"Fue una operación complicada, se usaron equipos electrónicos, en el lugar [del crimen] no había nadie pero tenemos pistas; al mismo tiempo sabemos quién lo planificó, conocemos su pasado", dijo Shamkhani en un vídeo publicado por la agencia Tasnim.
El secretario del consejo de seguridad iraní apuntó al papel de Israel y su servicio de inteligencia Mosad, así como la Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán, prohibida en el país persa, en el asesinato del científico.
Según la agencia Fars, le dispararon desde unos 150 metros de distancia con un arma instalada en un Nissan y manejada con un control remoto. En el lugar del atentado se encontraban solo el propio científico y sus guardaespaldas.
El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, informó que existen indicios de la implicación de Israel en el crimen e instó a la comunidad internacional a poner fin al doble rasero y condenar "el terrorismo de Estado".
La oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se abstuvo de comentar los señalamientos de Irán que implican al país judío en el asesinato del científico.