En EEUU estas camionetas de origen soviético no son fáciles de conseguir. En su canal de YouTube el ingeniero narra que encontró el único ejemplar que estaba en buenas condiciones en Seattle. Sería genial si no residiera en el estado de Florida, a más de 5.000 kilómetros del auto anhelado.
Al llegar al lugar, se cumplieron las expectativas del bloguero: a pesar de algunas marcas que había dejado el tiempo, el auto resultó en un buen estado, sin ninguna avería visible ni gran influencia de corrosión, que suele devorar a este tipo de autos hasta el fondo.
Si bien su viaje de ida resultó ser fácil en avión, la principal aventura le esperó de regreso: tuvo que cruzar todo el país para llevar la camioneta a casa.
El viaje de regreso al volante del Niva le llevó ocho días a Shoebridge y tuvo varias sorpresas. En algún momento casi se desmaya debido al fuerte olor de la gasolina en el interior. Cuando se paró para averiguar el problema, encontró una peligrosa fuga del combustible.
Le llevó tiempo llegar al tanque para repararlo: tuvo que desarmar los asientos traseros y quitar todo el forro interior, pero logró tapar el hueco y seguir el camino.
Dice que las próximas semanas se dedicará a la modificación del Niva: planea instalar una transmisión mecánica de Nissan Leaf o de Lexus y también sacarle el motor de la combustión interna.