"Cualquier debilidad, temperatura fuera de lo normal (…) 37,2 o 37,3, sin síntomas de un resfrío. Cualquier secreción de sangre: hemoptisis, secreciones de sangre con cualquier fluido corporal debe mantenernos alerta", dijo el oncólogo Andréi Kaprin.
Agregó, en una entrevista con Govorit Moskva, que los mareos, dolores de cabeza y los desmayos también pueden presentarse e indicar el desarrollo de la enfermedad.
El especialista advirtió que el cáncer de pulmón es difícil de rastrear, por lo que sugirió acudir de manera periódica al médico para someterse a exámenes y así evitar que esta enfermedad sea detectada cuando ya está muy avanzada.
Añadió que a veces se pueden presentar manifestaciones cutáneas, desde escozor y erupciones en la piel, incluida la aparición de nódulos linfáticos en el cuello y la clavícula, aunque solo se pueden ver en etapas avanzadas de la enfermedad.
Según Kaprin, a medida que pasan los años, lo más recomendado es acudir al médico cada cinco años para examinarse mediante una radiografía los pulmones.