Los detalles de una sangrienta revancha ordenada por Hernán Cortés hace 500 años
04:38 GMT 20.01.2021 (actualizado: 14:35 GMT 03.06.2024)
© Foto : Facebook/INAH México/Melitón TapiaRestos arqueológicos encontrados en Zultépec-Tecoaque
© Foto : Facebook/INAH México/Melitón Tapia
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Una nueva investigación arqueológica llevada a cabo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México sugiere que los conquistadores españoles asesinaron brutalmente a mujeres y niños en un pueblo aliado de los aztecas en un acto de venganza en 1521.
En junio de 1520, los acolhuas —un pueblo aliado de los aztecas— que habitaba la localidad de Zultépec-Tecoaque capturaron un convoy de conquistadores españoles. Todo indica que los 450 miembros del grupo, compuesto de hombres, mujeres, niños, soldados de infantería y aliados de grupos indígenas fueron sacrificados en el lapso de pocos meses.
Los sucesos se relatan en varios textos históricos y los hallazgos de tres décadas de trabajos de excavación en la localidad, recién publicados por INAH, parecen corroborar su veracidad.
En el sitio arqueológico de Zultépec-Tecoaque, los arqueólogos han localizado los restos de los miembros de la comitiva española. Los cautivos se ofrendaron a las divinidades prehispánicas a lo largo de ocho meses y tuvieron muertes agónicas. Existen evidencias incluso de canibalismo, razón por la cual la localidad recibió el nombre de Tecoaque, que en idioma náhuatl significa "donde se los comieron".
"En Zultépec-Tecoaque, los prisioneros fueron encerrados en celdas sin puerta, y fueron alimentados durante seis meses, según los expertos. Poco a poco, los habitantes de Zultépec-Tecoaque sacrificaron y, aparentemente, se comieron caballos, hombres y mujeres. (...) Los esqueletos de los europeos capturados fueron destrozados y conservaban marcas de cortes que indicaban que la carne se había extraído de los huesos", detalla National Geographic.
Según el arqueólogo Enrique Martínez Vargas, las excavaciones sugieren que los habitantes de Zultépec-Tecoaque sabían o, al menos esperaban, que Cortés se vengaría de ellos. Un indicativo de ello son las primitivas estructuras defensivas, erigidas a las prisas por el pueblo. Además, se descubrió que los restos de los españoles muertos y otras pruebas de los sacrificios se arrojaron en unos pozos poco profundos (aljibes), en un intento de esconderlos.
4 de septiembre 2020, 22:42 GMT
Las excavaciones permitieron establecer que ninguna de las defensas construidas funcionó como se esperaba. Sandoval y su expedición punitiva ingresaron a la ciudad sin problemas. Según se destaca de un comunicado del INAH, algunos de los guerreros lograron escapar. Sin embargo, las mujeres y los niños permanecieron allí. Fueron ellos quienes se convirtieron en las principales víctimas de esta masacre.
"Las mujeres y niños que se mantuvieron resguardados en sus aposentos fueron a su vez mutilados, como lo evidenció la recuperación de huesos cercenados en el piso de las habitaciones. Los templos también fueron incendiados y las esculturas de dioses, decapitadas; así se destruyó este sitio que representó una resistencia para Cortés", sostiene el arqueólogo, citado en un comunicado de INAH.
De momento, se han exhumado más de 25.000 objetos en un área de excavación de 3,5 hectáreas de las 32 que conforman el sitio arqueológico de Zultépec-Tecoaque, informó el ente.