En el canal de la líder opositora apareció este 18 de noviembre una información sobre su reunión con la ministra de Exteriores sueca, Ann Linde, en la que la política bielorrusa pidió aprobar sanciones contra el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, y las empresas que lo apoyan, que "despiden a sus empleados en huelga".
"Se espera que el jueves [19 de noviembre] la UE estudie la posibilidad de ampliar significativamente la lista de sanciones y proporcionar un apoyo financiero a la sociedad civil bielorrusa. Se trata de destinar 24 millones de euros de ayuda a la sociedad bielorrusa y 3,5 millones de euros a los medios independientes y a las víctimas de la represión", afirma el comunicado.
Según el servicio de prensa de Tijanóvskaya, ella y Linde debatieron cambios en los programas de ayuda a Bielorrusia, para que el apoyo financiero vaya dirigido a la "sociedad civil" del país.
Una misión con participaciónde Rusia
Pavel Latushko, miembro de la junta del Consejo Coordinador de la oposición bielorrusa, pidió a la UE que envíe a Bielorrusia una misión para solucionar la crisis en la república, que contara con participación de Rusia.
Se precisa que "entre otras medidas, se propuso formar una misión de alto nivel en un futuro próximo para ayudar a resolver la crisis en y en torno a Bielorrusia".
Añade que "esta misión debe incluir a altos representantes de la UE y Rusia".
"La participación de la Federación de Rusia en la resolución de la crisis es bienvenida y depende de la disposición a dar una evaluación real de la violencia masiva y brutal del aparato de seguridad y apoyar los enfoques de la sociedad bielorrusa para poner fin a la flagrante violación de la constitución en el país", explica el comunicado.
Según el opositor, la misión debe apuntar a promover "un diálogo real para poner fin a la violencia y las represiones, llevar a los responsables ante la justicia, liberar a los presos políticos y celebrar nuevas elecciones democráticas".
En Bielorrusia continúan las protestas desde las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, que otorgaron el sexto mandato Lukashenko, en el poder desde 1994.
Según el recuento oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de la opositora Tijanóvskaya, con el 10,12%.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.
Varios países, entre ellos Estados Unidos, miembros de la UE, el Reino Unido y Ucrania, no reconocen como legítima la reelección de Lukashenko.
El 2 de octubre, la UE formalizó medidas restrictivas contra 40 funcionarios bielorrusos que, según Bruselas, son responsables de la violencia durante las protestas y de la falsificación de los resultados de las elecciones presidenciales.
Un mes después la UE aprobó una segunda tanda de sanciones, que afectan al presidente Alexandr Lukashenko, su hijo Víctor y otras 13 personas.