Agentes de España y EEUU desarticulan una banda dedicada al fraude con tarjetas bancarias
15:49 GMT 03.02.2021 (actualizado: 14:42 GMT 03.06.2024)
© Foto : Cortesía de la Policía NacionalAgentes españoles y estadounidense durante un registro
© Foto : Cortesía de la Policía Nacional
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La Policía Nacional de España, en estrecha colaboración con el Servicio Secreto de los Estados Unidos, ha llevado a cabo la mayor investigación internacional contra el fraude cometido con tarjetas bancarias. La macrooperación ha acabado con 105 detenidos y 14 imputados en varios países europeos.
La trama tenía como sede un hotel de la localidad cacereña de Miajadas. Un establecimiento que mantenía abierta su cafetería al público para no levantar sospechas, pero este era el refugio de los principales miembros de la organización. Allí, la red criminal orquestaba las actividades ilícitas, realizadas en 15 países extranjeros y también en España, con operaciones en 24 provincias. Actividad con la que llegaron a defraudar más de 12 millones y a estafar a más de 30 entidades bancarias.
Primero, algunos integrantes con doble nacionalidad griega-estadounidense viajaban a diversos puntos de Estados Unidos con la intención de crear las compañías que serían utilizadas para cometer el fraude. Constituidas, acudían a diferentes entidades bancarias y abrían cuentas a nombre de las entidades. Después, estas recibían transferencias internacionales emitidas por otros miembros de la organización desde países europeos para crear una aparente actividad legal y empresarial, con la que se simulaba una falsa solvencia económica. El dinero se movía entre las cuentas con las que contaba la organización en Estados Unidos, España, Grecia, Austria, Dinamarca, Reino Unido, Ucrania, Rumanía, Polonia, Bélgica, Turquía, Portugal, Francia, Holanda, Letonia y Alemania.
© Foto : Cortesía de la Policía NacionalAgentes españoles y estadounidense durante la intervención
© Foto : Cortesía de la Policía Nacional
Laberinto bancario
Construida la imagen de estabilidad económica, las corporaciones solicitaban a las entidades bancarias la expedición de tarjetas de débito con el máximo importe disponible, alegando que iban a ser utilizadas en sus viajes a Europa. Estas tarjetas eran enviadas por correo ordinario a Grecia y Austria, desde donde las mandarían a España. Los creadores de las empresas, completada su misión en Estados Unidos, volvían a Grecia.
En España, las tarjetas estadounidenses eran empleadas en distintos establecimientos por elevados importes. Desde 80.000 euros en una farmacia hasta 300.000 en un club taurino. Desembolsos realizados mediante el sistema de preautorización. Los criminales aprovechan la diferencia de aceptación del pago existente entre los bancos norteamericanos y españoles.
Así, pasados unos días, la entidad bancaria americana detectaba que el pago no se había autorizado, por lo que devolvía el dinero a la cuenta de la empresa. Tras la devolución, la tarjeta volvía a ser utilizada en comercios cómplices para liberar el importe retenido inicialmente, por lo que se generaba un descubierto en la cuenta bancaria vinculada, de la que ya habían sido extraídos todos los fondos regresados de la devolución.
© Foto : Cortesía de la Policía NacionalBienes requisados durante la operación policial
© Foto : Cortesía de la Policía Nacional
Después de que el dinero estuviera en la cuenta bancaria asociada al datáfono español, los fondos eran desviados a las cuentas de otras empresas, puestas en marcha por miembros de la trama asentados en el Viejo Continente. Para no levantar sospechas, se elaboraban facturas falsas de compraventa de productos o servicios para que el propietario del establecimiento connivente pudiese justificar una transacción tan elevada. Unos negocios que eran captados por personal de la red en España. Por participar en la red, estos comercios recibían un 15% de comisión, mientras que enviaban el 85% restante. Los empresarios y autónomos que se han lucrado con esta actividad legal son de varios sectores, desde la hostelería y el turismo hasta la alimentación, el lujo, la construcción o la agricultura.
Un entramado en el que varias personas desarrollaban funciones de gestoría, confeccionando las facturas fraudulentas y la contabilización de porcentajes. Además, estos individuos facilitaban sus propias cuentas bancarias y las de sus empresas para repartir el dinero con el objetivo de complicar la detección del fraude. Incluso, contaban con varios trabajadores de entidades bancarias que les asesoraban sobre cómo llevar a cabo las preautorizaciones y liberaciones de las operaciones con tarjeta, además de alertarles en caso de que el departamento de control de fraude o blanqueo de capitales fiscalizase sus cuentas.
Una red que tenía sus propias reglas para controlar la trama. No había ningún inconveniente en utilizar la violencia si era necesario. Es más, uno de los miembros de la trama recibió una paliza y varias puñaladas después de quedarse con una parte del dinero que había defraudado. Hechos que nunca fueron denunciados.
🚩Desarticulada una #red que había defraudado más de 12.000.000€ en la mayor investigación realizada contra el fraude cometido con tarjetas bancarias llevada a cabo junto con el Servicio Secreto de #EEUU
— Policía Nacional (@policia) February 3, 2021
Detenidas 105 personas e imputadas otras 14. https://t.co/XqTrg6g4mp pic.twitter.com/x1uXSjTxbi
Así, operaron desde 2017, cuando la red criminal se estableció en España. Antes de situarse en Miajadas, donde estuvieron dos años, pasaron por Mondragón (Gipuzkoa) y por Alange (Badajoz), localidad en la que arrendaron otro establecimiento hotelero. Trayecto que se acabó con la reciente intervención policial.
Actuación internacional
La macrooperación se salda con 105 personas detenidas y 14 imputadas en España, Austria, Reino Unido y Grecia. Se les acusa de cometer delitos de organización criminal, estafa, blanqueo de capitales, falsedad documental y tenencia ilícita de armas. Para ello, se han realizado 88 registros domiciliarios simultáneos en los cuatro países del continente europeo. Estos se han coordinado desde la Jefatura Superior de Extremadura, donde se encontraba el centro de coordinación y mando de la operación, compuesto por personal de la Policía Nacional y once agentes del Servicio Secreto de los Estados Unidos.
"Las detenciones anunciadas hoy muestran la importancia de la colaboración entre buenos socios", dijo Conrad Tribble, encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Madrid.
Además, los agentes han bloqueado 87 cuentas bancarias con saldos que superaban el millón de rusos, más de 200 tarjetas y 100 datáfonos. Además, se han intervenido 427.000 euros, 8.000 dólares y 600 coronas checas; documentación falsificada; 14 vehículos de alta gama; y 10 armas de fuego y varios machetes y cuchillos.
En esta investigación, que comenzó hace año y medio, han participado de forma coordinada las autoridades judiciales y fiscales de la Audiencia Nacional de España, cinco fiscalías estadounidenses y otras cuatro europeas, además de la EUROPOL y las policías de Grecia, Austria, Dinamarca, Reino Unido, Alemania, Polonia y Ucrania. El Juzgado Central de Instrucción número seis de la Audiencia Nacional ha sido el encargado de dirigir las pesquisas policiales.