Se quejan Ana Amado y Andrés Patiño de que siempre se mencionen, a la ligera, los pantanos que hizo
Francisco Franco. No es que estos arquitectos defiendan o vanaglorien su gestión: simplemente quieren darle una dimensión más completa. A estas obras que caracterizan la dictadura se le suma un programa de agricultura e irrigación que llegó a las zonas rurales de España.
Y que se ha olvidado: a través del Instituto Nacional de Colonización (INC), el régimen trató de
levantar poblados para trabajar la tierra y establecer unos núcleos donde desarrollar la figura del hombre nuevo preconizado en el credo falangista. Pero
apenas se conocen. Estos espacios traen ecos de una época e incluso ilustran en ocasiones un modelo racional de planificar términos de convivencia. Sus historias van perdiéndose y solo queda esa letanía de los pantanos a la que aluden Amado y Patiño.
Por eso, estos dos arquitectos han querido sacarlos a la luz. Rendirles un homenaje, según sus palabras. Desde hace cuatro años, Amado y Patiño recorrieron 33 de los cerca de
300 pueblos planificados a lo largo del territorio nacional, la mayoría en las provincias de Extremadura y Andalucía, al sur. Y sacaron unas
9.000 fotos de sus habitantes, sus fuentes, entorno y personas. Con ese material, recogido
desde 2016 hasta 2019 aproximadamente, han publicado el libro
Habitar el agua. La colonización en la España del siglo XX, promovido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y editado por Turner.