Según apuntó en un comentario a Sputnik el consejero de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Embajada española en Moscú, Carlos Larrañaga, la nueva campaña se inaugura teniendo en cuenta que el pasado 16 de noviembre "se ha cumplido el décimo aniversario de la dieta mediterránea como patrimonio inmaterial de la Unesco".
La dieta mediterránea, de la que forman parte los productos españoles, indicó, "ha tenido el gran respaldo por parte de la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad, y desde el punto de vista de salud todos los expertos avalan y recomiendan la dieta mediterránea por muchísimas razones".
"A base de ello (...) se ha creado esta campaña que tiene la denominación 'El país más rico del mundo'. En esta campaña tenemos con nosotros, apoyando esta campaña, el restaurador, el gran chef reconocido a nivel internacional José Andrés", señaló.
Más allá de España
Los alimentos españoles, remarcó Larrañaga, "son productos de muy alta calidad, y encima son productos que han tenido, tienen y tendrán una gran demanda en la Federación de Rusia".
"Los aceites de alta calidad, como el aceite de oliva extravirgen, que son muy saludables por su carga de omega, las frutas, las hortalizas, los frutos secos, todos estos productos en la Federación de Rusia han tenido y tienen hoy en día una gran demanda", constató.
Resaltó que "España nunca se ha olvidado del potencial que estos productos podrían tener y tienen en la Federación de Rusia, como ya se ha demostrado".
Son populares no solo en Rusia, subrayó, "sino también en el resto de Europa", como en Alemania, e incluso más allá de Europa, por ejemplo en China.
Alimentos de España contra la pandemia
Evidentemente, la campaña de promoción Alimentos de España se ve afectada, en cierto modo, por las restricciones impuestas ante la propagación del COVID-19.
"La situación de la pandemia ha trastocado y ya paralizado muchísimas de las acciones que se podrían realizar, sobre todo las promociones físicas, los eventos que esta Embajada ha utilizado siempre para trasladar nuestro mensaje a los empresarios de la Federación de Rusia, a la hostelería y la restauración de Moscú, al círculo cultural de Moscú, lo hemos hecho siempre de manera física", constató.
Sin embargo, apuntó, pese a esas dificultades "la Embajada continúa, a través de los medios de promoción y de comunicación, trasladando todas esas campañas, y lo mismo haremos con esta también, y lo haremos sobre todo para los medios rusos, para la esfera cultural de Moscú, la restauración, empresarios, etcétera".
Al comentar la situación de los suministros de productos agrícolas de España a Rusia, el consejero de la Embajada no dio mucha importancia a los problemas relacionados con la pandemia, pero sí al régimen de restricciones económicas que mantienen las autoridades rusas desde 2014 en respuesta a las sanciones impuestas en su contra tras la reincorporación de Crimea a Rusia y el conflicto en el este de Ucrania.
Las consecuencias del embargo agroalimentario impuesto a Rusia, constató, "han afectado la exportación y la llegada de productos españoles, sobre todo muchos de aquellos que forman parte de esta dieta mediterránea".
"Deseamos que esta situación cambie, y por supuesto estamos atentos y estamos procurando que cuando llegue su momento, España vuelva a poder contar con el mercado de la Federación de Rusia, porque para nosotros es uno de los mercados más importantes que tenemos ahora mismo en Europa", resaltó.
Por su parte, la pandemia del coronavirus no ha afectado tanto los suministros de alimentos españoles.
"El sector agrario español ha sido uno de los grandes sectores destacados durante la pandemia en España, han seguido produciendo y aportando al mercado y a la distribución en España de todos los productos de calidad para la población. La producción ha seguido a un ritmo constante en cantidad y en calidad", destacó.
"En otros productos, sin embargo, ha seguido aumentando, en el aceite de oliva, en frutos secos, en dulces, estas exportaciones españolas han aumentando a la Federación de Rusia. Y también en productos elaborados y enlatados, allí sí que ha habido ligeras mejorías. En concreto, la balanza no se ha visto tan afectada", afirmó.
El consejero agregó que hubo un descenso del consumo a principios de la primera ola del coronavirus en Rusia. Entonces, en concreto entre abril y mayo, en numerosas ciudades del país cerraron los restaurantes y las cafeterías.
"Pero a medida que la población y la comercialización, la restauración se fueron adaptando a las condiciones del COVID-19, el comercio telemático siguió funcionando", y "con el paso de los meses de junio a julio se volvió a estabilizar la situación", puntualizó.