La idea de construir un palacio romántico al estilo gótico encima de un acantilado se llevó a cabo a principios del siglo XX. Desde entonces, el castillo ha sido una de las principales atracciones turísticas a orillas del mar Negro de la península de Crimea, atrayendo decenas de miles de turistas cada año.
Sin embargo, en 2011 el acceso al castillo se restringió debido a que se detectaron grietas en el fundamento y en la plataforma de mármol en el mirador. Ahora, los restauradores han fortalecido los cimientos rocosos y el muro de contención, se ha reparado el techo, han ajardinado el territorio y han actualizado las comunicaciones de ingeniería.
El castillo vuelve a abrir sus puertas y se planea utilizar para las exposiciones y eventos culturales de la región.