Los macacos de cola larga, así como otras especies de primates, atraídos por una deliciosa cena y actuaciones en vivo, disfrutan de un grandioso banquete con frutas frescas, arroz blanco, ensaladas y postres tailandeses, entre otros platos.
La pandemia de coronavirus no impidió que la ciudad de los monos celebrara este evento anual sobre las ruinas de los templos del Imperio jemer.
Además de los primates, al festival normalmente asisten miles de personas, y los organizadores del evento esperan que ayude a revivir el turismo en la antigua ciudad tailandesa.
Lopburi se conoce por la gran cantidad de monos que uno se encuentra cuando pasea por sus calles.
Debido a la pandemia el número de turistas disminuyó drásticamente, lo que causó que los macacos se quedaran sin su comida habitual, por lo tanto a veces se vuelven violentos y se salen de control.
Antes de la pandemia, los residentes locales toleraban a los primates porque atraían a los turistas que pagaban buen dinero para alimentarlos con fruta y tomarles fotos.