Ante esto, el sector anticipa la misma línea con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, afirmó el presidente de la Unión Nacional de Cañeros, Carlos Blackaller.
Desde entonces, explicó que México sólo puede vender a Estados Unidos una cantidad específica de azúcar, debido a los cupos de exportación establecidos por la Secretaría de Agricultura de la Unión Americana, por lo que esta industria no puede comerciar libremente en ese mercado.
Incluso, destacó que en 2016 el Gobierno de Donald Trump reforzó los cupos de exportación de azúcar mexicana. No obstante, en 2019 las afectaciones en la producción estadounidense permitieron que México aumentara sus exportaciones hasta 1.200.000 toneladas del endulzante.
"El año pasado, durante el ciclo 2019-2020, fue un año atípico, ya que la sequía y los fenómenos climatológicos afectaron la producción de ambos países, por lo que Estados Unidos requirió un volumen histórico de 1.400.000 toneladas, pero por una menor producción en México, solo pudimos venderles 1.200.000 toneladas", expuso en entrevista con El Financiero.
En agosto, el Gobierno mexicano anunció la apertura de un nuevo cupo de exportaciones de azúcar a la Unión Americana por hasta 489.000 toneladas, el cual se pondría en marcha el 1 de octubre. Con ello, la industria azucarera tiene asegurada la exportación de por lo menos 540.000 toneladas de azúcar para el ciclo 2020-2021.
Aunque las exportaciones de este producato a Estados Unidos representan uno de los puntos más polémicos del comercio entre ambos países, México se mantendrá dentro de los primeros diez países exportadores de azúcar a nivel mundial, afirma Blackaller.
La Unión Nacional de Cañeros estima que la producción del endulzante ascienda a 6.140.000 toneladas para el ciclo 2020-2021. De ellos, 65% se destinaría al consumo doméstico, 15% abastecería al mercado estadounidense y a las industrias agroindustriales que requieren de azúcar para elaborar sus productos. El 20% restante se vendería en otros mercados.