Una historia marcada por los temblores: Granada, capital de terremotos
14:05 GMT 29.01.2021 (actualizado: 14:40 GMT 03.06.2024)
© AFP 2023 / Jorge GuerreroEl Patio de los Leones de la Alhambra de Granada
© AFP 2023 / Jorge Guerrero
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Granada padece una sucesión de terremotos que están desatando el pánico en sus habitantes. No obstante, la ciudad y alrededores han vivido sismos a lo largo de los siglos. Algunos con centenares de víctimas mortales. Otros cambiaron el rumbo de la historia.
Granada no deja de temblar desde diciembre. El sábado 23 de enero se produjo un terremoto de 4,4 grados con epicentro en Santa Fe. El primero que despertaría a la población del área metropolitana de la ciudad andaluza. Más adelante, la misma localidad volvía a ser el corazón de una sacudida que alcanzaba una magnitud de 4,5. Las noches del 27 y el 28 el suelo se agitaba también por encima de los 4 grados en la Escala de Richter. La ciudad nazarí acumula más de 580 sismos desde el último mes de 2020 y un rastro de innumerables destrozos esta semana.
Red Sísmica Nacional advierte que Granada "es una de las zonas con mayor peligrosidad de España". En concreto, la Vega de Granada padece un repunte en la actividad sísmica a raíz de la aproximación continua de cuatro a cinco milímetros al año entre las placas eurasiática y africana. Este movimiento provoca una acumulación de energía en las fallas que posteriormente se libera bruscamente, dando origen a los terremotos.
De ahora mismo. El peor terremoto que he vivido hasta ahora en Granada. Esperemos que se quede aquí la cosa pic.twitter.com/k8tj5CXvHc
— Rafa Hernández (@RafaHdezCas) January 26, 2021
No es la primera vez que pasa. En 1979, entre marzo y septiembre, Granada vivió seis meses de enjambre sísmico. Días en los que los vecinos volvieron a dormir en las calles por miedo a las sacudidas. Sin embargo, no hubo que lamentar víctimas mortales. Sí que las hubo en un terremoto registrado en Albolote en 1956, que dejó nueve fallecidos. Los sismógrafos de Observatorio de Cartuja llegaron a anotar ocho grados de magnitud.
Peor fue el terremoto acaecido la Navidad de 1884. El epicentro se situó en la localidad de Arenas del Rey. En apenas 15 o 20 segundos se vino abajo todo el pueblo. El 90% de los edificios se derrumbaron y se abrieron grietas de entre cuatro y diez centímetros de ancho y 30 metros de longitud. 135 personas murieron, aunque Alhama de Granada tuvo el mayor número de víctimas: 463 fallecidos. En toda la región, 900 individuos perdieron la vida y miles fueron heridos. Hubo poblaciones como Arenas del Rey o Ventas de Huelma que cambiaron de ubicación. Otras, como Játar o Santa Cruz del Comercio, tuvieron que ser reconstruidas completamente.
Alhama de Granada. Estado de una de las calles de la localidad, tras el terremoto de 1884. Foto de 1885 pic.twitter.com/9JDKh5F7sI
— Swarm (@alertaSismica0) December 25, 2019
No obstante, la relación de Granada con los terremotos viene de mucho más atrás. Cuando no existían ni sismógrafos ni escalas de Richter. Momento en el que la intensidad de los sismos se basaba en los efectos que dejaba en personas, edificios y accidentes geográficos. Esta medición se denomina escala de Mercalli. Según estos parámetros, Granada vivió dos grandes terremotos en 1431. Uno considerado destructivo o muy destructivo y otro ubicado entre los niveles muy destructivo y desastroso.
El primero, más leve, sucedió en abril, con epicentro en la localidad de Atarfe, a unos ocho kilómetros de Granada. Los reinos de Castilla y Granada estaban en guerra. Además, el estado nazarí se encontraba inmerso en una cruenta guerra civil. Precisamente, el segundo terremoto se produjo cuando las tropas cristianas y musulmanas se enzarzaban en la batalla de Higueruela. El enfrentamiento se saldó con victoria castellano y 12.000 bajas en el bando granadino, según registros históricos. Sin embargo, este temblor provocó el pánico en el rey Juan II de Castilla, quien no se atrevió a conquistar la ciudad.
En la Edad Media, los sismos eran considerados castigos divinos. Tanto por los cristianos como por los musulmanes. El fenómeno natural fue interpretado como una señal y Granada permaneció bajo dominio islámico durante 61 años más. El suceso retrasó la conquista del reino nazarí. No obstante, causó estragos en la ciudad. Parte de las murallas cayeron, al igual que el Palacio de Alixares, mientras que la Alhambra quedó afectada. "En este tiempo tembló la tierra en el Reino y más en la ciudad de Granada, y mucho más en el Alhambra, donde derribó algunos pedazos de la cerca de esta", relata el cronista medieval Álvaro García de Santa María.
⭐En 1431 se produjo un #terremoto en #Granada considerado entre muy destructivo y desastroso según la #escaladeMercalli. Fue tal el miedo que provocó el #seismo que incluso se detuvo la #guerra que sostenían las tropas castellanas de Juan II frente a las nazaríes de Muhammad IX. pic.twitter.com/nu7TCKwDLK
— Granada Selected Tours (@Granada_Tours) January 27, 2021
En 1492, los Reyes Católicos entrarían en Granada. Sin embargo, un nuevo terremoto volvería a sorprender a la realeza cristiana. Fernando de Aragón estaba en la Alhambra y no se enteró. Pero, Isabel de Castilla, quien se encontraba en el campamento de Santa Fe, sí que lo sintió. Este movimiento sísmico fue intuido como un mal augurio, por lo que Granada jamás se convertiría en capital del reino, como en un principio estaba previsto.
El tiempo ha pasado y Granada vuelve a temblar. Como ha sucedido incontables veces a lo largo de la historia. Una cronología alterada por los designios de la naturaleza. El miedo, obviamente, no cambia.