No se resignen hasta el límite. Incluso entonces: luchen, disparen, toquen las trompetas, toquen los tambores, llamen a los teléfonos, envíen telegramas desde las oficinas de correos, no se rindan, luchen hasta el último momento, luchen. Incluso los regímenes totalitarios se retiraron frente a la obsesión, la convicción, la perseverancia. Mis victorias se basaron solo en eso. El carácter marca el destino.