La vacuna de AstraZeneca ha sufrido otro golpe tras los informes del programa estadounidense Operation Warp Speed —la iniciativa del presidente de EEUU para la lucha contra el COVID-19— revelaron que el medicamento muestra una mayor eficiencia en la población más joven.
"Hay una cantidad de variables que debemos entender, y cuál ha sido el papel de cada una de ellas para lograr la diferencia de la eficacia", dijo a Bloomberg el principal asesor del Operation Warp Speed, Moncef Slaoui, al comentar los resultados de los ensayos.
Los investigadores de la Universidad de Oxford han afirmado que no saben la razón detrás de la inconsistente eficacia de la vacuna pero lo investigarán en un futuro cercano.
Apta para los países menos desarrollados
Los resultados de los ensayos han sorprendido a los científicos. Geoffrey Porges, analista de SVB Leerink, dijo que la decisión de AstraZeneca de mostrar el nivel más alto de eficacia de la vacuna en grupos pequeños es una señal de que la compañía quiere promoverla en los países menos desarrollados.
"Claramente, ya están posicionando su producto como adecuado para su uso en países menos desarrollados, donde sus condiciones de almacenamiento relativamente favorables podrían ser ventajosas", dijo Porges al portal MarketWatch.
El analista había expresado sus dudas acerca de que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) acepte de manera positiva "cualquier ensayo en el que la dosis, las cohortes de edad o cualquier otra variable se modifiquen en la mitad del ensayo, de forma inadvertida o deliberada".
La asombrosa brecha no ha pasado desapercibida, como dijo a STAT News el epidemiólogo jefe de EEUU Anthony Fauci.
"Si es del 70%, entonces tenemos un dilema. Porque, ¿qué vamos a hacer con un 70% cuando tenemos dos [vacunas] que tienen una efectividad del 95%?", preguntó Anthony Fauci que es también el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
Adenovirus humano contra el de chimpancé
La siguiente pregunta para la alianza de AstraZeneca y la Universidad de Oxford es el hecho de que su vacuna se basa en vectores adenovirales de chimpancé, método jamás utilizado antes en la producción de vacunas. El tema ya ha sido planteado por científicos del Centro de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, quienes han advertido que no existen estudios a largo plazo que hayan demostrado la eficacia y seguridad del método.
La última encuesta realizada por YouGov, la empresa líder del Reino Unido en investigación de mercado y análisis de datos, reveló que Rusia es el fabricante de vacunas más confiable del mundo (21%), le sigue EEUU (15%) y China (13%).
Según la encuesta, el 73% de los encuestados están dispuestos a vacunarse contra el coronavirus, mientras que nueve de cada diez personas prefieren una vacuna basada en vectores de adenovirus humanos. En la encuesta participaron ciudadanos de Brasil, Vietnam, Egipto, India, Indonesia, Malasia, México, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Filipinas.