"En toda respuesta a emergencias es esencial tener en cuenta a las poblaciones más vulnerables, entre las cuales se encuentra la niñez, en especial las niñas, que por su edad y su género tienen mayor riesgo de sufrir casos de violencia y abuso sexual", advirtió la ONG en una nota de prensa.
Fundada en 1937 y con acciones en más de 70 países, Plan Internacional señaló que las condiciones de hacinamiento y los espacios reducidos en los albergues temporales dificultan el garantizar la seguridad y protección de las niñas, niños, adolescentes.
"Si ya de por sí las niñas están expuestas a diferentes riesgos, la situación de estos albergues incrementa todavía más los mismos", agregó la entidad, que citó varios reportes de abusos sexuales contra menores de edad en refugios de Honduras.
Según estimados oficiales, más de 4,2 millones de personas fueron afectadas por el impacto de Eta en Centroamérica, y la cifra aumentó por el posterior embate de Iota, sobre todo en Nicaragua y Honduras, donde persisten los riesgos por la saturación de los suelos.
Además de estos estragos, la región aún padece la pandemia de COVID-19, y las intensas lluvias de la actual temporada propicia posibles brotes de enfermedades transmitidas por los zancudos (mosquitos), como dengue, chikungunya y zika.