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El COVID-19 no pudo con ellas: las remesas mundiales crecieron en 2020
El COVID-19 no pudo con ellas: las remesas mundiales crecieron en 2020
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Una de cada nueve personas en el planeta depende de las remesas para vivir. Sputnik abordó la situación con el economista Ricardo Castaneda Ancheta, de El... 05.02.2021, Sputnik Mundo
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El dinero que los trabajadores migrantes envían a sus países de origen a familiares o amigos—conocido como remesa— fue uno de los rubros que se esperaba que cayera debido a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, a más de un año de los primeros casos se constató que sucedió lo contrario. En 2020 la cantidad de dinero enviado por este concepto aumentó en todo el planeta."Pero, si bien es cierto que allá por los meses de abril y mayo cayeron bastante, luego se fueron recuperando paulatinamente", agregó. De acuerdo con el Banco Mundial, EEUU se volvió a ubicar como el país desde el cual se mandó más dinero al exterior, seguido por Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. En la vereda contraria, en términos brutos, India, China y México fueron los mayores receptores. A pesar de ello el peso de estos envíos en la economía fue pequeño comparado con países que obtuvieron cantidades inferiores.Mientras que India recibió el equivalente a 3% de su Producto Bruto Interno (PBI), China el equivalente a medio punto porcentual y México 3.8%. Líbano obtuvo remesas que alimentaron el 36% de su economía y Tonga el 40% de la suya. En Centroamérica se les acercó Haití con 35% de aporte a su PBI, El Salvador con 20% y Honduras con 15%, entre otros.Según Castaneda Ancheta, quien se desempeña como Coordinador para El Salvador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, las remesas en su país crecieron 4,8% en 2020 respecto al año anterior. "Hubo un incremento de 269,6 millones de dólares de un año a otro y en total se recibieron 5.918,6 millones de dólares", acotó.Si bien a su criterio la noticia fue positiva, lamentó la dependencia de esta fuente de ingresos a la que consideró "un paliativo ante la falta de políticas sociales". Estas remesas, explicó, terminan por cubrir gastos en salud, educación o pensiones, en cuyas prestaciones el Estado no tiene un rol que satisfaga las expectativas."Creo que esto se explica por causas estructurales que tiene la economía salvadoreña, en la cual cuando se establece el modelo neoliberal —a finales de la década de 1980— básicamente lo que se empieza a observar es que el principal producto de exportación son las personas", afirmó el economista. "En la medida que las personas migran, envían las remesas y con esto se pueden mantener los niveles de consumo que permiten al país por lo menos tener crecimiento positivo", agregó.Esto y más en Contante y Sonante.
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El COVID-19 no pudo con ellas: las remesas mundiales crecieron en 2020
Una de cada nueve personas en el planeta depende de las remesas para vivir. Sputnik abordó la situación con el economista Ricardo Castaneda Ancheta, de El Salvador, uno de los países latinoamericanos más dependientes de este envío de dinero.
El dinero que los trabajadores migrantes
envían a sus países de origen a familiares o amigos—conocido como remesa— fue uno de los rubros que se esperaba que cayera debido a la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, a más de un año de los primeros casos se constató que sucedió lo contrario. En 2020 la cantidad de dinero enviado por este concepto aumentó en todo el planeta.
"Cuando inició la pandemia uno de los escenarios que más preocupaba era la caída de las remesas. En algún momento se llegó a manejar que podían caer un 20%. El efecto de esto es que iba a aumentar el desempleo y consecuentemente también aumentaría la pobreza", dijo a Sputnik el economista Ricardo Castaneda Ancheta, sobre la situación en su país, El Salvador.
"Pero, si bien es cierto que allá por los meses de abril y mayo cayeron bastante, luego se fueron recuperando paulatinamente", agregó.
De acuerdo con el Banco Mundial, EEUU se volvió a ubicar como el país desde el cual se mandó más dinero al exterior, seguido por Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. En la vereda contraria, en términos brutos, India, China y
México fueron los mayores receptores.
A pesar de ello el peso de estos envíos en la economía fue pequeño comparado con países que obtuvieron cantidades inferiores.
22 de diciembre 2020, 20:40 GMT
Mientras que India recibió el equivalente a 3% de su Producto Bruto Interno (PBI), China el equivalente a medio punto porcentual y México 3.8%. Líbano obtuvo remesas que alimentaron el 36% de su economía y Tonga el 40% de la suya. En Centroamérica se les acercó Haití con 35% de aporte a su PBI, El Salvador con 20% y Honduras con 15%, entre otros.
Según Castaneda Ancheta, quien se desempeña como Coordinador para El Salvador del
Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, las remesas en su país crecieron 4,8% en 2020 respecto al año anterior.
"Hubo un incremento de 269,6 millones de dólares de un año a otro y en total se recibieron 5.918,6 millones de dólares", acotó.
Si bien a su criterio la noticia fue positiva, lamentó la dependencia de esta fuente de ingresos a la que consideró "un paliativo ante la falta de políticas sociales". Estas remesas, explicó, terminan por cubrir gastos en salud, educación o pensiones, en cuyas prestaciones el Estado no tiene un rol que satisfaga las expectativas.
"Creo que esto se explica por causas estructurales que tiene la economía salvadoreña, en la cual cuando se establece el modelo neoliberal —a finales de la década de 1980— básicamente lo que se empieza a observar es que el principal producto de exportación son las personas", afirmó el economista.
"En la medida que las personas migran, envían las remesas y con esto se pueden mantener los niveles de consumo que permiten al país por lo menos tener crecimiento positivo", agregó.
Esto y más en Contante y Sonante.