Diplomáticos europeos acuden al juzgado ante la vista de dos causas penales contra Navalni
07:24 GMT 20.02.2021 (actualizado: 14:38 GMT 09.08.2021)
© Sputnik / Pavel Bednyakov / Acceder al contenido multimediaEl bloguero opositor Alexéi Navalni en la sede del tribunal Bábushkinski en Moscú
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MOSCÚ (Sputnik) — Diplomáticos europeos acudieron a un tribunal de la capital rusa para seguir la evolución de dos causas penales contra el bloguero opositor Alexéi Navalni.
En la sede del tribunal Bábushkinski se van a celebrar este 20 de febrero la vista de la apelación de Navalni contra el fallo que hizo efectiva una pena de 3,5 años de prisión suspendida que se le impuso en 2014 y el juicio por presunta calumnia contra un veterano de la Gran Guerra Patria (1941-1945).
Un reportero de Sputnik vio cerca del juzgado varios vehículos diplomáticos, entre ellos los de las embajadas de Finlandia, Lituania, Polonia y Suecia. Representantes de estas legaciones han rehusado hablar con periodistas.
19 de febrero 2021, 15:44 GMT
También el 2 de febrero, cuando se hizo efectiva la pena suspendida contra Navalni, al juzgado acudieron unos 20 diplomáticos de países occidentales.
La Unión Europea condenó el más reciente veredicto contra Navalni, al calificarlo de inadmisible, políticamente motivado y contrario a las obligaciones asumidas por Rusia en materia de los derechos humanos.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, opinó que esta reacción busca desviar la atención de la profunda crisis del modelo liberal.
Caso del bloguero opositor Navalni
El 2 de febrero una corte revocó la libertad condicional a Navalni. Fue condenado a 3,5 años de prisión, incluidos los 10 meses que pasó bajo arresto domiciliario.
A Navalni se le imputan los delitos de estafa contra Yves Rocher y apropiación ilícita de fondos de Kirovles.
Occidente exige su liberación inmediata.
En agosto de 2020, Navalni se sintió mal durante un vuelo, lo que obligó a realizar un aterrizaje de emergencia. Laboratorios europeos determinaron que había sido envenenado con un tóxico del grupo Novichok.
Moscú rechaza esta versión y la considera infundada.