el país redujera la frecuencia de vuelos provenientes de las áreas más comprometidas, incluidos otras regiones como EEUU y Europa.
Con un acumulado de más de 2,2 millones de contagios y más de 54.000 muertes,
Argentina se ubica en el puesto 12 en el ranking mundial de infectados y se prepara para una segunda ola de crecimiento de los casos, como consecuencia de la llegada de la temporada invernal, como sucediera en el hemisferio norte.
El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, indicó que en la última semana se registró un nuevo aumento en la cantidad de casos, para alcanzar un promedio diario de 2.763.
10 de marzo 2021, 22:09 GMT
El incremento sostenido se vio en toda el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye la capital nacional y sus alrededores, lo que elevó la preocupación de las autoridades sanitarias por la posibilidad de que el aumento se traslade en las próximas semanas al interior de la provincia.
"Los desafíos para la segunda ola son vacunar mucho y lo más rápido posible en estos meses que quedan antes de la llegada del frío, sobre todo a los mayores de 60 años y grupos de riesgo. A partir de experiencias de otros países limítrofes, donde está ahora el epicentro de la pandemia, ir evaluando cómo evoluciona la situación epidemiológica, si es necesario algún tipo de medida restrictiva para disminuir la circulación", detalló la funcionaria.
