La tensión en el Sáhara Occidental se acrecentó en la segunda mitad del mes de octubre, cuando unos 50 sarahuíes cerraron el paso fronterizo de Guerguerat, donde pasa la carretera, que une Marruecos con Mauritania. El objetivo de la acción que bloqueó centenares de camiones consistía en forzar las autoridades marroquíes a organizar el referéndum de autodeterminación de la región.
A su vez, Rabat no quiso ceder a la presión y el 13 de noviembre mandó tropas para asegurar la libre circulación del tráfico. En respuesta, el Frente Polisario declaró el "estado de guerra".
Treinta años sin referéndum
El Sáhara Occidental, excolonia española del Río del Oro, lleva casi tres décadas esperando el referéndum previsto por el armisticio de 1991, que puso fin a la guerra entre el Frente Polisario y el Gobierno marroquí. Actualmente Marruecos posee el 80% de la región, mientras el Frente Polisario mantiene el control sobre la parte colindante con Mauritania.
En cuanto a Guerguerat, se convirtió en un punto de tensión ya en 2016, cuando Marruecos lanzó una operación militar para combatir el comercio ilegal en esta zona de interés estratégico, por donde pasan las vías de comunicación entre el país magrebí y el África subsahariana. La crisis duró meses y terminó en febrero de 2017, cuando Rabat acogió la solicitud del secretario general de la ONU Antonio Guterres y retiró sus tropas.
Intereses marroquíes en el Sáhara Occidental
Sin embargo, según algunos informes de las Naciones Unidas, los ingresos que el reino hachemí obtiene gracias a la venta de los minerales extraídos en la región no cubren los gastos, con lo cual el Sáhara Occidental representa una carga económica para Marruecos, sobre todo ahora, cuando el país magrebí, igual que el resto del mundo, sufre las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus.
Contexto internacional
En el conflicto en el Sáhara Occidental Marruecos cuenta con el apoyo de Arabia Saudí y Jordania. A su vez, el Frente Polisario recibe apoyo de Argelia, donde están concentrados miles de refugiados saharauis. Según afirma Youssef Balla, embajador de Marruecos en Italia, citado por los medios italianos, "desde 2016 se registran repetidas incursiones peligrosas e intolerables del Frente Polisario desde los campos situados en la región argelina de Tinduf".
Las relaciones entre Argelia y Marruecos son tan tensas que la frontera entre los dos países permanece cerrada desde 1994. Sin embargo, este año hubo algunos indicios de que las relaciones bilaterales podrían mejorar. El rey marroquí Mohamed VI propuso reabrir la frontera, mientras el presidente argelino Abdelmadjid Tebboune el pasado 4 de agosto felicitó al monarca por el 21º aniversario de su ascensión al trono. Algunos observadores consideraron este gesto como un paso hacia la normalización.
El cuadro geopolítico general también favorece el activismo del Frente Polisario. "Se trata de un recrudecimiento de la tensión en un contexto político un tanto turbio, determinado por las elecciones americanas y la futura investidura de Joe Biden, por las tensiones diplomáticas y militares en el Mediterráneo con Turquía, por Argelia que no parece saber demasiado adónde dirigirse en el plano diplomático; por Marruecos cada vez más activo en el continente africano", destaca Abderrahim.
Perspectivas del conflicto
El Frente Polisario declara que está decidido a luchar por la liberación del Sáhara Occidental. Según algunas estimaciones, podría disponer de unos 10.000 hombres armados. La semana pasada los medios internacionales reportaron que en la región se produjeron varios enfrentamientos entre los saharauis y el Ejército marroquí.
Marruecos no piensa renunciar a su soberanía sobre la región, pero, en las difíciles condiciones económicas y sociales actuales, podría no tener ningún interés en involucrarse en un conflicto de gran escala. Después de que se desbloqueen las comunicaciones en Guerguerat, las partes podrán volver a la mesa de las negociaciones para discutir soluciones de compromiso, una de las cuales podría ser una amplia autonomía para el Sáhara en el marco del reino hachemí.